Cap. 22 -. A prueba de todo.

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-¿Estás seguro de esto? -pregunta Serena con las manos totalmente heladas y temblorosas.

-. Ella me mira y sonríe levemente -la... Verdad es que... No, pero es tiempo, en un cerrar y abrir de ojos ya pasaron cuatro meses y dentro de poco te irás a la universidad y quiero que antes hagamos esto... -me toma de las manos y planto en ellas un dulce beso para intentar tranquilizar esos nervios que la agobian.

-. Te amo pequeña... No quiero que temas a nada si... Vamos yo estaré aquí contigo. -la miró y sonrió caminando en dirección a nuestro destino.

Llegamos al umbral de la puerta de casa de Serena y yo siento que él corazón casi se me sale del cuerpo por los nervios ante la locura que todo esto significa, amo a Serena y quiero hacer las cosas correctamente y tener la aprobación de sus padres, es por eso que hoy eh venido a pedir su permiso para que ella y yo seamos novios formalmente, respiro profundo antes de entrar, se que Ikuko probablemente no tenga problema pero Kenji puede que sí... Y es lo que más me angustia.

Sus padres están esperando en la sala, al entrar Ikuko me mira e inmediatamente sonríe para nosotros se que probablemente intuye lo que sucede, tomo la mano de Serena ante la mirada escudriñante de Kenji y aunque quisiera salir corriendo por el miedo que todo esto me provoca no lo hago, el amor que siento en mi interior me da la fuerza para seguir con todo lo que se necesita, noto la incomodidad de Kenji ante tal evento pero sé que se contiene y es entonces cuando me doy cuenta que ellos ya saben lo que está apunto de pasar.

Serena camina hacia su madre soltando mi agarré para abrazarla al igual que a su padre, Ikuko también me abraza y sonríe para mí haciendo que los latidos de mi corazón se calmen poco a poco, Kenji estira la palma de la mano hacia mí con toda seriedad, la tomo estrechandola levemente y evitó sonreír a causa de los nervios que me aquejan, nos piden que tomemos asiento y realmente no puedo ni moverme, mucho menos tengo la capacidad de articular palabra alguna.

-. Y bien... -comienza a hablar Ikuko -¿Qué es eso de lo que quieren hablar? -pregunta tomando la mano de su esposo.

-. Serena me mira temerosa. -emm... Bien... Señor y señora Tzukino yo... Bien... Eh... -los nervios no me dejan hablar. -Quiero pedir su permiso para que Serena y yo podamos ser novios formales... Se que tal vez les parezca una locura pero quiero decirles que yo en verdad amo a su hija... -su padre baja la mirada moviendo de un lado a otro su cabeza lo que a mí me parece una clara señal de desapruebo, pero continuo... -Señor Kenji usted me conoce de toda la vida y conoce a mis padres, sabe que Serena y yo hemos sido amigos desde siempre y pues... Con el tiempo nos dimos cuenta de que lo que nos unía era más fuerte que una simple amistad, si pudiera confiar en mí yo estaría más que agradecido con usted y le prometo... -trago saliva pues las palabras tardan y se tratan para salir. -...Le prometo que la cuidare y la voy a respetar siempre... -guardo silencio tomando la mano de Serena...

Sus padres se miran uno a otro y mientras Ikuko sonríe evidentemente feliz por la noticia Kenji parece que no está del todo contento por esto, siento mi cuerpo arder, me pican las manos y me sudan, muevo una de mis piernas impaciente por escuchar una respuesta, el tiempo pasa tan lentamente que en realidad siento que hasta la camisa me apreta cortandome la respiración.

-. Kenji suelta un largo suspiro y después de mirar a su esposa sus ojos voltean hacia nosotros... -Darien... -habla... -aunque quisiera prohibirlo no podría... Serena ya no es una niña y se que tu la cuidaras, desde pequeños han sido inseparables y no lo puedo negar, te apreciamos y solo quiero que la cuides, en poco tiempo te irás a la universidad y la distancia puede que complique las cosas pero dependerá de ustedes que la relación funcione, así que... Les damos nuestro permiso... -dijo por fin soltando una sonrisa que realmente me devolvió el alma al cuerpo.

-. Darién solo te pido que cuides de mi pequeña... -dijo Ikuko. -ella es una chica frágil y si han desidido formalizar es porque existe amor entre ustedes, solo tomen su tiempo y luchen por ese cariño que ah nacido entre ustedes.

Serena se puso de pie y abrazo a su madre mientras que su padre me extendía la mano y también me brindaba un abrazo que más que agradarme me hizo sentir nervioso.

Así paso la tarde entre pláticas, planes a futuro y café... Poco a poco me fui sintiendo en confianza y al ver la sonrisa enorme y radiante de Serena mi corazón comenzó a latir tan apresurado que en ese breve instante solo quise abrazarla y besarla pero debí contenerme, debí contener mis emociones, mis deseos de llenar su rostro de besos, me siento dichoso y feliz por qué ahora ya no tendremos que esconder nuestro amor, ella ah sido mi mejor amiga siempre y ahora solo vislumbró un futuro hermoso a su lado.

Más tarde salimos a dar una vuelta, me urgía tenerla para mí solo, fuimos a aquel lugar donde fue nuestro primer beso porque quería repetirlo ahora que tengo la aprobación de sus padres, mientras manejaba el Jeep note que Serena estaba muy callada y eso realmente me asusto mucho, quería preguntarle qué era lo que sucedía pero guarde silencio hasta que llegamos al muelle, baje y tome su mano caminando hacia el final donde había una banca de madera, nos sentamos y ella seguía callada, sería y sin mirarme.

-. ¿Qué sucede? -pregunte tomando sus manos.

-. Es que... Tengo miedo, yo... Te amo pero en verdad me aterra alejarme de ti. -dijo bajando la mirada con un apice de tristeza.

-. Me arrodillé frente a ella hasta quedar frente a sus ojos. -cariño... Te amo y quiero que sepas que estaré a tu lado siempre, aunque no estemos juntos sabes que por siempre estarás en mis pensamientos, solo confía en nuestro amor, confía en mí y déjame demostrarte que esto puede funcionar... -ella levanta la mirada y noto como sus ojos se cristalizan por el miedo que ambarga su corazón.

-. Perdón... Porque realmente parezco grabadora repitiendo lo mismo todo el tiempo, pero es que todas las cosas que Mina me ah dicho me clavaron una aguja en el corazón que se quedó ahí pinchando, se que no debería escuchar sus palabras pero no puedo evitarlo, me calan hasta los huesos y hacen que mi corazón se llene de incertidumbre respecto a nosotros.

-. Volviendo a sentarme a su lado tomo su rostro entre mis manos y la besó sin previo aviso, pego sus labios a los míos y devoro lentamente ese par de delicados y dulces labios. -¿Acaso no puedes sentir en mis besos todo este amor que desborda en cada uno de ellos?, ¿No has podido darte cuenta que te pertenezco entero, completo? Eres mi todo, eres mi pedazo de cielo y a si ah sido desde que nací, desde la primera vez que te ví y le dije a mi madre que parecías un ángel, te ame desde que tus ojos se clavaron en los míos... No dudes de este amor por favor... -pedi mientras dejaba pequeños besos en los labios de aquella mujer que me volvía loco.

-. Serena me miró totalmente enamorada con los ojos llenos de lagrimas -Perdóname, tienes razón... Yo no debería dudar de nuestro amor, no debería escuchar a los demás cuando lo único que importa es este sentimiento que siempre estuvo en nuestros corazones, gracias amor. -susurro pegando su frente a la mía con los ojos cerrados mientras sus manos acariciaban las mías.

No sé necesita nada más que nuestro amor, amo a esta hermosa mujer, ella es y siempre será la dueña de cada célula de mi corazón y aunque pronto nos veremos separados por la distancia nuestro amor siempre nos mantendrá unidos, no puedo negar que también tengo miedo a la separación pero confío en que todo saldrá bien, cuando el amor es fuerte nada puede destruirlo y yo se que el nuestro es inquebrantable.

Aposte al AMOR.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora