Short Stories

La respuesta.

—En realidad no lo sé, no sé nada. Quiero encontrar algo, algo, pero no sé nada, dime ¿qué puede encontrar una persona confusa? —dijo sin más. Él se quedó mirándola, queriendo decir algo, pero indeciso a la vez por no tener una buena respuesta que la ayude.

—No lo sé —dijo mirándola algo arrepentido por la respuesta, pues claro, no era lo que ella quería escuchar en ese entonces.

—Es inútil, nadie comprende nada. Ni tú.

—Pero dime, ¿cómo quieres que entienda en absoluto algo de tus palabras? No me has explicado nada. Sólo dime, dime que sientes, por favor, sólo me veré obligado a sentir jodida impotencia, un sentimiento no muy favorecedor —él la mira con suplica en los ojos rogandole que le diga que es lo que la tiene atormentada e insegura.
Ella lo mira y respira profundamente, tratando de hacer el esfuerzo que de su boca se artícule correctamente las palabras adecuadas. Vuelve a respirar y siente que es lo único que puede hacer.

—Olvidalo —le dice con una sonrisa falsa—. Olvidalo, no me hagas caso, soy una loca, olvidalo —dice tratando de retroceder y hacer que a él no le interese en lo más minímo y que lo olvide. Pero eso no va a funcionar, él está verdaderamente preocupado por ella, y unas simples palabras no van a ser que lo olvide.
La mira confuzo, siente que algo anda mal, piensa en adentrarse a esto y profundisarse más en está conversación, no quiere lastimarla pero es la única manera de ayudarla. La mira y trata de hablar de una forma correcta, de una misma forma la cuál ella habló la primera vez.

—¿Qué es lo que sientes? —pregunta. Él sabe que la única forma de que ella se adentre con sus sentimientos es insistiendole.
Ella suspira, se acomoda y lo mira de una forma seria, con una sola gota indesición, pero más decidida que núnca.

—¿Estás seguro de que quieres saber exactamente lo que siento? —lo mira ella en forma de pregunta, y decidida a lo que va a decir sin marcha atras. Él asiente con la cabeza seriamente, sin mostrar algún sentimiento al igual que ella, pero en realidad los dos tienen un tornado de emociones en su interior, más que todo ella.
Él espera a su respuesta un tanto indeciso y con miedo a lo que ella pueda decir, trata de calmarse en su interior pensando en que está exagerando todo y que no es nada tan grave, pero no es muy bueno mintiendose ya que tiene una evidente preocupación en su interior.

—Okey. No te aseguro de nada —responde ella sabiendo que tendrá que continuar.
Él no sabe absoluntamente nada de lo que está ocurriendo aquí, sólo se propone a responder.

—Okey