Cap. 38 -. Lo nuestro...

1.1K 123 21
                                    

—En verdad no creo que exista mayor felicidad que está de tenerte entre mis brazos, realmente me haz hecho demaciada falta... Tanta que creí morir las veces que te imagine lejos de mi... —sus brazos se enredan en mi cintura acariciando lentamente con sus dedos mi espalda húmeda.

—. Debo confesar que... Cada día de mi vida te pensaba, a veces... Cuando caminaba por las calles de londres te imaginaba esperando del otro lado de la calle, observandome en silencio, siempre cuidando mis pasos... Amándome a través del tiempo... —susurro con ternura sobre sus labios serrando los ojos dejándome envolver por su glorioso aroma.

El tenerlo así parecía un sueño, un glorioso y apenas creíble sueño del que no quería jamás despertar, muy poco nos importó estar bajo la lluvia mojando hasta el rincón más escondido de nuestro cuerpo, es que cada momento que pudiéramos estar así... Cuerpo a cuerpo sería atesorable por siempre... Darién me levanta en brazos y me carga en ellos, camina sin perder tiempo hasta su auto, ni siquiera me importa el dejar el mío pues ahora en este puro instante solo me importa permanecer así... Junto a él.

—. Puedo saber ¿A dónde vamos? —pregunto sonriendo limpiando las gotas de lluvia que aún resbalan por su rostro.

—. A un lugar que conoce nuestra historia... —exclama abriendo la puerta del auto mientras me pone de pie en el suelo.

Sin pensarlo un segundo más entro en el sin pedir más explicaciones, solo sonrió por dentro y por fuera dejando ver la felicidad que embarga cada célula de mi cuerpo, Darién entra y arranca el auto, da reversa y recorremos un tramo largo de carretera antes de darme cuenta adónde vamos...

—. Conozco este sendero... —exclamo asomando mi rostro por la ventanilla del auto sintiendo el aire fresco a causa de la lluvia que ah humedecido la tierra y el aire.

—. Sonríe y toma mi mano con la suya subiendola hasta sus labios depositando en ella un dulce beso. —se que lo conoces...

En un par de minutos más llegamos hasta el lugar, llena de asombro y con los ojos apunto de dejar escapar lagrimas de felicidad desciendo del auto, es... Aquella hermosa cabaña en la que fue nuestra primera vez, está justo tal cual la recuerdo, todo sigue igual, ni siquiera el color a cambiado, Darién rodea la Jeep y llega hasta a mí, me abraza por la espalda y me besa en la mejilla sonriendo divertido.

—. Qué hermoso... Sigue igual que la última vez que vine... —siseo bajo acariciando sus nudillos con mis dedos.

—. Ven... —dice tomando mi mano mientras camina hacia la puerta.

—. ¡Espera! No podemos entrar así como así... —me quedó parada cruzando los brazos.

—. Darién sonríe burlón, no lo entiendo... —claro que no entraremos así como así... Tengo esto... —comenta sacando una llave de su bolsillo.

—. ¿Ya sabías que vendríamos? —pregunto frunciendo la mirada un poco confundida.

—. No, no lo sabía... —exclama acercándose a mi abrazándome por la cintura. —compre este lugar hace tiempo... Siempre imaginando que algún día volveríamos a ella... Soñando con que eso pudiera pasar... —suelta un leve suspiro —te amaba desde siempre y... No lo se... No quise que nadie más ocupará este lugar que es especial para mí y ahora... Para ti.

Sonrió para él... Realmente impresionada por su confesión, impresionada y feliz... Tanto tiempo que pase sin él y ahora estamos así, juntos... Lo abrazo y pego mis labios a los suyos, Darién me carga en brazos y yo enredo mis piernas en su cintura, camina hasta el porche y abre con dificultad la puerta, sonrió en sus labios divertida por el maniobrar que hace para no soltarme, camina directo a la habitación... Aquella habitación que fue cuna de nuestro amor aquella primera vez que nos amamos.

Aposte al AMOR.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora