Se había arrepentido al momento, él no era así, jamás hacía esta clase de cosas, no entendía cómo había sobrepasado tanto sus propios límites o en qué momento sus necesidades más básicas y primarias le habían superado, pero el caso era que no había marcha atrás y debía confesártelo, pues apenas podía mirarte a la cara. Hiciera lo que hiciera te haría daño, no le perdonarías ni en un millón de años. Y no podía haber sido más rastrero, justo cuando habías vuelto a tu país al entierro de un familiar muy querido.
Esperó a que regresaras, al menos haría algo bien, soportaría la vergüenza y te lo diría cara a cara. Pensaba hacerlo al llegar a casa, pero la culpabilidad pudo con él cuando te lanzaste a sus brazos en la terminal del aeropuerto de Incheon, llorando desconsoladamente.
-No vas a querer volver a tocarme cuando sepas lo que te he hecho...-Balbuceó y tú le miraste sin comprender, medio ida.-Juro que fue un accidente, no sé cómo ocurrió, fue después de una reunión de trabajo, ella me acorraló en los baños y...pude pararla y no lo hice, lo siento tanto...no quiero engañarte, yo...
-La infidelidad es engaño, da igual cómo lo quieras disfrazar. Me has traicionado y punto.
Ya no llorabas, le mirabas sin sentimiento alguno, como si algo dentro de ti se hubiera muerto. Lo vuestro ya era insalvable.
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Min Yoongi
Cuando volvió del tour estabas pletórica de alegría, habían sido unos meses muy duros, no habías podido desplazarte para verle tantas veces como acostumbrabas durante las giras por temas de trabajo, de modo que hacía alrededor de tres meses desde la última vez que pudisteis estar juntos.
Su frialdad te dejó perpleja. Normalmente él solía tener incluso más ganas que tú, pero aquella noche te rechazó abiertamente. Le observaste detenidamente en busca de cualquier indicio que te ayudara a comprender qué había cambiado, y fue entonces cuando descubriste la huella de unas marcas en su cuello, no hacía mucho ahí habían estado claros como el agua los hematomas correspondientes a los chupetones de sabe dios quién, de cualquiera que no fueras tú.
Él no dijo nada, tú entendiste todo.
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