Epílogo

2.5K 146 56
                                    

Sentada en la mecedora, voy de atrás hacia delante. Estefanía ha caído dormida al fin, después de un largo rato de llanto. Samuel nos observa apoyado en el marco de la puerta, sonriéndonos tiernamente. Sonrío de vuelta, levantándome de la mecedora. Él se acerca para besar la frente de ambas, tomando a nuestra pequeña con cuidado. 

-Zeus te está llamando, quiere que bajes para jugar con él-susurra, para no despertar a Estefanía.

-De acuerdo mi amor, te dejo con la princesita.

Abandono la habitación, cerrando la puerta con cuidado. Lo que menos quiero es que, vuelva a despertarse. Bajo la escaleras de nuestro nuevo hogar, dirigiéndome hacia el jardín. Zeus corre de un lado a otro, huyendo de su abuelo. Mi suegra de mientras, está sentada tomando un té.

-¡Mami! ¡Ayúdame!-grita Zeus, en cuanto me ve aparecer.-¡El abuelo quiere atraparme!

Corro detrás de él, atrapándolo entre mis brazos. Mi suegro y yo, nos miramos cómplices, mientras que Zeus susurra un "oh no". Antes de que pueda escapar, ambos comenzamos a hacerle cosquillas. Seguidamente las carcajadas suenan por todo el lugar, mientras la suave brisa de verano nos envuelve.

Zeus y Estefanía, son nuestros pequeños cachitos de luz. Primero vino Zeus, quien ya ha cumplido cinco añitos. Es un niño muy inteligente, lleno de vitalidad, e inocencia. Tres años después, recibimos a Estefanía. La pequeña princesa de la casa, el ojito derecho de los dos hombres de la casa. Sin duda, ellos se derriten por ella, asegurando que deben de protegerla a toda costa. Con ellos dos, nos mudamos a una nueva casa. Ya que el apartamento, se nos quedaba muy pequeño, con dos niños. Ahora vivimos cerca de nuestros suegros, para que estuviesen más unidos. Ellos sin duda, están encantados.

Dejo a Zeus por fin tranquilo, al lado de su abuelo, que afirma dejarle en paz, a cambio de jugar con los cochecitos. Yo me acerco a mi suegra, tomando asiento a su lado. Poco después Samuel se une con Estefanía, quién al parecer ha decidido finalmente, que no desea dormir. Ella pasa a los brazos de mi suegra, y ésta la lleva con los chicos. Samuel toma mi mano, tirando suavemente de mí, para dejarme sentada en su regazo.

-Me siento cansada, tengo sueño...-susurro en su oído.

-¿Estás bien? Anoche dormiste demasiado, ¿estás enferma?-pregunta él, preocupado, tocando mi frente.

-No amor, estoy embarazada...

-¿En serio?-pregunta él, completamente sorprendido. Asiento varias veces con la cabeza, sintiendo cómo mis ojos se llenan de lágrimas-Dios, no lo puedo creer. Te amo, mi reina.

Samuel se levanta conmigo en brazos, comenzando a correr por el jardín. Nuestros ojos están llenos de lágrimas, sin embargo no dejamos de reír. Sus padres se quedan totalmente extrañados, hasta que nos acercamos para dar la buena noticia. Ellos nos reciben totalmente felices, como en los anteriores embarazos, envolviéndonos en un abrazo. También le damos la noticia a los pequeños, aunque Estefanía no lo entiende del todo. Zeus por otro lado, parece comprender el concepto de un nuevo hermanito, y nos abraza contento. Por fin tengo todo lo que quería, una familia amorosa y feliz.




Mi sugar daddy (Vegetta777) *EN EDICIÓN*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora