Distancia [Victor Blade]

VII. Zan

Leed esto si quereis participar en un concurso donde podéis ganar que os dedique el último capítulo de la historia. Bueno, lo único que tenis que hacer es escribirme en los comentarios como pensáis que acabará mi historia mediante lo que ya habéis leído, y luego según mi parecer, el más original de todos conseguirá el último capitulo como dedicatoria. Y para que pueda haber otra persona ganadora, el segundo más original le dedicaré el penúltimo capitulo. Ah y podéis comentar cuantos finales fuerais, así más posibilidades de ganar tendréis. Espero ver vuestros comentarios pronto.
El concurso no acabará hasta que llegue el día de publicar dichos capítulos.

Estamos en el Estadio Ragnarok, a punto de empezar el primer partido que definirá el futuro de la humanidad, chungo, lo sé.

Me encuentro al lado de Jude, sentada con una pierna encima de la otra en el banquillo de entrenador, observando como los chicos están calentando. Ser el primer equipo en jugar supone una gran desventaja, ya que somos incapaces de calcular que tan fuertes pueden ser nuestros rivales.

Observo a Victor y a Roma, conversar con el ceño levemente fruncido, suerte que esta maña antes de salir de la habitación he "obligado" a Victor a taparse los chupetones del cuello con el maquillaje que por pura suerte metí en la mochila.

Todas las personas en el publico son incapaces de no chillar una vez tras otra lo muy fans que son Del Dorado, y no puedo evitar pensar en que la hemos cagado. Suspiro mordiéndome el labio, los chicos de la segunda fase han reunido tanto público para que más gente sea consciente de su poder y fuerza.

Cada vez estoy menos segura del rumbo que tomará el partido. Y eso me da mucho miedo. Poco a poco los muchachos se colocan en el centro del campo, delante de los contrincantes, quienes llevan una capucha negra para que no se les pueda ver. Demasiado secretísimo para mi gusto, ni que fueran una secta o algo así.

-¡Des de este estadio lleno hasta la bandera, estoy aquí de nuevo para retransmitir todo lo que ocurra! -No te creo, un Charlie dos no por favor, suficiente tuve con los partidos Del Raimon. Necesito idear un plan para secuestrar a los presentadores y maniatarlos en algún lugar, lo único que consiguen es ponerme nerviosa, cosa que odio, ¿Sabéis que el estrés hace volverse viejo antes? -¡Ragnarok, el torneo definitivo donde se jugará el futuro del mundo está prácticamente a punto de empezar! -Por estas cosas digo que los presentadores no sirven de nada.

De repente una película holografía se levanta ante nosotros, dejándonos ver a dos soldados, uno más pequeño que el otro, y sin más preámbulo empiezan a pelearse entre si, franco el ceño, no me gusta nada el rumbo que está tomando esto. Al final de la pelea podemos ver como el soldado pequeño gana al otro. Haciendo una clara referencia a los chicos de la segunda fase y Al Dorado, provocándonos mientras nos echan en cara que piensan aplastarnos.

Puede que no pueda jugar todos los partidos porqué va en contra de las normas, pero puedo ayudar, observando y analizando el juego del equipo rival, creando y perfeccionando al instante estrategias para superarles.

En el momento en que la presentación termina, los jugadores rivales se quitan las túnicas, dejando ver por primera vez sus rostros, puede que no supiéramos los jugadores de cada equipo, pero sabíamos los miembros que conforman el grupo de estos chico, así que me he pasado unas cuantas horas memorizando nombres y caras, relacionando sus habilidades. Una tarea no muy fácil.

Me acerco a la linea de campo, queriendo escuchar las conversaciones entre jugadores, aún que se me dificulta un poco lo logro -Zanark- Dice en estado de shock Roma, acercándose a Victor, verificado que los dos vean lo mismo.

Según lo que Victor me ha estado contando estos días, el mismo chico que desapareció repentinamente ahora se ha unido al rival, mira tu que bien. ¿Y este era un candidato para suplir mi puesto si no conseguían convencerme de irme con ellos? Menudo tío.