Estaban ellos dos, rodeados de no mucha gente pero solos. Al parecer cuando están juntos tienden a olvidar al mundo. Ambos están sentados. El chico abraza a la chica por atrás, ella trata de escapar, pero no lo hace de verdad. Luego, ambos se colocan de pie, pero la chica aún sigue rodeada por los brazos de él. Él le da vuelta a la chica para así ambos quedar de frente, el ambiente se torna algo diferente. Él coloca su frente con la frente de ella, hay algo extraño ahí, parece estar triste, pero también parece que muere por decir algo, no es muy notable, pero su preocupación dice algo. Ella lo nota.
—Debo dejar irte —espeta el chico. Lo cual él la deja de abrazar y se da la vuelta dispuesto a marcharse. Ella lo mira extrañada, y evita su paso cuando lo sostiene del brazo. Ella está mal, pero no se atreve a dejarlo saber. La chica lo atrae hacia ella, se pone de puntillas y lo abraza, pues él es más alto que ella. Ella le acaricia el cabello con cariño. Él no se resiste al abrazo.
—Estás de puntillas —dice él con una media sonrisa. Ella también sonríe, aunque ninguno se pueda ver. El chico se separa un poco, solo lo suficiente para que ambos se miren.
—Solo ódiame, así será mucho más fácil irme y dejarte —dice el chico mirando al suelo. Ella lo mira y con su mano le levanta el rostro suavemente. Ella sonríe, pero su sonrisa no es tal, pues llena de dolor está.
—Cariño, yo no puedo odiar —musita.
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Short Stories
Teen FictionTe invito cordialmente a leer mi libro, adelante, se es permitido curiosear como un lido gato. Vamos, probablemente descubras historias desde diferentes puntos de vista y percepción de éstas y de sus personajes. Descubre lo que viven, piensan y sien...