Cap. 12 -. Mas mentiras

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Inmediatamente me arrepentiría de haberla dejado ir sin decirle lo mucho que la amaba, Serena se alejó sin tener idea del gran amor que hacía años sentía por ella pero que había sido tan estúpido para no notarlo, como era de esperar llegué a casa casi detrás de ella, me baje del Jeep tan rápido como pude pero no pude alcanzarla, cada vez que abría mi boca terminaba por herirla y eso se estaba volviendo un patrón que temía se volviera consecutivo. Subí a mi alcoba y me deje caer en mi cama pensando para mis adentros tantas cosas que no me dejarían dormir.

A la mañana siguiente sábado no hay escuela por suerte, Serena casi no habría dormido por los mil sentimientos que se cruzaban uno tras otro en su mente, aunque ya estaba cansada de tanto llorar no podía evitarlo pues cada gota que surgía de sus bellos ojos era muy demandada por su corazón, aún así se puso de pie, tomo una larga ducha con agua caliente que la reanimó un poco más, cepillo su larga y rubia cabellera y perfumo sus muñecas, quería verse mejor para que sus padres ya no se preocuparan por ella, estaba en eso cuando su madre entro a su alcoba.

—Buenos días cariño, ¿Como amaneciste? —pregunto mientras tomaba asiento en la cama de su hija.

—. Mejor ma' no te preocupes ¿Cómo les fue anoche? —quiso cambiar de tema.

—. Bien, fue una cena muy agradable, hacía tiempo que no teníamos una velada así, pero bueno... Hija abajo está un chico que quiere verte.

Serena detuvo los movimientos de su mano y pensó —¿Quien podría ser? — volteo a mirar a su madre con el rostro lleno de asombro y curiosidad. —¿Un chico? ¿Te dijo su nombre, quien es?

—. Se llama Seiya, dice que le urge hablar contigo, se ve un poco agitado, acaso... ¿Es él quien te lastimo? —pregunto Ikuko entrecerrando los ojos curiosa.

—. No, él no es quien me hirió no te apures, pero... No quiero hablar con él, le puedes decir que no estoy en casa mamá. —pidió mientras se ponia de pie y caminaba hacia su madre.

—. Lo lamento hija le dije que bajarias en un momento, pensé que era algún amigo tuyo, anda mi amor, baja plática con él tal vez te haga bien, me preocupa que ya no sales y ya incluso no hablas con Darién.

Para que su madre no se preocupara más, Serena accedió a bajar y hablar con Seiya, Ikuko bajo y le dijo al chico que esperara un momento, ella respiro profundo como tratando de tomar valor y no llorar frente a él pues al final de cuentas él había sido quien le había dicho la verdad la cual la había destrozado.

Lentamente bajo uno a uno los escalones tratando de controlar el temblor de sus manos, al entrar a la sala lo vio ahí parado de espaldas aún no había notado su presencia por lo que ella aclaro su garganta para anunciar su llegaba, Seiya volteó rápidamente para darse cuenta del aspecto triste y demacrado que tenía, se sintió realmente mal por verla así pues sin darse cuenta había llegado a sentir algo por ella, algo con lo que no contaba y que lo tenía realmente desconcertado al grado casi de no poder estar más tiempo sin verla.

Serena no dijo una sola palabra se quedó parada en la puerta de la sala, Seiya con la mirada baja camino rodeando el sofá hasta quedar casi frente a ella.

—. ¿Que haces aquí? ¿A qué veniste? —pregunto con la voz cargada de rabia.

—. Quería saber cómo estabas, no te eh visto en la escuela y realmente me preocupe...

—. Soltó una risita burlona que logró desubicarlo. —¿Preocupado? ¿Por mi? Por favor, Seiya no mientas, todo lo que pasó es en parte tu culpa y ahora vienes y me dices que estás preocupado, no lo creo en verdad, por favor solo dime lo que quieres y vete.

—. Sé que me equivoqué, lo lamento, te lastime y eso me está matando, yo... En verdad quería acercarme a ti, se que hice mal en ayudar a Darién pero no sabía que más hacer para que te abrieras conmigo, realmente me gustas y solo quería la oportunidad de conocerte y que me conocieras.

—. Y dime algo, ¿Fuiste totalmente sincero conmigo? —esa pregunta dejo pensando por un par de segundos a Seiya pues sabía lo que había hecho pero no estaba dispuesto a decir la verdad y terminar de perderla.

—. Lo hice, te mostré lo que soy y lo que amo, por ti entre a la audición porque quería estar a tu lado, amo la obra pero yo... Quería tenerte cerca, en serio lo siento Serena, no espero que me perdones ahora pero si espero que no me alejes de ti... —sonaba tan sincero y honesto que realmente la hizo dudar de su propio juicio y creyó en sus palabras, estaba asombrada por su confesión pues ella sabía que Seiya no era un chico expresivo, tal vez y solo tal vez quizá sí había cambiado.

—. Yo... No sé si creerte, parece que eres sincero pero estoy harta de mentiras, estoy harta de burlas, todo esto me hizo demaciado daño y aún no puedo olvidarlo. —Serena se sentó en el sofá cerca de ella y Seiya a su lado con la cabeza baja.

—. Lo sé, se que te lastime pero... Te quiero Serena, me gustas en verdad y no quiero que me alejes, solo... Solo dame una oportunidad por favor, déjame tratar de resarcir el daño que te hice, se qué tal vez me tomé toda la vida pero quiero estar cerca de ti.

Tal vez era una locura pero Serena creía en sus palabras, sentía en el fondo que era sincero y sin sospechar nada pensó que lo había hecho por ella, que sólo quería estar a su lado, un simple error creyó... Sin saber que él había sido el de la idea, sin saber que lo único que deseaba era tenerla, pues aunque tal vez sentía algo por ella su plan seguía siendo el mismo pero ahora con sentimientos involucrados.

Sonrió levemente causando dicha y un sentimiento de logro en él y mientras platicaban no pude evitar verlos pues su sala tenía un gran ventanal que daba hacia el mío, morí de celos al verla sonreír para él, mis piernas comenzaron a temblar y mis manos sudaban llenas de temblor, lo ví ponerse de pie y dirigirse a la salida, corrí hacia afuera y camine rápido a casa de Serena esperando encontrarlo para hacerle frente.

—. !Eres un hijo de perra¡ ¿Le dijiste la verdad... O veniste solo a contarle lo que a ti te conviene? —lo empuje y Seiya volteó a mirar a Serena que bajo rápidamente para ponerse en el medio.

—. !Ya basta¡ Darién vete de aquí, ya has hecho suficiente y no quiero pasar por algo más...

—. !Le eh dicho la verdad¡ Alejate de ella, eres un tonto si crees que vas a lograr algo con esa actitud, lárgate antes de que te rompa la cara.

—. Pues hazlo, quiero que lo hagas, maldito mentiroso, ¡dile la verdad!

—. !Basta¡ Seiya vete de aquí, y tú alejate de mi y de él, aprende a vivir con tus errores, déjame en paz...

Seiya se alejó con Serena que lo alejaba para terminar con la disputa entre los dos, después intente acercarme a ella pero no me hizo caso y corrió a su casa, me enfureció tanto verla a su lado de nuevo, me sentí impotente al no poder acercarme a ella, la amaba y ella huía de mi cada vez que yo me acercaba sin darme siquiera la oportunidad de decirle la verdad de lo que había pasado.

Aposte al AMOR.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora