Mi sugar daddy (Vegetta777) *EN EDICIÓN*

Capítulo 61

*Narra Sofía*

La mañana llega en nuestro hogar, ambos vamos de un lado a otro, arreglándonos rápidamente. Tenemos que salir hacia el aeropuerto, para empezar nuestra luna de miel, pero ya vamos un poco tarde. Éste viaje lo ha preparado Samuel, completamente solo. Ya que yo había preparado la mayoría de cosas, él quería sentirse parte del proceso. 

Estoy realmente nerviosa, no tengo ni una pista, de cuál es el destino de nuestro viaje. A pesar de que he intentado sacarle información a Samuel, pero es muy bueno guardando secretos. Al menos me ayudó, para preparar la maleta, ya que no sé cómo será el clima. Basándome en lo que dijo, el clima será algo cálido, pero puede ser que haga un poquito de frío.

Ya en el aeropuerto, tomamos nuestras maletas, y entrelazamos nuestras manos.

-¿Lista para comenzar nuestra aventura?-pregunta Samuel, viéndome sonriente.

-¡Sí! Venga, vamos-tiro de su mano hacia dentro, mientras tiramos de nuestras maletas.

Las azafatas nos reciben amablemente, dirigiéndonos hacia nuestros asientos. Abrochamos nuestros cinturones, y volvemos a entrelazar nuestras manos. Él sabe lo mucho que me asustan los aviones, por lo que deja suaves caricias, para calmarme. Esto es algo que por mucho que viaje, no se me va a quitar.

Una vez que se estabiliza el avión, escogemos una película del menú, y reclinamos un poco el asiento, para estar más a gusto. Aún dentro del avión, no me comenta dónde estamos. Él desea plenamente, que sea una sorpresa. Incluso hizo que fuese por el aeropuerto con los ojos cerrados, y escuchando música, para no pillar nada. Nos exigen que abrochemos nuestros cinturones, estamos a punto de aterrizar, y sin poder evitarlo, vuelvo a ponerme nerviosa.

Por suerte, el aterrizaje queda perfecto. Estamos sanos, y salvos. Bajamos del avión, en búsqueda de nuestras maletas, dirigiéndonos hacia la salida. Espera, esto me suena...

-¿Estamos en París?-pregunto, totalmente sorprendida.

-Te dije que teníamos que regresar.

Le abrazo fuertemente, mientras que él me toma dándome vueltas. Un coche nos espera fuera, que previamente Samuel había reservado. Metemos nuestras maletas, y nos dirige hacia nuestro hotel. Es el mismo que la otra vez, incluso la misma habitación. No sé, cómo lo ha conseguido. 

Ya en nuestra habitación, me lanzo a la cama. Samuel también se tumba a mi lado, rodeándome con sus brazos. Estamos frente a frente, sus ojos no me abandonan, con ese brillo que tanto me gusta. Sonrío ampliamente, estirando mi mano, para acariciar su pelo. Él cierra sus ojos, dejándose llevar por las caricias que le proporciono. Dejo apoyada mi mano en su mejilla, y su mano se apoya sobre la mía. El anillo de bodas, reluce en la suya.

De un momento a otro, él esta encima mío. Me mira fijamente, analizando cada detalle. Paso mis manos de su cuello, tirando suavemente de él, para poder besarle. El beso empieza lento, tornándose a un beso caliente. Meto mis manos por dentro de su camiseta, acariciando su espalda, mientras las suyas recorren mi cintura. Nuestros labios se mueven al compás, nuestros cuerpos se funden en uno, y pronto nos dejamos llevar por el placer.