Mi sugar daddy (Vegetta777) *EN EDICIÓN*

Capítulo 15

*Narra Sofía*

Pero cuando traté de levantarme, dispuesta a abandonar la habitación, tiró de mi brazo, dejándome debajo suya.

-No has probado a besarme, en los labios-susurra, rozando nuestros labios.

-Bueno ya estás despierto, no hace falta hacerlo-me echo a reír, viendo su tierno puchero.

Doy la vuelta, quedándome encima de él, volviendo a rozar nuestros labios. Cierra los ojos, acercándose más a mí, pero aprovecho para escapar. Salgo corriendo de la habitación, entre risas, tratando de buscar un escondite. Por detrás escuchaba sus pasos, tratando de alcanzarme. Decido esconderme detrás del sofá, viendo cómo pasa de largo, hacia la cocina. Salgo de mi escondite, en silencio, para esconderme en mi habitación. Él consigue descubrirme y, por más que trato de correr, consigue atraparme.

Nuestras respiraciones estaban agitadas, no dejábamos de reír, ahora estaba presa entre sus brazos. Paso mis brazos por su cuello, mientras que él me abraza por la cintura. Me acerco a sus labios, besándole suavemente. Nos separábamos, para tomar aire, y enseguida volvíamos a besarnos. Sus manos bajan hacia mis muslos, levantándome, para que enredara mis piernas en su cintura. Comenzó a andar hacia la habitación, dejándome suavemente en la cama. Él quedó sobre mí, tratando de no echar todo su peso, sobre mí.

Continuamos con nuestros besos, mientras él retira mi camiseta. Por mi parte, recorría su torso, con mis manos. Empezó a bajar sus besos, por mi cuello, robándome algún que otro suspiro, por el camino. De repente, somos interrumpidos por el timbre, ambos resoplamos fastidiados. 

-Yo abro, quédate aquí-Samuel se incorpora, besando mi frente, antes de irse.

-De acuerdo...

Muerdo mis labios, viéndole abandonar la habitación. Recojo mi camiseta del suelo, poniéndomela nuevamente. Traté de esperar a Samuel, pero ya tardaba demasiado. Empecé a bajar las escaleras, quedándome en la mitad, viendo a una chica rubia en la puerta. Guardé silencio, escuchando lo que hablaban.

-Sami, ¿aún sigue esa chica aquí?-pregunta ella, con un tono despectivo.

-Sí, ¿qué pasa?-Samuel está apoyado en la puerta, sin dejarle pasar.

-Ten cuidado, como siga así, se te va acoplar.

-Tranquila, sólo es una SugarBaby. Ya sabes, una chica para echar el rato, pura diversión. Cuando me aburra, la echaré. Además, me da pena.

Sorprendida, dejo de escuchar, yendo a mi habitación. Me siento en el filo de la cama, dándole la espalda a la puerta, pensando a mil por hora. De fondo, escucho la puerta cerrarse, y los pasos de Samuel, subiendo la escalera. Quiero irme, no me puedo quedar aquí, no quiero verlo más.