Capítulo 26

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*Varios meses más tarde*

*Narra Sofía*

Samuel ya se había recuperado, por completo del accidente. Aún estábamos viviendo juntos, en su apartamento. La diferencia era que, yo le ayudaba a pagarlo, aunque él no quisiera. Ahora trabajo en otra cafetería, mucho más cerca de casa. Así no tenía que coger el transporte, ni caminar demasiado.

Llego a casa, después de trabajar. Samuel seguramente, estaba aún trabajando. Dejo mi bolso en la percha, que teníamos en la entrada, dirigiéndome hacia la cocina para hacer la comida. Rato después, escucho la cerradura, de la puerta principal.

-Ya he llegado, mi amor-canturrea, dejando sus cosas, en la entrada.

Se acerca a la cocina, desajustándose la corbata, y me besa. Paso los brazos por su cuello, continuando el beso. Él pasa sus manos por mis piernas, sentándome en la encimera. Baja los besos hasta mi cuello, mientras recorro todo su torso, con mis manos. Quita mi camiseta, tirándola a un lado, acariciando mis pechos por encima del sujetador. Hago lo mismo, desabrochando su camisa. 

Samuel vuelve a tomarme, para llevarme a la habitación. Suavemente me deja en la cama, mientras continuamos con los besos. Desabrocho su pantalón, bajándolo con su ayuda. El resto de prendas, desaparecen en pocos segundos. Entre caricias y besos, él estira su brazo hacia la mesilla, para coger la protección. Después de colocarla, entra en mí, provocando que ambos soltemos un gemido. Mis caderas, se movían al mismo ritmo, de sus movimientos. 

Hasta que llegamos al clímax, susurrando el nombre del otro. Samuel cae rendido sobre mí, susurrando "Te amo" en mi oído. Le abrazo, susurrando lo mismo. Así nos quedamos un rato, recuperando el aliento, abrazados en la cama.

-Tengo hambre, ¿y si hacemos la comida?-pregunta él, levantando la cabeza.

-En ello estaba, pero me has entretenido.

Ambos nos reímos, incorporándonos, para hacer la comida. Nos vestimos rápido, dirigiéndonos hacia la cocina. Colocamos todo en la barra, sentándonos a comer. 

Al finalizar, me quedo fregando los platos, mientras él se va a duchar. Después fue mi turno, de ducharme. Pasamos la tarde tumbados en el sofá, acurrucados, viendo películas. Por la noche cenamos algo ligero, antes de irnos a dormir. Él como siempre, me abrazaba por la cintura, dejándome sentir su respiración calmada en mi cuello. Yo acariciaba su brazo, mientras me dejaba vencer por el sueño.


Mi sugar daddy (Vegetta777) *EN EDICIÓN*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora