Capítulo 54

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*Narra Sofía*

La mañana llega, iluminando nuestra habitación. Se nos olvidó bajar la persiana anoche, también las cortinas. Samuel sigue a mi lado dormido, no quiero que se vaya. Me posiciono sobre él, comenzando a besarle. En seguida sus manos acarician mis mulos, está comenzando a despertarse. Si lo distraigo, no se irá.

-Cariño, debo irme. Solamente nos da tiempo a desayunar, despedirnos e irnos-murmura Samuel, entre besos.

Le callo continuando besándole, mientras que algo debajo de mí, va creciendo. Muevo mis caderas, hacia delante y hacia detrás, creando fricción entre nuestras partes. Samuel suelta unos suspiros, para después gruñir, dando una vuelta, dejándome debajo suya. Ésta vez es él, quien ataca mi cuello.

-No, mi amor. Debemos parar-le detengo, separándome un poco de él.

Rápido me levanto de la cama, dejándole con el ceño fruncido. Corro hacia la cocina entre risas, disimulando que comienzo a hacer el desayuno. No pasa mucho rato, cuando siento sus brazos rodearme, mientras volvía a acariciar mi piel. Comienza dejando besos por mi cuello, y prosigue dándome la vuelta, subiéndome a la encimera.

-Amor, vas a llegar tarde-comento, tratando de separarme.

-No pasa nada, sin mí no sale el avión-responde, volviendo a atacar mi cuello.

-Tus padres me esperan, y el avión te espera a ti. Anda, ve a darte una ducha fría, mientras hago el desayuno. 

Le doy un último beso, bajándome de la encimera, para hacer el desayuno. Samuel se queda durante unos segundos parado, resople frustrado, y se da la vuelta, hacia la ducha. Por mi parte, me encargo de preparar todo, dejándolo en la mesa. Escucho que aún sigue en la ducha, por lo que subo para vestirme, y hacer la cama. Justo cuando termino, Samuel sale del baño, con una toalla en la cintura.

-Estuvo buena la ducha fría, eh-alzo mis cejas, repetidas veces, soltando una risita, por su mala cara.

Samuel se acerca lentamente a mí, tirándome a la cama, posicionándome sobre mí. Empieza a besar mi cuello, mientras sus manos recorren todo mi cuerpo, por encima de la ropa. Su mano se cuela por mi pantalón, comenzando a acariciar mi feminidad. Mi cuerpo se mueve automáticamente hacia su mano, en busca de más, mientras mi espalda se curva del placer. Mis manos bajan por su espalda, hasta su toalla, tratando de tirarla.

-Nos  están esperando, no podemos llegar tarde-Samuel se levanta de golpe, comenzando a vestirse.

-¿Cómo? ¿Esto es una venganza? ¡No es justo!-me cruzo de brazos, haciendo un puchero.-Venga amor... No me dejes así...-trato de acariciar su miembro, sobre el pantalón, pero no me lo permite.

-Cuando regrese, y estemos casados, te daré lo que quieras-murmura él, sobre mis labios.






Mi sugar daddy (Vegetta777) *EN EDICIÓN*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora