Llegué a Oxford y me fui a mi aula. Por grande que fuera mi suerte, Ashley estaba ahí, sentado en una butáca al final de la tercera fila, mirando su iPhone.
—¡Ashley!—dije y me senté a su izquierda.
—Hola ______—dijo sin despegar su mirada del iPhone.
—¿Oye? Quiero pedirte una gran disculpa por la manera en la que te traté, encerio per...—interrumpió poniendo su índice sobre mi boca.
—Tranquila, estás perdonada— sonrió tranquilamente y quitó su dedo de mi boca.
—Gracias Ashley—me levanté y fui a abrazarlo que con gusto, me recibió.
Comenzamos a platicar cordialmente, como si nunca hubiese pasado nada. Extrañaba realmente el amor que sentía por él. Verle esos ojos marrones y sus perfectas fácciones fue como subir al cielo.
Platicabamos gustosos hasta que el profesor entró.
Durante la clase ambos nos mirabamos y uno que otro suspiro se escapaba de mi boca haciendolo sonreír. Pareciamos dos locos enamorados... eso es demaciado extraño y a la vez increíble por dos cosas: 1, me olvidé de Andy con tan solo verle y 2, me volví a enamorar.
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—¿Podríamos ir al área verde?—chillé jalándo a Ashley del brazo. Habíamos caminado por toda la institución... cuando digo toda, es TODA.
—Está bien—rió y me tomó de la mano. Al fin llegamos a un área verde, nos sentamos bajo un gran árbol.—¿contenta?—preguntó alzándo una ceja.
—Ven acá, tonto—sonrió y se acostó en mis piernas. Acaricié por un momento su cabello.
—¿Y como has estado? ¿Qué tal el bebé?—abrió conversación de manera interezada.
—Pues bien, odio los síntomas. Él... está creciendo—sonreí y llevé mis manos a mi vientre de tan solo pensarlo.
—Que hermoso—acarició también mi vientre. Sus frios labios besaron mi ombligo desnudo. Sonreí tiernamente al imaginarmelo a él de papá.
—Gracias—sonreí y acaricié su mejilla. Me acerqué y besé cortamente sus labios.
—¿Y qué es? ¿Niño o niña?—preguntó sonriendo.
—Todavía no lo sé, me gustaría que fuese sorpresa—sonreí tiernamente. En realidad me encantaría que fuese un niño *w*
—Oh, eso sería genial. ¿Qué deseas que fuera?—jugaba con el cabello que caía por mi hombro.
—Pues anhelo que sea un niño, pero si es niña no importa, igual la amaré—respondí tranquila e hice un mohín.
Me miró sorprendido y sonrió, levantó su cabeza y con su boca atrapó la mía. Volvió a recostar su cabeza en mis piernas jalándome consigo.
Debo admitir que sus besos son 100% más deliciosos que los de Andy.... y otra vez lo estoy recordando... y recuerdo la noche pasada... y... ay :(
Nos separamos por la falta de aire, ambos sonreímos tiernamente.
Me sirvió totalmente la compañía de Ashley. Estoy puestísima para hacer lo que tengo que hacer.
Nos dimos una buena despedida en el pasillo, entré a clase y me encontré con Andy sentado en MI lugar ¿pero qué se cree ésta mierda?
—Quitate de ahí—dije seca, frivola y de muy mal humor. Me miró confundido unos segundos.
—No sabía que eras bipolar, cariño—se levantó de mi asiento y con su mano me indicó que me sentara.
—Ahora lo sabes—rodeé mis ojos y saqué mi tarea. 6 hojas en perfecto estado sobre la tecnología apartir de los 80's y datos importantes. Andy estaba sentado a mi lado, sosteniendo su cabeza con su mano y mirándome.—¿Qué tanto me ves?—dije sin dirigirle la mirada.
—Lo hermosa que eres—soltó un leve suspiro. Rodeé mis ojos y suspiré con pesadez. Andy frunció el ceño y me miró con decepción— ¿Se puede saber qué diablos te pasa? Hace rato estabas bien, amabas lo que te decía ¿y ahora?—dijo con enojo. Tragué en seco y recordé que había un plan.
—Perdona amor, es que no me siento bien—mentí. Se acercó a mí y me abrazó, mi cuerpo se estremeció por completo al sentir sus brazos a mi alrededor.
—¿Quieres que te lleve a casa?— susurró en mi oído.
—No, gracias, solo es un pequeño dolor, tranquilo— peiné su cabello y besé fugásmente sus labios.
—Confío en ti— sonrió agradecido y presionó sus labios a los mios.
¡Joder! ¡Amo su perfume! Me embriagé de su exquisito aroma mientras me besaba. Nos separamos y hundi mi cabeza en su pecho. Sonreí a mis adentros maliciosamente.
Es ahora cuando el juego inicia.
