Distancia [Victor Blade]

XV. La Flota Ixar

Aparece Catora en uno de los podios, con un micrófono en la mano, supongo que para exilar lo sucedido aquí -Pueblo de Falam Medius y de toda la galaxia, tengo algo que contaros, escuchadme por favor. Este partido que se suponía que serviría para decidir el ganador del Campeonato El Gran Celesta Galaxy, en realidad tenia otro papel que era mucho más importante si cabe -Coge aire, y me muerdo el labio, joder- El papel de salvar a la galaxia del peligro que le amenaza.

Empiezo a escuchar como el público habla, sin entender que está pasando, al igual que los jugadores del Earth Eleven, pero yo me limito a ir junto a Paolo en el banquillo, y apoyar mi cabeza en su hombro. Estoy completamente agotada.

-Hemos construido un cañón de plasma cósmico lo suficientemente poderoso como para eliminar el agujero negro. Al llenarlo con toda la fuerza que crearon con este gran partido hemos conseguido el poder suficiente como para eliminar las nubes oscuras que ocultan el cielo -Vamos, que gracias a la información que les dije, Ozrok no ha conseguido controlar los puntos clave del planeta, y supongo que Catora ha conseguido escaparse de sus garras- Así que por lo tanto podemos salvar la galaxia aquí y ahora.

Y es cuando todos los del estadio empiezan a aplaudir, mientras bebo de mi botella de agua, intentando no pensar en que coño será ahora de Victor y de mi, y en que ya no me quiere. Lo he visto en sus ojos, el ya no me quiere.

-¿Fuerza vital dice? -Escucho hablar a Riccardo, y junto a Paolo regresamos con nuestros compañeros de equipo, quienes sonríen como locos y empiezan festejar como solo ellos saben hacerlo- La fuerza de la vida, claro, por eso Carina se comportó de ese modo, ella lo sabía.

Veo como mis compañeros empiezan a saltar de un lado al otro haciendo volteretas y cosas raras. Por dios dan vergüenza ajena -Carina- Escucho su voz, y por primera vez en mi vida tengo miedo de lo que pueda decirme un chico, me giro y le encaro, pero en sus ojos no veo enfado, ni odio solo, añoranza, dios quiero abrazarlo ahora mismo. Pero no lo hago simplemente me quedo estática en mi sitio, escuchando mi corazón latir como loco. Y el me sonríe, como siempre suele hacerlo- Muchas gracias nena -Me sorprendo.

-Yo, escucha -Intento hablar, pero las palabras se me quedan enganchadas en mi garganta, sin poder decir nada, yo, estos, no se que decir.

-Lo se, ¿Mh? Pero habrá que hablar, quiero saber todo, de principio a fin -Y me vuelve a sonreír, derritiendo el corazón por completo. No entiendo como merezco estar con alguien tan bueno.

Él coge mi mano, acariciando el dorso son su pulgar y la acerca a sus labios, besándola. Haciéndome sonreír, pero un ruido sordo rompe el momento, y nos giramos sobresaltados  sin soltar nuestras manos. Pero al igual que los demás nos extrañamos, así que al instante ya tengo a Carlos a mi lado como si fuera un hermano mayor proyectos, pero este choca los puños con Victor, como siempre solían hacer cuando Carlos me visitó en Japón la primera vez.

-Está empezando -Nos dice Edgar, llegando junto a los demás jugadores de ambos equipos, y miramos hacia arriba donde vemos estructuras de un metal morado (que raro, no me lo esperaba) que empiezan a subir hacia el cielo. Es extraño, pero tiene forma de arpa.

Aún que una voz empieza a retumbar por todo el campo -No puedo permitir que lo utilizáis sin permiso, el Cañón de Plasma Cósmico me pertenece -Mierda, Ozrock, y aparece el, junto a más cosas que waw, relame no me los imaginaba así -Es el arma más poderosa del universo cargada de fuerza, sería un desperdicio utilizar un poder tan grande y magnifico para salvar un planeta tan patético.

-¿Que has dicho? -Gruñe Carlos, y cuando mi amigo se enfada no es bueno, así que cuidado.

-¡Ozrock, prometiste que eliminarias el agujero negro! -Se queja Catora, asomándose por el podio, dios que vértigo.