Bajó de mi auto y se fue, ni siquiera me dijo gracias o adiós, supongo que fue muy duro lo que pasó.
Subí al auto y no lo encendié hasta verla entrar a casa, un suspiro salió de mi boca sin pedir permiso. No sé si es la costumbre o quizá ya perdí la cabeza y la tengo a sus pies, pero cada que la veo, odio amarla en secreto y a la vez no amarla y odiarla despreciablemente. Son sentimientos tan revueltos que ya no sé si la amo o la odio.
Llegué a casa y saqué una libreta. Saqué miles de cuentas pensado en todo lo que tenía que gastar para cuidar un bebé. No quiero pensar en que ______ me deje la custodia del bebé solo para mí, esa sería mi cruel ruina, aparte, no se cuidar un bebé. También tuve que dejar dinero para pagarle las clases privadas a _______, para que no pierda sus estudios.
Diablos estoy confundido, si todo esto no hubiese pasado ¿qué sería de mí ahora?
«Narras tú»
—Estúpido Andrew, como quisiera arrancárle la cabeza y pisotearla —susurré mientras subía las escaleras sin gana alguna. Por suerte no había nadie en casa aún, aventé mi bolso al suelo y me tiré sobre la cama.
Después de un largo tiempo mi celular sonó, tomé el bolso y lo abrí, saqué la rosa que Andy me había regalado en la mañana, la miré con un gesto de decepción en mi cara y la tiré en el cesto de la basura,tomé mi cel y contesté.
—Mmm—dije sin gana.
—¿En dónde carajo estás? ¿Sigues con Andy? —Preguntó Jinxx con ansiedad y preocupación.
—Estoy en mi casa, ven ahora—ordené de mala gana.
—Está bien, deja que acabe la clase y voy—colgó y dejé mi cel bajo las almohadas. Me recosté y miré el techo un largo y aburrido tiempo.
‘Mientras tanto en mi pensamiento...’
“¿Pero que mierdas le pasa a Andy? ¿Acaso sólo es un maldito sueño del que no he despertado? ¡agh! ¡Lo odio! Encerio pagaría millones de dolares por ver su cabeza colgando de la pared del estudio. Aún que, pensándolo bien, me encantaría ver una última vez su cuerpo... ¡tengo la tortura perfecta! _______ eres un gran genio, pondré en práctica mi tortura y así dejárlo lleno de dolor... el peor dolo que un hombre puede sentir..."
—¡______! ¡Abreme! —gritó Jinxx desde abajo, alejándome de mi pensamiento. Me levanté de la cama y bajé a abrir.
—Hola Jinxx—dije jalándolo hacia adentro. Cerré la puerta detrás de mí y llevé mis manos a su espalda y lo empujé hasta mi cuarto.
—¡oye! ¿De qué se trata?—chilló mientras me seguía el paso.
—Del... enemigo—dije con cierto ¿odio?
—Ok, ok, solo por que serás mamá.—golpeé su espalda y se echó a reir con ganas. Llegamos a mi cuarto y le conté cada detalle de lo que pasó con Andy. Jinxx quería insinerar la rosa y después tirar las cenizas lejos de nosotros... pero después llegó a la estúpida y nada probable conclusión de que Andy quiere algo más que enemistadad.
