Capitulo 38

10 3 0
                                    

Al día siguiente, me dirigí a la escuela con la esperanza de que lo que predicaban los maestros se me quedara gravado en la memoria. Siendo sincero no espero que algo más pase, y así, pase la mayor parte del día, todo iba demasiado normal, Sahionje se veía tan linda como siempre.

Al final de la clase, lo anormal sucedió, salía feliz de la vida de la clase, cuando alguien me toco el hombro, ¡¿Es neta... acaso esta de modo asustarme?!

— ¡Por favor Otome no me espantes así! Lo siento, no me lo tomes a mal, es solo que, soy muy asustadizo.

— Lo siento... no fue mi intención hacerlo... — ella se ve bastante nerviosa — necesito que me acompañes... necesito hablar contigo, es sobre Dániel.

Si se trata de Dániel, creo que debo ir... ¡No es cierto! ¡¿A caso está de moda llevarme a la azotea?! Como sea... ya estoy aquí con ella. Por desconfianza, deje la puerta abierta, siendo franco, ya no se puede confiar en nadie en estos días, no después de todo lo que he vivido. Ella, se fue hasta el otro extremo de la azotea con sus manos en la espalda, yo me quede e muy cerca de la puerta.

— Dime, ¿Ahora que hizo ese idiota?

En ese momento, ella dio un giro brusco con la mano, haciendo que la puerta se serrara... ¡¿Qué demonios?!

— Lo... lo siento... tengo que hacer esto... — ¡No puede ser! Ella es una Datos, espera, acaso, ¿También quiere matarme? — los grandes regentes de alto rango quieren que regresemos a nuestro planeta... o al menos mis colegas, y que yo, debido a una falla en mis sistemas no puedo volver a mi planeta.

— ¡¿A qué carajo viene esto?!

— Veras, des de que los Silver Element derrotaron a la sombra, se dice que la energía del punto B del universo ha desaparecido, siendo sincera, yo no creo que esto sea cierto, yo sigo creyendo que la verdadera amenaza es Sahionje... te he traído aquí para comprobar mi teoría.

— ¡¿Me vas a matar?! — a diferencia de alguna de las otras chicas que intentó matarme, ella se nota serena. No hay una sola pisca de sadismo en sus acciones o palabras.

— Muerto no me sirves de mucho. Mi plan es ocuparte de otra manera, necesito que vengas conmigo.

No quería ser el responsable de otra muerte, así que discretamente, active el artefacto que Michel me dio. De igual manera, termine embocando la armadura dorada del ser puro, lo cual, activaría mi localizador elemental, llamando a mis compañeros. Debido a esta última acción, Otome se quedó totalmente sorprendida; supongo que tampoco se esperaba esta revelación.

— ¡Sí! tu eres el Silver Puro, ¡Tenía razón... odio cuando tengo razón!

--- ¿Razón... a qué te refieres? — esperen, ¿Dije sorprendida?, debía de haber dicho, entusiasmada, pero, ¿Por qué razón ella se alegraría en que yo fuera el Silver Puro?

Sin embargo, antes de que pudiera seguir con su celebración, justo detrás de Otome, apareció una molesta Michel, la cual supongo que dio un gran salto desde el suelo para llegar aquí. Ella, tenía en su mano una espada de plasma, Michel se colocó en frente de Otome, mirando hacia mí, posteriormente, puso la espada en el cuello de Otome.

— ¡¿Qué rallos crees que estás haciendo?! ¡¿También tú me harás las cosas más difíciles?!

— Michel, no es lo que crees.

— Tu misión, era observar al sujeto de investigación desde una distancia considerable... te deje acercarte a Dániel porque sé que tu falla te hacía sentir cosas hacia él... quería que por lo menos tú supieras lo que es amar a otro ser vivo, y que te liberaras de las garras opresoras de los grandes regentes de alto rango... ¿Sabes lo riesgo so que eso fue para mí?

— Antes de que cometas una locura, déjame explicar.

— Tengo una idea mejor... La voz de Makoto se hizo presente justo detrás de mí — ¿Por qué no nos explicas a todos?

El resto de mis compañeras aparecieron atrás de mí portando sus respectivas armaduras. Otome quedo desconcertada al ver a los Silver Element colaborando con Michel.

— También les dirás a ellos. — Advirtió Michel.

— Está bien. — contestó Otome resignada.

— Así que... — La voz de Dániel se hizo presente — esta eres en realidad... con que chica ordinaria ¿He?

Oh no... Lo olvidaba... Dániel... él, comenzó a quitarse el casco, revelando a Otome quien era en realidad. Él, se mostraba decepcionado, desilusionado, con el corazón roto, Otome, se quedó como si hubiera visto a un muerto... creo que algo está a punto de estallar aquí.

— Dá... Dániel, yo... — la voz nerviosa de Otome fue cortada de golpe, por el mismo Dániel.

— Lo siento... pero... no puedo con esto... — Dániel se siente traicionado de alguna manera — ¡¿Cuánto tiempo creías que me engañarías?! ¡¿Siquiera me amaste?! ¿O todo fue parte de tu investigación?... ¿También fingiste el beso? — ¿Beso?

— Yo... yo... Dániel.

— ¿Sabes?, no quiero escuchar más... me largo.

— ¡Dániel!

Ella, intento seguirlo, pero Michel, detuvo su avance.

— Nos veremos en el arco del triunfo a las ocho... que nadie falte.

Yo examine la expresión de Otome, en ella, yo notaba sinceridad... claramente, ella si sentía algo por Dániel, lo sé porque, después de que Michel se fuera, ella, rompió el llanto, y cayó de rodillas al suelo. Yo por mi parte, tuve que consolar a mi amigo, él estaba destrozado, pero creo que Otome también, tal vez deba dejar que ellos dos lo resuelvan; sin embargo, también debo cuidar a Dániel, él era alguien sumamente impulsivo en este tipo de situaciones.

Vaya, creí que esto ya había terminado, pero, aunque ya no era el comienzo, sí que todavía, no terminaba.

Vaya, creí que esto ya había terminado, pero, aunque ya no era el comienzo, sí que todavía, no terminaba

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Los Silver ElementDonde viven las historias. Descúbrelo ahora