Cap. 14 -. Secuestrada

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Pasaron un par de días más desde que ví a Serena, decidí darle su espacio, intentar alejarme de ella para no hacerle más daño, eso no quiere decir que eh renunciado a ella, no... Solo quiero que las cosas terminen de calmarse, tengo en mente algo para conseguir su perdón, porque no voy a descansar hasta tenerla de nuevo a mi lado.

Es miercoles y mis padres salieron, tengo tiempo libre para poner en marcha mi plan para recuperar a mi mejor amiga y el amor de mi vida, ella está en casa y sé que sus padres también saldrán este fin de semana pero eh puesto en marcha un plan infalible.

-Cariño tienes correo -indica la madre de Serena.

-. Ella corre para ver de qué se trata. -es... De un campamento, recuerdas que el verano pasado solicite entrar, pues parece que me aceptaron a un curso inductivo, para el sábado, un auto vendrá por mi, wow eso es interesante, ¿Crees que pueda ir? -pregunta impaciente pues siente todas las ganas de asistir.

-. Es muy poco tiempo de aviso, ¿No crees? -pregunta Ikuko.

-. Pues es un instituto prestigioso mamá, supongo que habrá habido alguna cancelación, por favor quiero ir, puedo...

Ikuko no puede negarle esa oportunidad a su hija, definítivamente la universidad de Osaka es una de las universidades más prestigiosas y asistir a un campamento organizado por ella sería un honor para su pequeña así que sin dudar y suponiendo que su esposo no se opondrá le da su autorización, ella brinca y sonrie se quiere morir de la emoción, uno de sus mayores deseos es estudiar en esa universidad.

Escucho los gritos de felicidad hasta mi casa y sé que mi plan está dando resultado, fase dos contratar un auto particular que pase por ella sin decir nada, discreción, hago un par de llamadas y lo consigo, fase tres rentar por el fin de semana aquella cabaña a donde mis padres y yo íbamos cuando era pequeño en las afueras de Tokio, algo costosa pero sé que valdrá la pena, está alejada de todo y es lo que más deseo, cuando está todo arreglado salgo de casa tan aprisa como puedo, llegó a casa del señor Akira por las llaves de la cabaña, pago el servicio de renta y me dirijo al super obviamente tengo que comprar víveres, mi intención es no salir, secuestrar a Serena parece ser la única opción que me queda para obtener toda su atención, no importa si al final acabo en prisión al menos ella sabrá lo que siento por ella. compro las cosas que a ella le gustan, dulces, golosinas, comida, frituras y bebidas, en mi rostro se ah dibujado una enorme sonrisa que no desaparece, solo pido que esto salga como deseo y que ella acepte mi compañía, se que parece algo loco pero en medio de la desesperación no encuentro más salida que está.

Pasan los días y trato de mantener mi distancia, no quiero seguir acumulando tensión entre ella y yo, eh notado que me mira en ocaciones, supongo que se pregunta porque estoy así, tan distante, lo que ella ignora es el deseo enorme que me embarga de poder tenerla a mi lado, de poder abrazarla, probar sus labios, tocar su piel tersa que guarda un delicioso aroma a gloria.

Tan lento pasan los días, pero al llegar el viernes en la noche soy el primero en llegar a la cabaña, la arregló lo mejor que puedo, limpio a conciencia y aunque mis manos tiemblan mi corazón está más que preparado para estar con ella y afrontar lo que supongo será un fin de semana largo y cansado, conociendola como la conozco me hará esto difícil, pero no espero menos de ella, sonrió internamente mientras abro las cortinas de seda blanca que cubren los enormes ventanales.

-. Cariño llegaron por ti, mi amor cuídate quieres, disfruta este fin de semana, recuerda que no todo es estudiar. -Ikuko abraza a su hija cariñosamente.

-. No te preocupes mamá, te amo y gracias por esto... Ustedes también diviértanse mucho.

-. Mi niña estoy muy orgulloso de ti, pásala muy bien y aprende todo lo que puedas. -Serena abraza a su padre y le deja un amoroso beso en la mejilla sonriendo con felicidad.

-. Te lo prometo papá, los amo.

Camina hasta llegar al auto donde la espera el chófer quien toma sus maletas y las coloca en la cajuela, emprenden el viaje y ella se queda absorta en su móvil sin darse cuenta del camino que el auto a tomado, después de un par de horas se da cuenta que entran por un camino terroso y lleno de árboles enormes que adornan la orilla del camino, admira todo maravillada, no sospecha nada pues la idea es esa... Que todo deba estar rodeado de naturaleza puesto que es un campamento, sin embargo al estar más cerca del lugar su curiosidad empieza a salirse de control y se asusta pues el lugar no parece exactamente un campamento.

-. Disculpe ¿Donde estamos? -pregunta curiosa y algo temerosa pero no recibe respuesta alguna lo que la hace exaltarse. -dejeme bajar, ¿Que es este lugar?

El coche aparca y el chófer baja sin decir nada, abre la puerta y la invita a que baje del auto, ella se niega por un momento.

-. No voy a bajar, acaso está loco, no sé qué es este lugar, ¡lleveme de vuelta a la ciudad! -exige al punto de un colapso nervioso.

Salgo de casa y al verme sus ojos se abren como platos, su rostro se torna serio y el color de sus mejillas aumenta a tonos rosa intenso, se que no se esperaba esto pero no está asustada, me acerco a paso lento y al llegar al auto le extiendo la mano para ayudarla a bajar pero ella me ignora negandose.

-. Vamos Serena no lo hagas más difícil, solo baja. -pido amablemente.

-. Estas loco, déjame en paz, quiero ir a casa. -espeta sin siquiera mirarme, el chófer nos ignora puesto que se solicito discreción.

-. Vas a bajar por la buena o por las malas, tu decide... Pero de qué bajas... Bajas. -sentencio con una sonrisa traviesa.

-. ¿Es una amenaza? Por favor.... No me hagas reír. -me mira con altanería.

Me agachó y la jalo de los brazos, ella patalea y grita, la subo a mis hombros y la cargo como un saco de papas mientras ella golpea mi espalda con las palmas de sus manos, el chófer nos sigue con las maletas y las coloca cerca de la puerta sin decir nada, saco de mi pantalón un par de billetes y le agradezco, lo miro sonreír divertido por la escena que ah presenciado mientras Serena sigue gritando y haciendo berrinches que solo me causan gracia.

Entramos a la casa y cierro con llave la puerta, la planto en el suelo y ella forsejea conmigo tratando de quitarme la llave pero no lo logra.

-. Parece ser la única manera en la que puedo tenerte para mí y ahora quieras o no vas a escucharme...

-. No tengo nada que hablar contigo, este truco tan bajo no te servirá de nada.

Me acerco a ella y puedo notar que su respiración se acelera, su pecho sube y baja tan rápido, sus ojos se clavan en los míos y sus manos temblorosas presionan las orillas de su vestido, está nerviosa, visiblemente extasiada por lo que acaba de ocurrir, la tomo en mis brazos y acercó mis labios a los suyos, su respiración golpea mi rostro, su aroma a vainilla se impregna en mi fosas nasales, aunque quiere desasher la distancia entre nosotros se que algo en ella también lo desea.

-. Te amo...

Aposte al AMOR.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora