Aposte al AMOR.

Epílogo

OCHO MESES ATRÁS...

El verlo ahí recostado boca abajo con sus cabellos negros alborotados sobre su rostro y su espalda descubierta me hace temblar como el primer día, mis rodillas se doblan para quedar a su altura, dejo un dulce y lento beso sobre su mejilla derecha haciendo que se remueva bajo las sabanas y sonría levemente dejándome saber que está despierto, abre sus grandes ojos azules y me estruja con su mirada desafiante, se da la vuelta sobre su espalda y me jala con sus manos haciéndome quedar a orcajadas sobre él, siento entre mis piernas su dura erección que me hace erizar hasta el último bello del cuerpo... Sonrió divertida pues se perfectamente lo que ahora desea y como pasa siempre yo también lo hago, me acerco a sus rostro dejando reposar mis pechos sobre su torso desnudo y acaricio sus labios con los míos pasando por sus mejillas hasta llegar a sus oídos...

-. Feliz cumpleaños mi amor... -susurro con ternura haciendole esbozar una sonrisa.

-. Gracias cariño... Mi mejor regalo eres tú... Siempre tu... -murmura sobre mis labios mientras sus manos bajan hasta mi cintura acariciando mi piel por debajo de la blusa del pijama que cubre mi cuerpo.

-. Ya tres años juntos amor... ¿Y aún piensas que yo soy lo mejor de tu vida? -pregunto besando su frente.

-. Así es... Y aunque pase la vida siempre serás lo mejor de mi mundo. -sus palabras me hacen feliz como siempre, su tono coqueto y dulce me hace erizar la piel por completo.

No sé cómo lo hace... Pero cada mañana que despierto a su lado es perfecta, nuestro amor es infinito y aunque afuera el frío hace de las suyas aquí con él tengo la calidez que necesito, en sus brazos puedo encontrar la paz que requiero y olvidar por todo aquello que tuvimos que pasar para llegar aquí.

-. Creo que existe algo que amaras aún más que a mi... -digo sonriendo incorporando mi cuerpo sobre su pelvis.

-. Mmm... No, no existe. -replica frunciendo el ceño mientras mueve su cabeza negando cada palabra que eh dicho.

-. ¿Y si te dijera que dentro de ocho meses existirá? -Darién se levanta y acomoda su espalda desnuda sobre su almohada mientras me observa con la mirada claramente dudosa.

-. ¿A qué te refieres? -pregunta con un destello fugaz en sus ojos, él ya imagina a lo que probablemente me refiero pero intuyo que desea escucharlo salir de mis labios.

-. Estoy embarazada... -musitó sonriendo al notar que sus ojos se cristalizan y de ellos ruedan un par de lágrimas mojando sus mejillas.

-. ¿Es... Verdad? ¿Vamos a tener... Un bebé? -pregunta nuevamente sin aún poder creer por completo en mis palabras.

-. Así es... Vas a ser papá y yo seré mamá... -aclaro nuevamente con una sonrisa en mis labios.

Darién me abraza y de un tirón se coloca encima de mi, me besa casi devorando mis labios mientras sus manos sujetan las mías por sobre mi cabeza haciendo que se me dificulte incluso respirar pero no me importa... Ese tipo de cosas son las que mantienen nuestro amor con vida... Ardiendo ferviente ante todo, un largo suspiro se escapa de mis labios cuando al fin se separa de mi rostro sonriendo de una manera que hace que mi corazón se acelere a un ritmo casi imposible de controlar.

-. Me haz hecho el hombre más feliz sobre la tierra, gracias amor por darme esta noticia que hace de este el mejor cumpleaños de todos... -susurra dejando pequeños besos sobre mi rostro.

-. Te amo... Te amo por siempre... -contesto casi inaudible acariciando sus mejillas con el dorso de mis manos.

TIEMPO PRESENTE...

-. ¡Ay por Dios esto duele! -chillo mientras vamos camino al hospital, la hora ah llegado.

-. Tranquila cariño... Pronto llegaremos, todo estará bien, no te alteres, respira... !Ji,Ji,Ji,ju,ju,ju¡ -contesta con los nervios a flor de piel, sonrió al recordar que debido a los nervios ni siquiera podía encontrar las llaves del auto que estaban frente a él, creo que está a punto de desfallecer aún más que yo.