Short Stories

Amor agridulce

El amor nunca es exactamente como lo vemos en la televisión. Y está bien, es algo que la mayoría podemos entender. Es como una obra algo catastrófica, que aunque se cierre el telón, no parece tener algún fin.

Tus palabras duras y tu cuarto desastroso. Lo recuerdo tan claro, incluyendote a ti. Lo que me hace extrañarte de alguna manera.
Pero, no todos los amores son perfectos, aunque quizás, si hermosos a su manera.
Ya que, este amor era como el detestable humo de un cigarro. Odiandolo, y odiando el descaro que hay en ti el cual dejabas ver sin filtro.
Y aunque el amor tienda a ser en ocasiones como un cigarrillo, matándome lentamente. Está la necesidad de tenerte, la cual no falla.

Cada amor tiene ese especial sabor, ese el cual nos cuida y a la vez nos lastima. Ese que nos encanta pero que a su vez nos duele. Ese amor agridulce.

A veces me insultas, pero no me interesa.
Las personas hablan, dicen que estás mal, que estás loco. Pero está bien, seré la única te entienda.

¿A caso existen hermosas historias de amor?
De cualquier modo no me interesan.

Eres para mí lo más cercano a un héroe.
O un vaquero como en las películas, mi cercano John Wayne.
Así que huyamos y escapemos de todo y de todos. No hay ninguna necesidad de que sepan quiénes somos.

Y aunque el amor es una hermosa función de juegos artificiales en el gran cielo, aprovechemos el momento mientras todavía siguen iluminado el cielo.

Incluso si el planeta entero me juzga, incluso si todos me señalan, tuve la idea de que juntos tendríamos más fuerza, pero esa no es la realidad.

Como el bocado que di, sabía que el principio iba a ser dulce.
Pensé que confiarías plenamente en mí y que de algún modo podrías llegar a ser un poco diferente. Pero las ilusiones casi siempre terminan siendo falsas, como tal, no terminan por ser realidad.
Llegando a la finalidad de mi bocado, quedándome con este sabor amargo, impregnado quizá para siempre.