Capítulo 21

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*Narra Sofía*

Como siempre, alguien nos tiene que interrumpir. Nuestro momento de besos, en el sofá, se había acabado. Me levanto con cuidado, poniéndome mi camiseta, para ir a ver quién era. Paula. Otra vez, esa chica aquí. Le susurro a Samuel, que era ella, pero me dijo que no hiciera caso. Sin embargo ella era insistente, a pesar que nosotros nos quedamos en silencio. Decido apagar la luz, para que no se vea desde fuera, y regreso al lado de Samuel.

-¿Por qué apagas la luz?-pregunta él, 3n mi oído, erizando mi piel.

-Para no ver tu cara fea-bromeo.

Ambos nos echamos a reír, por lo bajo, hasta que él comenzó a hacerme cosquillas. No pude aguantar más la risa, se me escapó una carcajada fuerte. Con esto, Paula comenzó a llamar, al timbre mucho más.

-¡SAMUEL SÉ QUE ESTÁS AHÍ, ABRE!-grita ella, golpeando la puerta.

A pesar de mis insistencias, de que yo abro, es Samuel quien lo hace. Enciende la luz, y abre la puerta. Paula entra, empujándole hacia un lado, y se queda parada al verme. Se gira hacia Samuel, mirándole con mala cara, mientras me señala. Éste se limita a indicarle, que tome asiento en el sofá. Ella lo hace, sentándose en la otra punta. Detrás venían sus padres, quienes también tomaron asiento en el sofá, mirándome confundidos.

Samuel cierra la puerta, sentándose a mí lado. Toda esta situación me incomoda, quiero irme. Pero él toma mi mano, suplicando con la mirada, que me quede. Susurro un "lo siento", al oído, y me levanto.

-Si me disculpan, debo de irme.

Beso la mejilla de Samuel, tomando mi bolso, antes de irme. Camino hacia mi apartamento, estaba un poco lejos, pero quería despejarme. A estas horas, los autobuses suelen estar llenos. Nada más llegar, cené algo ligero, antes de irme a la cama. Estaba realmente cansada, mi cuerpo no daba para más.

A la mañana siguiente, un mensaje, me despierta. Abro un ojo, mirando quién es. Samuel. Él pedía que, fuera a su apartamento. Me levanto de la cama, me arreglo rápido y salgo para allá. Por el camino, miles de escenas pasaban por mi mente. ¿Y si le había pasado algo? Todo esto se esfumó, cuando me abrió despeinado, y sin camiseta. Rápidamente comprobé que todo estaba bien, efectivamente, falsa alarma. Él me abrazó, dirigiéndome hacia el sofá.

-Ayer, le conté todo a ellos-comienza a relatar, tomando mi mano.

-¿El qué? ¿Lo del accidente?-pregunto curiosa.

-Si, además les conté que, estamos juntos.

-¿En serio? ¿Y qué dijeron?-por favor, que lo acepten. Por favor, que lo acepten.

-No les parece nada bien-mierda, mierda, mierda. No me digas que...-Quieren que lo dejemos.


Mi sugar daddy (Vegetta777) *EN EDICIÓN*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora