Los Silver Element

Capitulo 22

Ya era jueves, siendo sincero, no deseaba que algo pasara ese día; la hora anterior, ya habíamos cargado muchas cosas, para organizar la cancha de baloncesto, y de esta manera convertirla en un recinto para albergar un baile escolar; sin embargo, mi suerte apesta, ya que ese día, tuvo que pasar algo, estábamos felices, Dániel, Rajá y yo. Dániel, me contaba cómo le iba con Otome; tal parece que se llevan bastante bien, me alegro por él. Por otro lado, Rajá lo cuestionaba, y le reclamaba el hecho de que Dániel si había podido conocer a alguien y él no; si yo fuera una chica, también me alejaría de ti Rajá. Mientras platicábamos, un loco irrumpió en el salón, gritando y repitiendo el nombre de Rajá, ¡¿Ah, en que lío se habrá metido este tipo?! Espera, ese no es, ¿Eduardo?

— Tú, maldito bastardo, he venido a cobrar venganza. — Eduardo, el que se hace llamar a sí mismo, él próximo gran actor de Hollywood. Este parecía estar bastante molesto, señaló a Rajá con su dedo índice.

— Hola, ¿Cómo has estado?, hace siglos que no te veía. — Rajá respondió de una forma burlona, pero bastante relajada.

— ¡¿Qué cómo me siento?! Por tu culpa y la de todos tus amigos, vivo en desgracia, tú y los otros dos bastardos que tienes por amigos.

¿Qué acaba de decir, Dániel y yo? Bueno, el tipo se ve bastante indignado, no se le ve nada bien, creo que parece que hace un rato estuvo llorando, se le nota en los ojos. ¡Ah! Supongo que es parte del club de teatro; he ahí por qué lo de Hollywood.

— ¿He, nos podrías explicar? — Al escuchar que lo llamaron bastardo, Dániel se levantó de su silla y encaró a Eduardo. — te ves demasiado alterado.

— Como puede ser que ya no se acuerden.

— ¿Qué... te robamos las hadas para tu obra? — pregunté con sarcasmo — ¿Exactamente que deberíamos recordar?

— Dejen que yo les refresque la memoria — Genial, ya empezó a sobreactuar — todo comenzó hace cuatro meses, yo estaba feliz y tranquilo con mi novia... — Oh, espera, ya me acordé.

— Que yo recuerde, ella no era tu novia. — esa chica ni le hacía caso según recuerdo.

— ¡Sí lo era! Solo que ella no lo sabía aun... — todos nos quedamos con cara de incredulidad y fastidio — en ese momento Rajá llego y empezó a levantarme calumnias en frente de ella... — Rajá interrumpió la explicación, con una gran carcajada.

— ¡Sí, ya me acordé! eso fue divertido.

— Poco después llegaron ustedes y le dieron alientos, lo siguieron animando, ella me miro con desprecio, y se fue.

— En ese entonces creímos que era divertido, y, además, ni siquiera consintamos bien a Rajá, solo lo apoyamos porque era divertido.

— ¡¿Cómo osas interrumpirme Dániel?! — genial, ya empezó a entonar la voz — Desde ese día juré venganza, jamás olvide sus rostros, los rostros de la malicia. Antes no lo hacía, porque no estaba preparado, pero ahora, al fin lo estoy, y serán avergonzados frente a toda la escuela.

— ¿Nos retarás a pelear a cada uno de nosotros?

— ¿Pelear? No, el pelear arruinará mi hermoso rostro, y lo necesito para triunfar en el club de teatro...

Savia que era del club de teatro, nadie habla tan enunciativamente, ni gesticula tan exageradamente.

— Se me ocurre mejor... ¡Un duelo de baile!

Todos nos reímos a carcajadas, es que en serio ¿Duelo de baile? Creo que incluso Rajá no sería tan idiota como para aceptar tal cosa.

— Así que rechazan mi propuesta, tienen miedo de enfrentarse a un bailarín experimentado.