Cap. 36 -. Dejarte ir

912 120 17
                                    

Todo esto parece un mal chiste del destino, tenía una vida hecha y de repente llegó aquí y todo a mi alrededor se derrumba, me encuentro realmente confundida, llena de tantas dudas... De tantas preguntas que de repente me siento poco capas de tomar una desicion certera, se que no debería casarme con Seiya solo por agradecimiento... Pero... En verdad es más que sólo eso, es amor... Una clase de amor diferente al que un día sentí por Darién, un amor que reconoce las dudas y el miedo de poder equivocarme, se que me ah fallado... Tal y como yo lo eh hecho con él pero de pronto así es la vida, así es mi vida... Tan distinta en cuanto a la realidad se refiere y se que parezco o actuó egoísta pero es mi felicidad la que está en juego, la mía y la de Seiya... Si... Ese amigo fiel que por más de seis largos años estuvo a mi lado y aunque se que se ah equivocado, se también que de no haber sido por él jamás hubiera podido llegar hasta donde estoy el día de hoy, el amor que siento por él va más allá de un simple agradecimiento, es un amor tierno, firme y capaz. Por otro lado está Darién... Ese cariño que a través de los años a seguido presente en mi corazón, ese amor que se anido en mi pecho desde la infancia, un amor que fue floreciendo poco a poco convertido en una bella amistad que después destello fuera de mi y me hizo entender que estaba enamorada... Pérdidamente enamorada de mi mejor amigo y que hoy a más de seis años aún siento latir mi corazón al recordar su nombre, este es un amor de esos que juras que jamás tendrán un final, de esos de los que escriben en libros y novelas, un amor verdadero que trasciende el tiempo y la distancia y por el que existes solo si existe tu otra mitad, aquel por el que amas infinitamente.

Camino por la acera, me dirijo hacia el hotel de Seiya decidida a hablar de una vez por todas con él, este sentimiento de angustia me atormenta y aún más el enojo que siento por dentro por las cosas de las que me eh enterado estos últimos días sin darme cuenta que yo también me eh equivocado. Al llegar me quedo de pie frente al edificio preguntándome si estaré haciendo lo correcto cierro los ojos y asiento para mí misma y al mismo tiempo me armo de valor y entró. Presiono el botón del ascensor y espero impaciente a que este descienda y sus puertas se abran, al cabo de unos minutos lo hace y sin pensarlo más de dos veces entro en el, presiono el botón del piso al que voy y siento el movimiento leve, pienso nuevamente en lo que haré y me lleno de valor.

Las puertas se abren indicándome que salga de una vez, juro que mis piernas no me obedecen... Parece que están pegadas al suelo así que las obligó a caminar y de pronto me veo frente a la puerta de madera intentando contener las ganas de gritar y salir corriendo de ahí, en fin... Toco tres veces y espero un par de segundos cuando la puerta se abre por fin y ahí esta él... Con el aspecto demacrado y cansado, supongo que no a podido dormir. al verme sonrie, me abraza y yo también lo hagi, siento su corazón latir por mi y eso me golpea tan fuerte que casi me arrepiento de haberle buscado.

—!Estás aquí¡ —murmura bajo mientras presiona mi cuerpo al suyo. —no sabes cuánto me alegra verte...

—. Hola... —contesto rompiendo el abrazo —yo... Quiero hablar contigo... —quiero vomitar... Estoy tan nerviosa.

—. Seiya suelta mis manos y su rostro cambia a serio en un minuto. —claro dime, te escucho...

—. Camino de un lado a otro limpiando mis manos sudorosas en mi ropa buscando las palabras correctas para confesar aquello que aqueja mi ser. —yo... Mira, se que me apresure a juzgarte por lo que hiciste en el pasado... —digo plantandome frente a él.

—. Lo sé... Serena yo... —lo interrumpo.

—. No, no... Por favor... Solo... Déjame terminar, yo... Tenías razón...

—. ¿Sobre que? —cuestion con curiosidad latente en sus palabras.

—. Yo... Ya sabía que Darién estaba aqui, me enteré la mañana siguiente a la que llegue a casa y no te lo dije porque... —el silencio se instala. —porque quería saber qué sentiría estando tan cerca suyo de nuevo... Pero... Bueno hace un par de días en la boda a la que fui él... —bajo la mirada cerrando los ojos buscando el valor para decir la verdad. —nos besamos... Dos veces...

Seiya baja el rostro y lo cubre con sus manos, la tristeza se puede apreciar a través de sus ojos, se sienta en el borde de su cama sin mirarme, yo optó por quedarme parada en el mismo lugar, guardo silencio dándole un par de minutos, de pronto sube la mirada, camina hacia mí y repentinamente me abraza...

—. Solo quiero que me digas una cosa... —pregunta subiendo mi barbilla —¿Que sentiste?

—. Aquella pregunta me toma por sorpresa, no venía preparada para contestarla... Mis labios no se mueven porque no sé qué decir, aunque... En mi corazón se perfectamente lo que sentí no quiero decírlo en voz alta. —yo...

—. Dime la verdad si, solo eso te pido...

—. Bajo el rostro apenada y cierro los ojos mientras me armo de valor. —todo... Sentí todo... —suelto un largo suspiro —...Todo aquello que alguna vez crei muerto sigue ahí latiendo dentro de mi.

—. Seiya toma mi rostro entre sus manos y me obliga a verle, sus ojos húmedos me provocan las mismas ganas de llorar. —lo amas... Eso es más que cierto y yo... Te amo... Pero ya no quiero equivocarme más y aunque sé que esto me dolerá tal vez para siempre por una vez en la vida debo hacer lo correcto —me abraza y acaricia mi espalda con sus dedos —ve con él... No lo dejes escapar por segunda vez... —murmura en mi oído.

Mis ojos se abren como platos al escucharle decir aquellas palabras, no estaba preparada para algo así y en verdad me ah tomado por sorpresa, lloro de repente sintiendo dentro de mi el dolor que estoy segura esto le ah causado y me doy cuenta que siempre tuve a mi lado a un buen amigo, a un fiel compañero y sin darme cuenta lo lastime llenando su mundo de esperanzas vacías, lo abrazo fuerte dejando en su hombro rastros de mis lágrimas amargas que son absorbidas por su camisa, no quiero soltarlo, no puedo dejarlo pero es verdad... Ya no puedo seguir escapando de este amor que arde como el primer día, ya no puedo voltear y hacer de cuenta que todo está bien porque no es así... Nada está bien si no estoy con él...

—. Lo lamento... —murmuro en su oído —perdóname por no haberte podido dar el amor que siempre esperaste de mi...

—. Oye... Oye mírame —pide levantando mi mentón —no pidas perdón por nada, todos merecemos un gran amor y tú... Ya lo tenías hace mucho... Yo... Soy feliz si tú lo eres... Ese es el significado del verdadero amor... ¿No?

—. Sonrió para él dejando en su mejilla un tierno beso. —esto... Te pertenece... —digo al mismo tiempo que retiro el anillo de mi dedo y lo coloco en la palma de su mano. —se... Qué un día tendrá una dueña que lo merezca...

—. Será difícil encontrar a alguien que lo logré... Ahora ve... Búscale... —pide señalando la puerta mientras sonríe.

—. Gracias por... Entenderme, por apoyarme y mostrarme el camino que debo seguir... —lo abrazo nuevamente rápido pues el deseo de buscar a Darién me invade.

Cuando salgo de la habitación, Seiya... Se derrumba en llanto, aquel llanto que había estado tratando de contener desde que le dije la verdad, un llanto que súplica detener pues me ah dejado ir... Pero sabiendo que es lo correcto, que de todos los errores anteriores tuvo que aprender para saber que el amor nunca se debe forzar, que el amor debe ser libre y que cuando crece en cualquier corazon nunca se va... Se queda ahí por siempre...

Aposte al AMOR.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora