III. Dias Tranquilos

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-Víctor tengo que decirte algo -Dice mi hermana aún sin dejar que este la suelte y la deje en el suelo para que se vaya con Ernesto a comer -Tienes que prometerme que cuidarás a mi hermanita -Pucherea con el labio inferior, y soy incapaz de creer lo que mis oídos están escuchando, esta niña de tonta no tiene nada -Y quiero ser tía, así que escríbele una carta a la cigüeña mágica de los bebes -Abro la boca incrédula -¿Me lo prometes?

Víctor reacciona de su shock y la deja en el suelo sonriendo dejándonos ver sus hoyuelos -Claro, lo prometo.

-¿Por la garrita? -Extiende su mano con el dedo meñique.

-Por la garrita -Y mi novio junta sus meñiques, y al instante la pequeña empieza a correr hacia Ernesto, contándole todo lo sucedido esta tarde.

[...]

Yo: Carlos tienes que hacerme un favor .

Car💞: Dime preciosa.

Yo: Cuando vengáis a Japón tráeme más ropa por favor.

Car💞: ¿Cualquiera?

Yo: Si ya sabes lo que me gusta, solo rebusca en el armario y pilla lo primero que veas. Ah y algún bikini o bañador.

Car💞: Echo preciosa.

[...]

Siento el tacto de unas manos debajo de la camiseta grande que llevo, acariciándome la barriga haciéndome estremecer -¿Nena que haces?

Cierro los ojos ante sus caricias -Creo que es obvio, estoy cocinando -Echo la cabeza hacia atrás apoyándome en su hombro sintiendo su cuerpo detrás del mío.

-No tienes porque hacerlo, sabes que mi abuelo lo hace con mucho gusto -Sube un poco más sus manos llegando a mi pecho, el sabe bien que no llevo sujetador, y sin pudor alguno me pellizca un pezon, la cual cosa hace que suelte un jadeo. Pero se detiene, volviendo a bajar sus caricias hasta llegar a mi cadera, haciéndome girar sobre mi eje para que quedemos cara a cara. Dejándome apreciar que va sin camiseta enseñando su bien trabajando cuerpo.

Mis brazos van a sus hombros y empiezo a acariciar su cuero cabelludo -Lo se, pero hacer la comida yo un día no me cuesta nada tampoco -Me acerco a él besando castamente sus labios. Pero el parece no aceptar el corto beso ya que muerde mi belfo inferior tirando un poco de el y vuelve a juntar nuestros labios unos segundos más.

Pasa de besar mis labios a besar sonoramente mis mejillas, bajando a mi mandíbula hasta llegar a mi vuelo, donde deja unos cuantos besos húmedos, haciéndome sentir su aliento caliente contra mi piel, la cual cosa me estremece y me encanta. Se separa volviendo a besarme los labios por unos instantes. Me encantan estos momentos donde solo estamos el y yo, abrazándonos.

-Te has tapado el chupetón -Frunce  sus labios, apartándome el pelo de encima el hombro para dejar ver esa área y el cuello.

Asiento con la cabeza -Si, pero tampoco se veía tanto ya -Me relamo el labio inferior intentando humedecerlo, pero veo como mi novio hace una mueca y arruga el entrecejo. Haciéndole ver demasiado adorable.

Vuelvo a besar sus labios captando su atención, incitándole a que siga mi ritmo, cosa que acepta gustoso. Acerca nuestros cuerpos, dándome unos golpecitos en los glúteos para que salte, y lo hago enrollando mis piernas al rededor de su cintura -Ni se te ocurra sentarme en la encimara esta sucia y no quiero que eches a perder todo lo que he echo hasta ahora -Le advierto volviendo a juntar nuestros labios sin aumentar el ritmo, solo besándonos de la forma más lenta y sensual que sabemos hacer.

Distancia [Victor Blade]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora