Capítulo 60

2K 141 1
                                    

*Narra Sofía*

-Princesa, es hora de irnos-susurra Samuel en mi oído, acariciando suavemente mis brazos.

Toma mi mano, guiándome hacia cada familiar, para despedirnos de la gran mayoría. Ya quedaba poca gente, el resto se había ido más temprano. Un coche reservado para nosotros, se encarga de llevarnos directos a nuestro piso.

Una vez que llegamos, me toma como las parejas recién casadas, en las que el hombre toma a la mujer en brazos, antes de entrar en la casa. Ambos entramos entre risas, mi vestido era algo grande, y fue algo complicado entrar. Cuando por fin lo logra, camina hacia nuestra habitación, donde ya me deja en el suelo.

Se queda delante de mí, observándome detenidamente, con una pequeña sonrisa. Procede a retirar la corona que reposa en mi cabeza, retirando cada horquilla que hay en mi cabello. Con cuidado la deja en la cómoda, continuando con mi vestido. Sus manos pasean por mi cuerpo, antes de llegar a los botones. Lentamente desabrocha cada uno de ellos, dejando caer el vestido al suelo. Con cuidado, tomo su mano, para salir de éste y dejarlo a un lado.

Escucho un suspiro, por su parte, a la vez que sus labios besan mi hombro. Ahora era mi turno, me giro colocándome delante suya, quitando su chaqueta. Después procedo con su camisa, junto a su corbata. Lanzándolo igualmente, al montón de ropa, que ahora está a un lado de nuestra habitación. Antes de poder retirar sus pantalones, me deja suavemente sobre la cama, como si fuese una muñeca de porcelana. Sus labios poseen los míos, mientras que sus manos recorren mi cuerpo.

Mis manos intentan nuevamente, retirar su pantalón, por segunda vez. Él ríe por mis intentos, levantándose brevemente, para hacerlo. Además de sus zapatos, que también se unen al montón. Vuelve a situarse encima de mí, apoyando su peso en sus codos.

Sus labios hacen un camino de besos por mi cuello, bajando por mi pecho, dónde se entretiene lamiendo mis pechos. Breves descargas bajan hacia mi parte íntima, haciéndome suspirar. Vuelve a bajar lentamente por mi vientre, hasta llegar a la liga que adorna una de mis piernas. Una sonrisa se pinta en su rostro, sus ojos no abandonan mi rostro, mientras retira la liga con los dientes.

Acto seguido, siento su aliento chocar contra mi zona íntima. Sus labios dejan un camino de besos, por mis muslos, hasta que su lengua aterciopelada hace acto de presencia, justo en mi clítoris. Sus dedos se unen poco después, acariciando suavemente. Mis gemidos llenan la habitación, mis uñas quedan enterradas entre las sábanas, y mis caderas se mueven solas hacia su dirección.

Me incorporo un poco, tirando de su brazo, para volver a besarle. El beso procede a subir de tono, un beso que ambos necesitábamos. Necesitábamos este momento a solas, los dos, disfrutando del cuerpo del otro, como solo nosotros sabemos hacerlo. Pronto, la poca ropa que queda desaparece. Samuel estira su mano hacia la mesita, tomando un preservativo, antes de volver conmigo.

Una vez que coloca el preservativo, entra lentamente en mí, entrelazando nuestras manos, por encima de mi cabeza. Ambos soltamos un suspiro, que choca contra los labios del otro. Sus movimientos comienza lentamente, chocando contra mis caderas, que le busca desesperadamente. Trato de moverme aún más, exigiendo que aumente el ritmo. Samuel parece notarlo, ya que aumenta, chocando aún más fuerte contra mis caderas.

Tiempo después, ambos llegamos al orgasmo, gritando el nombre del otro. Samuel se deja caer sobre mí, abrazándome fuerte. Acaricio su pelo, sonriente, mientras ambos tratamos de recomponer nuestras respiraciones. Pero sin darnos cuenta, nos quedamos dormidos.

Mi sugar daddy (Vegetta777) *EN EDICIÓN*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora