Los Silver Element

Capitulo 33

En fin, a la mañana siguiente, me levante bastante emocionado, hoy por fin seria el día en el que yo la vería en traje de baño, ¡¿Qué, no me juzguen?! Como sea. Pase a recoger a Dániel a su casa, este de igual forma estaba emocionado, y no lo culpa, al parecer Otome irá, y si conozco a mi amigo, que así es, él no se perderá esta oportunidad para verla en traje de baño. Supongo que el resto de mis compañeros estará en el parque.

El parque acuático esta algo alejado del centro de la ciudad, pero no a las afueras de este, tardamos alrededor de media hora en llegar usando el transporte público; por más que rogué, mi madre no me dejó traer la moto, ya ni modo. Al llegar ahí, Rajá, Marco, Makoto, Otome y Sahionje ya nos esperaban en la entrada del parque; Dániel y yo saludamos cortes mente, claramente, ellas aun no traían sus trajes puestos, como sea, aun puedo esperar un poco más.

Ya estando instalados en un sitio, las chicas se fueron a cambiar, por lo que, también nosotros lo hicimos. Nosotros los chicos, llegamos antes que las chicas, ¿Me pregunto en donde estarán?, esperamos por unos veinte minutos más; vaya, las chicas si que se toman su tiempo, me pregunto si... ¡Santo señor!... ¡No puede ser! Mientras estaba baboseando como idiota, desvié la mirada hacia el lugar en donde esas dos chicas estaban. Las chicas venían caminando hacia nosotros, riéndose de algo, quien sabe de qué será, pero, ellas sí que se ven lindas. Otome tría un lindo biquini azul, mientras que el de Sahionje era de un color marrón.

Obviamente, a todos se nos salieron los ojos de la cara, en sentido figurado claro, ellas sí que se ven hermosas.

— Hola chicos, y bien ¿Cómo nos vemos? — preguntó Sahionje de forma aparentemente inocente.

— ¡Hermosas! — A Rajá se le está saliendo la baba.

— Vaya... ustedes... se... se ven... he... — me lleva, ni una sola palabra puede salir de mis labios — diles tu Makoto.

— No hay palabras para describir su belleza, — si Makoto no tiene novia es por elección, ya que su don para hablar y conquistar con ellas es nato; es super formal y cortes — disculpen mi atrevimiento... lamento que nada más poético haya venido a mi mente en este momento, pero es lo que tengo.

— Gracias. — Sahionje agradeció algo sonrojada. ¿Por qué cara no me salió un cumplido al menos?

— Dániel, — Otome se acercó a mi amigo bastante nerviosa; Dániel la recibió con todo gusto — bueno, ¿Me puedes ayudar?, es que, yo no sé nadar muy bien. — que conveniente.

— Por ti, lo que sea mi amor.

Pero que a comedido es Dániel, bueno, afín de cuentas es su novia, es normal que hagan ese tipo de cosas, supongo... me sorprende como es que ellos en unas semanas ya hayan consolidado una relación y yo no, soy un fracaso. Mientras Dániel se fue de acomedido con Otome, Makoto y el resto nos metimos a nadar. Sé que solo hay dos chicas, y que técnicamente solo una está soltera, pero aun así, el resto de mis amigos se mostraron muy respetuosos conmigo, me refiero a que no le coquetearon a Sahionje como yo esperaba, afín de cuentas, ellos saben que me gusta; inclusive Rajá, considero que últimamente me ha estado asustando. Todos, de forma nada discreta, se retiraron a ver la variedad de atracciones que ofrecía el parque acuático, al final, me quede solo con la hermosa Sahionje. Parece que les tengo que agradecer este grande favor.

— Y bien, ¿Ya estás listo? — me preguntó una intrépida Sahionje.

— Tu solo di a donde, y yo te sigo.

— Bueno, ¿Qué tal si probamos ese tobogán? — ella señaló el tobogán más grande del parque.

¡Aaaaah! Debo dejar de ser tan presto a todo lo que me dicen. Como ya había dicho, ella, me llevó a uno de los toboganes más grandes de todo el parque, por no decir que el más grande. No es que le tenga miedo a las alturas, es solo que ya no quiero más emociones extremas por un día, como sea. Ella, me hizo subir a él, una, y otra, y otra vez, ¡Ah, estoy demacrado! No creo poder seguir con esto, bueno, al menos ella está feliz.