Capítulo 4

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Marinette.

¡Vamos Tikki! —mis piernas ya empezaban a temblar, y ni siquiera había salido de mi casa.

Mi pequeña motita roja apareció, y rápidamente se puso en mi bolso. Cogí mi mochila, y bajé corriendo las escaleras. Mis padres ya no estaban ahí, por lo que supuse que era más tarde de lo normal.

Cogí un croissant que había en la encimera de la cocina, y empecé a correr.

—Marinette, recuerda relajarte hoy. —dijo Tikki desde mi bolso. Tuve que parar por culpa del paso de cebra. —Recuerda lo que te dijo Luka....

—Transmitele confianza, y así será mucho mejor para los dos. —dije masticando el croissant. —Ay, Tikki... ¿Y si me rechaza? ¿Qué haré? ¿Qué diré? O peor, no quiero llorar delante de Adrien. —dije elevando mis manos por los aires.

—Ya verás como te acepta, Marinette. Y si no lo hace, se está perdiendo algo realmente valioso. —dijo Tikki. Le Sonreí con dulzura.

El semáforo se puso en verde, y empecé de nuevo a correr. Con suerte, la señorita Bustier me dejara entrar en clases. Subí rápidamente las escaleras, tropecé con una haciendo que lo que llevara en el bolso se cayera.

Cogí todo con rapideza, y lo metí en mi bolso, pero mi teléfono empezó a vibrar. Lo encendí para quitarle la vibracion, pero un mensaje de Luka llamó mi atención.

Luka

Si llega a pasar algo, petite, no dudes en venir a casa. ¡Ten mucha suerte! ❤️

Sonreí y dejé el mensaje en visto. No tenía tiempo para responderle ahora mismo, pero agradecía el gesto por parte de Luka.

Llegué a clase y toqué la puerta. Asomé mi cabeza por ella y vi a todos concentrados en la clase de literatura. Mi vista se posó en mi sitio, y luego en Alya, que fue la única que se percató de que había abierto la puerta.

Tragué despacio, y empecé a caminar lentamente hacia mi sitio, pero como no, la arpía de Lila siempre fastidiándolo todo.

—Señorita Bustier, Marinette llega tarde. —dijo al lado de Nath, mientras me miraba con saña.

Será...

—Marinette, ¿por qué llegas tan tarde? —preguntó con una sonrisa en la cara. A pesar de tener esa sonrisa, sabía perfectamente que la señorita Bustier era estricta.

—Hm, yo... —reí nerviosa. Todos, literalmente, todos, tenían puestos los ojos en mi.

—¿Tu hamster otra vez? —preguntó la pelirroja.

Asentí enérgicamente. —Si verá, mi hamster escondió mi teléfono y pues me he despertado tarde. —dije con una sonrisa nerviosa.

Bustier asintió con la cabeza y me señaló mi sitio. Suspiré de alivio, y me senté en mi sitio.

—Intenta llegar más pronto, ¿esta bien, Marinette? —Asentí con la cabeza, y ella continuó con su clase.

Alya me dio un codazo en la costilla, y la miré por el rabillo del ojos. Ella cogió un trozo de su libreta, y empezó a escribir en él. Luego, me tendió el papel con sutileza.

"¿Lo vas a hacer hoy?"

Asentí con la cabeza dándole de nuevo el papel. Ella empezó a hacer movimiento extraños con sus manos. La miré por el rabillo del ojo atónita.

Mi mejor amiga está loca.

~_~_~_~_~_~

Mis piernas empezabana temblar. Si, ya había llegado la hora en la que había acordado con Adrien. Él sonriente y tan radiante como siempre, aceptó a esperarme en los casilleros antes de marcharnos cada uno a casa.

one last time ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora