Pedido de cataGTH
I can feel her breath as she's sleepin' next to me sharing pillows and cold feet.
She can feel my heart, fell asleep to its beat under blankets and warm sheets.
If only I could be in that bed again...if only it were me instead of him...
Does he watch your favorite movies?
Does he hold you when you cry?
Does he let you tell him all your favorite parts when you've seen it a million times?
Does he sing to all your music while you dance to "Purple Rain"?
Does he do all these things, like I used to?
You're on my mind, love.
It happens all the time.
Will he love you like I loved you?
Don't throw it all away.**
El 'amor de tu vida' puede acabar siendo cualquiera. Te has pasado años creyendo que aparecerá de repente , que lo encontrarás por ahí en otro trabajo, en un viaje o que será el amigo de otro amigo. Pero lo que nunca habías pensado es que tal vez ya os conozcáis, que esa persona ya esté enamorada de ti en secreto o que esa amiga de infancia volverá a cruzarse en tu vida y no podrás dejarla ir. Historias de esas que te hacen creer en el destino o en el 'si lo nuestro tiene que ser, volveremos a encontrarnos'.
Nací y crecí en Busán, y allí es donde la conocí a los 18 años; por aquel entonces ella era estudiante de literatura comparada. Nos enamoramos y estuvimos juntos varios años pero, a esas edades, la vocación y las ganas de descubrir mundo van por delante y ella se marchó a vivir a Moscú después de terminar sus estudios de literatura rusa. Lo nuestro continuó un poco a distancia, nos queríamos, pero nos faltaban años y experiencias vitales para poder valorar lo que teníamos. Así que nos acabamos separando definitivamente y durante cinco años no supimos nada el uno del otro. Durante este tiempo ella volvió a Corea, e incluso llegó a trabajar a una parada de metro de mí, pero el azar hizo que ni siquiera nos cruzáramos.
Parecía que nuestras vidas habían seguido cursos diferentes. Ella con pareja durante varios años, yo trotando el mundo, de gira, trabajando en diferentes países, hasta que un día me pudo la curiosidad y le escribí un mensaje. Pensaba que ya podría ser su amigo, que después de todos esos años el fuego se habría apagado y se podría construir una amistad. Pero desde el primer café que tomamos juntos me di cuenta de que nada más lejos de la realidad, la quería como a los 18 años pero con la experiencia que me habían dado los otros 5 que vinieron después.
Una de las veces que llamé a su apartamento, quiso la mala fortuna que atendiera la llamada un inquilino indeseado: su pareja, Hyungwon.
**
-No está en casa.-Colgó el teléfono con un golpe, yo observaba desde la puerta de la cocina, donde estábamos desayunando apenas un momento atrás.
-¿Quién era?
-Jimin.-Informó entre dientes apretados con rabia.
-No tienes por qué enfadarte, es un amigo que me ayudó mucho.
-No es tu amigo sino tu ex.
-¿Y qué importa?
-Pues que no me gusta que te llame.
-¿Vas a empezar de celoso? ¿Crees que soy de esas?
-A lo mejor sí, a lo mejor ya te lo has follado como una zorra.
Di media vuelta y me encerré en mi cuarto. Él trató de entrar pero no pudo, gritaba, me rogaba que lo perdonara; no le contesté, solo podía pensar en estar otra vez con Jimin. Después de un rato Hyungwon dejó de rogar y por lo visto salió de la casa. No había vuelto a ocurrir nada entre Jimin y yo, en todo momento había respetado mi relación, pero su reacción me impulsó a marcar aquel número.