Mi sugar daddy (Vegetta777) *EN EDICIÓN*

Capítulo 63

*Narra Sofía*

Ya de vuelta en casa, tomo asiento en el sofá, dejando escapar un largo suspiro. Aún no me lo puedo creer, estoy embarazada... Junto a Virginia, había comprado unas cositas. Mi intención es darle una sorpresa a Samuel, cuando regrese del trabajo. Preparo su comida favorita, escondo la pequeña sorpresa en nuestra habitación, y me siento a esperarle.

La cerradura suena, sobresaltándome, ya ha llegado. Mis manos tiemblan sin parar, estoy demasiado nerviosa.

-Hola mi reina, ya estoy aquí-comenta Samuel, sonriente, entrando en casa. 

-Hola mi amor, bienvenido a casa-respondo, dejando un beso suave en sus labios.

Tomo su chaqueta, colgándola en el perchero. Mientras él deja su maletín a un lado, quitándose la corbata. Se dirige hacia la cocina, pero le detengo antes, tomándole de la mano.

-Amor, tengo un regalo para ti, ven.

Samuel me mira extrañado, pero simplemente sonríe. Caminamos hacia el sofá, y dejo que tome asiento. Voy hacia nuestra habitación, tomando la pequeña caja, adornada con un lacito. Regreso al salón, tomando asiento a su lado, y entregándole el regalo. Él me mira con el ceño fruncido, deshaciendo el lazo. Cuando abre la tapadera, todo está lleno de papel de seda. Dentro consigue sacar un body de bebé, junto a unos zapatitos pequeñitos.

-¿Qué es esto?-se echa a reír, con ambas cosas en las manos.-A mí no me cabe.

Le observo completamente en silencio, viendo cómo su expresión cambia, a una de sorpresa. Creo que por fin, ha descubierto el significado. Sin embargo no dice nada, aunque sus ojos se llenan de lágrimas.

-¿Estás embarazada?-pregunta incrédulo, dejando a un lado las cositas.

Asiento con la cabeza repetidas veces, mis mejillas están inundadas de lágrimas. Samuel se levanta del sofá, levantándome a mí también. Toma mi cintura, y comienza a dar vueltas. Su sonrisa va de oreja a oreja, me deja en el suelo, antes de abrazarme fuertemente.

-¿Esto es de verdad?-vuelve a preguntar, dudoso.

-Sí cariño, esta mañana fui al doctor, con tu madre.

-No me lo puedo creer. Te amo, te amo, te amo, te amo con toda mi vida, Sofía.

-Yo también te amo con toda mi vida, Samuel-beso sus labios repetidamente, secando sus lágrimas, como él hace.

Samuel se arrodilla en el suelo, levantando mi camiseta. Comienza a hablarle a nuestro bebé, mientras reparte besos por mi vientre. Me derrito de amor, me enamora completamente. Cuando me deja libre, me dirijo hacia la cocina, para calentar la comida. Él viene detrás mío, con el body entre sus manos, abrazándolo. Sonrío ampliamente, no puede ser más bonito.

-Te prometo, que voy a protegeros con mi propia vida. Nadie os va a hacer daño, nunca jamás-sus manos sostienen mi rostro, mientras su frente está apoyada contra la mía.

La comida queda en un segundo plano, servida en la mesa, mientras que nosotros nos mecemos de un lado a otro. Como si hubiese una melodía de fondo, que nos envuelve. Pero la única melodía que hay en esta cocina, es la de nuestro corazones latiendo al compás.