Mi nombre es Estaban Radle, aparentemente soy un chico normal; sin embargo, hay algo diferente en mí, hay algo especial en mi genérica. Yo, junto con un grupo de chicos más, somos parte de una raza extinta conocida como, Los Silver Element.
Es algo...
¡Claramente, estoy furioso, así que ella es quien me iba a traicionar, bueno, no me quedaré aquí parado esperando a Michel, aún no quiero morir!
— ¡Eres un maldito!
Emboque la espada de luz, ella me ataco con la espada, yo bloque el ataque de forma efectiva; ambos comenzamos a chocar espadas. Su técnica es bastante diferente a la que los maestros me enseñaron; creo que es algo obvio que las técnicas de lucha de una alienígena sean diferentes a las de un humano. Me alejé de ella por un minuto, en ese momento, detrás de mí se formaron varios cristales azules; me percate de esto, y rápidamente me agache al suelo, mientras me deslizaba hacia atrás, los cristales se elevaron, y dieron la vuelta hacia mí, como enormes cuchillas que no se detiene hasta acabar contigo.
Estos intentaron atacarme, los esquivé, estos se enterraron en el suelo; los tentáculos no tardaron en aparecer, emboque dos escudos de energía pura en mis dos brazos, con los cuales me cubrí de estos tentáculos, pero me jugó sucio. Mientras estaba distraído, discretamente, un laso de plasma se enredó en mis pies, levantándome y colgándome de pies, procedió a atarme las manos. Eso sí que fue un golpe bajo.
— ¡Al fin, te asesinaré!
¡No puedo estar perdido! ¡Aún no! En ese momento, un bloque de hielo gigante se deslizó por el suelo, llevándose a Futsino de corbata, ¡No puede ser! Ese es ¡¿Dániel?!
— Si vas a matar a alguien mátalo, no es necesario que lo platiques. — Dijo Dániel mientras hacía su aparición.
— ¡¿Pero cómo?! ¿Qué estás haciendo aquí?
— Ni yo lo sé, solo paseaba por el parque, y la realidad se tornó azul, después oí ruidos y vine a ver, ¿Esa no es Futsino? ¿Por qué rallos te quiere matar?
— Es una larga historia. ¿Me puedes bajar de aquí?
— Claro, pero, luego me la cuentas.
Dániel me liberó de mis ataduras; él ya traía su armadura puesta, el mismo modelo que yo, solo que en colores azul noche, y azul agua, claramente él, estaba confundido. Futsino lanzo una esfera de plasma hacia mí, yo salí volando por los aires... ¡Tengo que ser más precavido!... la tonalidad azul se perdió, siendo remplazada por una roja, Futsino, trato de aplastar a Dániel con los tentáculos, este los fue esquivando uno a uno.
— ¡Ah! ¡¿Qué te pasa mujer?! ¡¿Estás loca o qué onda?!
— ¡Idiota!
— ¡Oye deja de embocar tentáculos! ¡¿Qué no sabes que son ilegales?! ¡Los tentáculos son mal vistos por la ONU!
Tardó algo, pero Futsino lo atrapo, lo tomo de las cuatro extremidades con unos tentáculos.
— ¡Me encargaré de ti después!
Ella se dirigió hacia mí, aún estaba desorientado, me volvió a tomar de las extremidades, y se en carrero hacia mí con su espada en mano, en ese momento, el programa de distorsión del tiempo, comenzó a agrietarse; después, una nube de polvo inundo el lugar. Cuando esta se disipo, pude ver a Michel atravesada por la espada de Futsino.
— ¡¿Qué... rallos crees... que estás haciendo?! — la voz de Michel se había elevado mucho más de lo usual.
— ¡Sera mejor que te apartes!
— ¡No... tú tienes que apartarte!
En ese momento Michel retiro la espada de su pecho, y la lanzo lejos; poco después de eso, los tentáculos se destruyeron. Dániel había logrado congelar los tentáculos que lo ataban, y de esta manera, logó liberarse; sin embargo, con una pequeña mueca, le dije a Dániel que no se acercara. Dániel supuso que las cosas se pondrían feas, por lo que se escondió detrás de un iglú de hielo transparente, parecerá que no, pero en realidad eso es muy resistente.
— ¡Ahora tú me explicaras que y quien carajo es la sombra!
— ¡No te debo explicaciones a ti!
— Sabes bien que puedo tomar posesión del espacio de distorsión del tiempo, y enviarte directamente a nuestro planeta con un reseteo... — Michel se notaba bastante dolida, creo que nunca la había visto así — ¡¿Por qué?! Habría sospechado de otro menos de ti.
— ¡¿Por qué, por qué?! ¡Estoy harta de ser siempre la numero dos! Tu siempre eras la perfecta y dotada, incluso nuestra madre te quería más a ti que a mí.
¡¿Espera qué, nuestra madre?! En ese momento Futsino comenzó a llorar.
— ¡No, tú te hiciste a un lado al igual que una niña malcriada! ¡Yo era un ejemplo para ti! Nuestros padres me diseñaron de esa manera.
— ¡Yo no quería un ejemplo, yo quería una hermana! ¡Pero yo perdí a mi hermana cuando me delataste ese día!
— ¡Obedecí las reglas, tú hiciste mal y lo sabes!
— ¡¿Qué me harás?! ¡¿Resetear mis datos?!
— ¡No porque de esa manera regresaras a nuestro planeta, donde los grandes regentes de alto rango te castigarían sin piedad, y yo no quiero eso!
— ¡¿Entonces qué harás?!
— Ten encerrare en la esfera de Damizón.
— ¡No! — una luz cegadora apareció de la nada, y cuando esta se disipó, no logré ver a Futsino.
Después de unos segundos, logré verla otra vez; ella, trataba de escapar, pero Michel la siguió, y la tumbo al suelo. En ese momento, Michel saco una esfera de su chaqueta roja.
— ¡¿Por qué lo proteges?! El no pertenece a nuestra raza, espera, no puede ser, esa mirada, acaso tu...
— Ese humano es importante para la misión, ya lo sabes.
— ¿Cuándo le dirás a Esteban que lo quieres?
En ese momento, Michel, abrió la esfera, y Futsino fue tragada por esta. Dániel y yo estábamos con cara de, ¡¿Qué carajo acaba de pasar?! Claro más Dániel. El espacio de distorsión del tiempo comenzó a romperse, liberándome de mis ataduras.
— ¿Por qué no me dijiste que Futsino era tu hermana? — pregunté de forma delicada.
— No te debo explicaciones a ti. — esa voz casi imperceptible y fría regresó.
Aunque no derramaba lágrimas, era obvio que tenía el corazón destrozado. El programa de distorsión terminó de romperse, y todo regreso a la normalidad. Lo último que le vi a Michel, fue una mirada triste, posteriormente, se echó a correr.
— Vaya, con este poder he salvado vidas, pero creo que he destrozado otras, creo que, estoy reconsiderando seriamente si es correcto que yo sea Silver Puro.
— No digas tontería, pero tengo que admitir que fue un pensamiento muy profundo. — Dániel salió de su trinchera, y poso su brazo en la hombrera de la armadura.
— Siento haberte involucrado en esto.
— No te preocupes, afín de cuentas, somos amigos y nos apoyamos en todo; pero opino que será mejor que me expliques todo con lujo de detalle.
Ambos, nos quitamos las armaduras con un mismo movimiento, y nos dignamos a salir del parque. ¿Me pregunto cómo es que Dániel no quedo fuera del espacio de distorsión del tiempo?, pero bueno, me vi obligado a contarle, me alegra que haya sido él y no otro de los Silver, solo le pedí que no dijera nada, él me lo prometió por su madre.
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