Capitulo 40

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Considero que está de más decir que, no pude dormir nada esa noche... siendo sincero, me sentía como si el resto del mundo me abandonara, y, que solo yo, era el afectado por todo lo que está pasando. Siendo franco, ni siquiera soy capaz de ver a Sahionje a los ojos, cada vez que ella me habla, solo, examino cada una de sus expresiones, cada una de sus palabras, buscando alguna prueba que me afirme, que ella, es solo una linda chica de instituto.

— Sahionje... — en una hora libre, decidí armarme de valor, y quitarme el nudo de la garganta, para ejecutar la primera fase del plan — bueno... me preguntaba si podrías verme en el parque a las nueve.

— ¿Las nueve... porqué tan tarde? — ella me sonrió de una forma tan tierna.

— Oh, es solo que a esa hora estoy libre, ya sabes, mucho trabajo. — les juro que estoy demasiado nervioso, demasiado ansioso.

— Bueno, si es por ti, como negarme... — ella me guiño un ojo; yo simplemente le sonreí un poco, sin embargo, ella se dio cuenta de que algo no estaba bien — ¿Te sientes bien? Estas algo pálido.

— No, no es nada, no te preocupes.

No me sentía nada bien... al final de clases, me dirigí a mi casa, con la mirada perdida, como si fuera un zombie, pensando en que es lo que puede pasar. Tengo un mal presentimiento, siendo sincero, no quiero que el tiempo avance más, pero, claramente, sucedió todo lo contrario, y cuando menos lo espere... recibí una llamada de Makoto. Él me quería ver en su casa antes de la cita, a pesar de lo frustrado que estoy, tuve que ir. El resto del equipo, ya se encontraba ahí.

— Bueno... — Makoto llamó nuestra atención — antes que todo, Esteban, esto es una comprobación... quiero que sepas, que pase lo que pase, todos estaremos de tu lado.

— Gracias. — contesté con un nudo en la garganta.

— Ya lo saben... pase lo que pase, la prioridad, es proteger a Esteban, en caso de que algo malo llegara a pasar...

Vaya, no creí que todos me darían su apoyo, pero, aun así, seguía pensando en todo el mar de posibilidades que podrían llegar a pasar. Al llegar la tarde, nos dirigimos al parque, Makoto, le ordeno a el resto de Silver que evacuaran lo más que pudieran el parque; nos encontramos con Michel, Otome, Wasabi y William en el parque, todos, se asignaron posiciones diferentes, y comenzaron a prepararse para lo peor. Mi cabeza no puede dejar de pensar en todo lo que puede pasar, ¿Qué pasa si ella realmente es la hija directa del punto B del universo? ¿Qué sucederá si resulta ser una linda chica de instituto, y yo le revelo mi identidad? ¿Si llega a ocurrir lo primero, seré capaz de matarla? ¡Carajo!

— ¿Evacuaron todo el parque? — preguntó Makoto a todo el equipo.

— Estoy noventa y nueve por ciento seguro de que sí. — contestó Rajá de forma entusiasta.

— Con eso basta.

La hora predicha se acerca, al dar las nueve, mi corazón estaba al borde del colapso, mi ansiedad se incrementa aún más, cuando veo que Sahionje no aparece por ningún lado; ni siquiera me contesta los mensajes, ya le mande mi ubicación y todo, ¡Ah! No sé qué es lo que pasará. Mi corazón está al borde del colapso, hasta que la hermosa Sahionje, hace su aparición; en ese momento, mi corazón se detuvo por un segundo. Ella estaba portando un hermoso abrigo roza, que según ella me dijo, era su color favorito, siempre portando uno de sus hermosos vestidos; poco a poco, me fui acercando ella, con las manos en las bolsas, y con el rostro, mirando hacia el suelo.

— Hola... ¿Cómo estás? — la saludé cortésmente.

— Bien — su sonrisa sigue siendo exquisita, al igual que siempre — por un momento creí que me dejarías plantada... — ella se encoje de hombros y comienza a juguetear con sus pies un rato — hace frío ¿No crees?

— Si, un poco. — un silencio pequeño inundó el lugar.

— ¿Recuerdas la noche en la que te dije que mis padres se iban a separar?... fue en este mismo lugar donde... bueno... casi nos besamos...

— Sahionje... — la interrumpo de golpe, no quiero hacerlo, pero de no hacerlo, nunca estaré seguro de que es verdad y que no — yo... no he sido totalmente sincero contigo.

— ¿A qué te refieres?

— Me refiero a que... yo... yo no soy lo que tú crees... antes de todo, quiero decirte que tú eres la mejor persona que haya conocido en toda mi vida... y... que tú me gustas mucho... — eso lo dije tan rápido que casi me quedo sin aliento.

— Esteban me estas asustando... ¿Qué ocurre?

— En caso de que esto no fuera conforme a lo que yo espero, quiero que sepas... que... te amo.

Con un temor incomparable, emboque la armadura dorada del ser puro justo en frente de ella. Su expresión, era de sorpresa, y de confusión, saca las manos de sus bolsillos, y me mira como si hubiera visto a un muerto... solo... solo espero tener razón.

— Imposible... tu no... no...

— Esto es lo que soy yo... yo soy... un Silver Element. — ella se llevó las manos a la cara, tapando su boca, como si tratara de retener un sollozo.

— ¡Eso... no, no puede ser! ¡Entonces... eso significaría... que... que... debo eliminarte!

¡¿Qué carajo dijo?! ¡No... Por favor díganme que no es verdad... no... Ella no puede ser! ¡¿Por qué... porqué siempre me pasan este tipo de cosas a mí?!

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Los Silver ElementDonde viven las historias. Descúbrelo ahora