VIII. Dentro

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Estas semanas han pasado horriblemente lentas, lo único que he echo es revisar una y otra vez los papeles de la nave en la cual me iré al espacio. Y ahora estoy aquí en el maldito podio del Campo Camino Imperial, viendo como Buddy está haciéndose el loco por todo el campo.

Esto va a acabar mal.

Lo único que quiero es irme al hotel y no hacer nada, pero nada de nada.

Hay dias en los que me gustaría desaparecer, no ser nada, sin poder sentir, escuchar y oler.

Hay dias en los que prefiero no sentir algo, antes de empezar a cuestionarme el porqué de mi estúpida familia rota. El porqué los chicos se preocupan por mi cuando, no he echo casi nada por ellos. O el porqué Victor decidió quedarse con migo cuando ambos sabemos que nuestro amor es más una utopia que otra cosa.

Porqué aún que me vea como una chica segura de si misma, no lo soy, como todos tengo mis complejos, problemas familiares y estrés con el que lidiar. Pero prefiero mantenerme ocupada haciendo cualquier cosa que mantenga esos pensamientos a raya, que mantenga mi mente distraída, y no pueda jugarme malas pasadas.

Pero cuando estoy aquí en Japón, sin nada que hacer, sin entrenar, salir o el mero echo de salir con mi novio hacen que todas esas mierdas vuelvan a mi. Y puede que no sea de valientes dejar los problemas a parte, pero tampoco me veo con la estabilidad mental como para enfrentarme a ellos y salir bien parada.

Caos, así es como puedo definir a mi mente en estos momentos, un bonito y destructivo caos.

Mentiria si dijera que no tengo miedo, porque claro que lo tengo. Quiero saber si lograré superar todo esto en algún futuro, o arrastraré todo a mi paso.

Y con el echo de que probablemente vamos a sufrir una invasión por parte de criaturas extraterrestres no me ayuda en lo mas mínimo a apaciguar los monstruos de mi interior. Solo necesito que alguien me diga que todo va a salir bien, que alguien me abrace y pueda sentir el calor ajeno contra mi cuerpo. Necesito que alguien quiera perder su tiempo en escucharme.

Necesito que por una vez en la vida alguien se interese por ver más allá de lo que dejo ver a los demás.

[...]

-Con la Federación hemos reunido el dinero suficiente como para construir unas instalaciones de entrenamiento exclusivas para el Inazuma Japón -Oigo a Axel explica a mi lado, mientras intento concentrarme en no pensar en algo, saco el móvil de mis pantalones y entro en WhatsApp.

Yo: Pa, ire a correr después de esta reunión. No me esperes.

Mi mente se concentra en las palabras que emiten los labios de Axel, pero no en su significado en si, ni en el significado conjunto de la oración -Hemos pedido ayuda a Carina, que es la capitana de la selección profesional de Inglaterra, para diseñarlas acorde con vuestras necesidades. Así que ella ha elegido los ejercicios básicos en el entrenamiento de David Evans y los hemos modernizado. ¿Cierto?

Siento como si alguien me estuviera hablándome, pero decido ignoro -Hey Carina- Ahora mi cerebro empieza a funcionar y a traducir los sonidos a significados -¿Estas bien?

Mis ojos van hacia Axel, el cual mantiene su ceño fruncido, y me doy cuenta de que estamos en mitad de la reunión delante de todos los jugadores de Inazuma Japón, genial Carina. Como siempre cagándola -Si, si, tranquilo.

Así que sigue hablando, explicando los diferentes funcionamientos de la nueva sala que han incorporado, por petición mía. Mientas me limito a intentar desconectar de nuevo mi cerebro. Y para mi suerte funciona, ya que cuando me doy cuenta los jugadores ya están saliendo de la sala detrás de Ray, y puedo notar que Victor me mira frunciendo el ceño, e intento calmarle un poco sonriéndole (que creo que se asemejó mas a una mueca que otra cosa).

Distancia [Victor Blade]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora