Aposte al AMOR.

Cap. 28 -. Un año despues...

Un año... Un año había transcurrido desde que Serena y yo nos habíamos dicho adiós, cada día que pasa me duele aún más que el anterior, cada mañana despierto y trato de convencerme que el dejarla ah sido lo mejor, aunque cada vez que abro los ojos siento como la vida se me va poco a poco, leí cada uno de los muchos mensajes que llegaban a mi mail y llore tan amargamente sin poder contener la tristeza que me embargaba al saberla tan lejos de mi, me preguntó ¿si tal vez abre hecho lo correcto? Aún recuerdo la última vez que la ví a través de mi ventana...

Un año atrás...

Ahí estaba envuelta en un mar de llanto como yo, la ví a través del cristal y quise solamente correr hacia ella... Decirle que la amo y que jamás la dejaría, sin embargo parecía que el destino se estaba empeñando en alejarnos, tal vez el señor Kenji tenga razón... No deseo que toda su vida se enfoque solo en mi, quiero verla realizar sus sueños y no solo depender de lo que yo significó para ella, se que me arrepentiré de hacer esto pero puede que sea lo correcto, el verla tan abatida me pone en jaque, siento escurrir las tibias lágrimas sobre mis mejillas sin poder controlarlas.

—Cariño... ¿Qué te sucede? —pregunta mi madre entrando a la habitación.

—. La miro tan lleno de tristeza y bajo la mirada abatido. —Serena y yo terminamos... — murmuró con la voz quebrada.

—. Mi madre camina para acercarse a mi y me abraza. —lo lamento cielo, se que es difícil para ti... ¿Intentaste hablar con ella? —cuestiona sin saber realmente lo que ah sucedido.

—. Rompo el abrazo y camino hacia mi cama sentándome al borde de esta. —no entiendes... Ella termino pero yo decidí ya no seguir con esto...

—. Mi madre pone cara de incredulidad sin entender bien de lo que hablo. —¿Como que tú decidiste ya no seguir? Explícame —pregunta sentándose a mi lado.

—. Es lo mejor mamá, Serena merece ser feliz, quiero que su vida continue, no quiero ser un obstáculo o que ella se desanime por no estar juntos, no deseo que sufra y... A la larga se que las cosas estarán bien... —intento convencerme.

—. Oh... Cielo... Nunca será fácil, la amas y un amor como el suyo no se termina así como así, sabes... Algún día cuando ella al fin logré recuperarse de esto tal vez te odie por renunciar a ella... —la mire asombrado.

—. Correré el riesgo, solo quiero que ella sea feliz, que viva plenamente sin el temor que se que cada día la invadiriá si nuestra relación siguiera así, sabes que sería más doloroso. —sentencio.

—. Mi madre suelta un suspiro y se pone de pie. —ojala y tengas razón y yo me equivoqué cariño.

—. Ma, solo quiero pedirte que por favor no le des ninguna información mía, quiero que ella supere todo esto y que sea feliz.

—. Está bien cielo, como tú quieras.

En la actualidad...

Y así fue, mi madre me hablo y me dijo que ella pidió mi número pero tal y como le dije no acepto darle información, se que para ella todo esto ah sido difícil al igual que para mí y aunque cada día me arrepiento de estar lejos de ella se que ya es tarde para volver el tiempo atrás.

Casi todos los días veo a Mina, parece que esa chica no se cansa de que cada día la rechace, no entiende que dejé mi corazón en Tokio, la soledad golpea mi vida, estoy en clases y de repente tomo mi móvil y automáticamente busco su nombre en facebook, ahí está... Parece tranquila y ver su sonrisa en las fotos me tranquiliza aunque los celos por verla en varias de ellas con Seiya está a punto de consumirme, quien se iba a imaginar que él terminaría siendo el paño de lágrimas que terminaría secando aquellas que ella derramaría por mi, bajo aún más en la aplicación y leo sus estados, me muero por escribirle pero cuando estoy a punto de hacerlo el profesor  llama mi atención y me veo obligado a desistir.

En Tokio...

—. Hola preciosa... ¿Qué haces? —pregunta Seiya a Serena sentándose a su lado.

—. Nada, estaba realizando un test de vocaciones y ¿sabes que descubrí? —cuestiona sonriendo.

—. ¿Qué descubriste? —pregunta asombrado.

—. La moda, ¿Puedes creerlo? —exclama sonriendo sorprendida.

—. Pues la verdad has cambiado mucho, un año y ya eres otra chica, eso me agrada... —replica sonriendo.

—. Baja la mirada con tristeza evidente... —creo que la vida sigue ¿o no? Además en parte fue gracias a ti, me deprimí tanto y tú estuviste ahí para apoyarme y eso te lo agradezco, ahora ya casi nos graduamos y tengo que empezar a vivir y pensar en mi futuro.

—. Sabes que siempre te apoyaré ¿o no? Eres más que una amiga para mí y aunque sabes a la perfección cuáles son mis sentimientos por ti siempre voy a respetar tu desicion, se que antes te lastime pero quiero estar contigo... —Serena lo mira enternecida y sonríe para él.

Tomándolo de la mano lo mira a los ojos, aquel cariño que nació durante la tragedia a crecido cada día más y más y aunque está convencida de que en el fondo aún me ama sabe que no puede cerrarse para siempre al amor, en un año no ah sabido nada de mi y aunque al principio todo fue difícil aprendió a vivir con dolor, Seiya ah estado a su lado todo ese tiempo demostrándole que él siempre estará ahí.

—. Eres genial, gracias por estar aquí, porque no me dejaste nunca, ni las veces que te corrí cuando estaba mal —recuerda sonriendo. —el que Darién decidiera irse en verdad me rompió el corazón... pero aprendí a superarlo, aún me cuesta sabes, pero entiendo que no puedo aferrarme a un imposible, no puedo aferrarme a un hombre que me rompió así el corazón...

—. Yo, no sé qué decir, Serena yo te amo, realmente te amo... ¿Crees que algún día podría tener una oportunidad para estar contigo? —pregunta clavando la mirada en sus ojos.

—. Ella lo mira totalmente enternecida. — Te ganaste ese derecho desde que tocaste a mi puerta aquel día y decidiste quedarte... —Serena se acerca a Seiya y corta la distancia entre los dos, pegando sus labios a los de él, acepta darle una oportunidad creyendo que tal vez eso logré sanar aquellas heridas que aún duelen en su interior.