Capítulo 47 (Parte 1)

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Ese maldito, pero exquisito olor, seguía invadiendo mi sentido del olfáto. Estaba segura de que Andy estaba por ahí.

El perfume que le conocía a Andy, consiste en una combinación de Dolce & Gabana y 12, según Andy, esa era su fragancia patentada para conquistar chicas y es el único en aplicarla.

También mi sexto sentido me juraba que Andy estaba cerca, por más extraña que sea la razón, quería verlo, correr hacia él y abrazarlo, regañarlo por desaparecerse y después apuñalarme por haberle dañado de esa estúpida y cruel manera, jamás pensé en que a él le lástimara tanto.

Ashley parecía enojado por que le ignoraba ¡pero yo quiero ver a Andy! Mi cuerpo comenzó a reaccionar por si solo, se levantó de donde estaba sentada y se dirigió dos mesas adelante, en donde un chico con gorra, lentes y una gran sudadera estaba sentado. Dudé mil veces en tocarle el hombro o mencionar su nombre, pero el estúpido sexto sentido me decía que era él, que era Andy quien estaba ahí sentado.

—A...Andrew—dije en un leve susurro. No hubo respuesta por parte del chico, me acerqué un paso más y aclaré mi garganta.—Andrew—dije con voz bastante clara como para que me escuchase.

—¿Diga?—mencionó éste sin mover ni un músculo lejos de la mesa.

—Mírame—rogué observando sus perfectas facciones que ningun accesorio podría hacerlo diferente. Quitó sus lentes obscuros lentamente, sin embargo no me miró como le ordené.

—¿Viene a humillarme y destrozarme otra vez?—preguntó cabizbajo. Me dolió lo que me acaba de decir, sentí el caer del mundo sobre mí con esas palabras.

—No, vine a hacerte compañia y hablar contigo—dije en un tono entristecido. En realidad lo estaba.

—No necesito su compañia, además, usted viene con el tonto de su novio— enfatizó la palabra "novio" y lo miré a mi "novio", el cuál, él imitaba la misma acción que yo, solo que confundido.

—Puedo decirle que lo veré más tarde—encogí de hombros y volví mi vista a Andy, quien aún seguía sin mirarme. Pero ¿quién se atrevería a mirar a una destroza-corazones?.

—No, déjeme solo, no necesito compañia—tomó sus lentes y volvió a ponerselos. Sonrió pero no logré ver ni una pízca de felicidad en ella.

—Iré a decirle a Ash que lo veré más tarde, no te muevas— Me dirigí hacía con Ashley, quién se mostraba sumamente enfadado—Ash ¿podría verte más tarde?—pregunté apenada pues sería como cancelarle o correrle.

—Mmm ¿quién es él?—preguntó señalándolo.

—Es... es un amigo, pero necesito hablar con él, encerio lo necesito, por favor—rogué. Alzó una ceja y  torció la boca—por favor— insistí.

—Está bien, llamame cuando acabes, vendré por ti—me dió un corto beso y se marchó. Rápido volví hacia con Andy quien seguía inmóvil en su asiento.

—Ya—tomé asiento a un lado de él, parecía una estatua, no se movía, su taza de café estaba llena ¿cuánto tiempo lleva aquí?—Andy, ¿qué te pasa?—que descarada soy, merezco un Oscar a la mejor persona con descaro e hipocrecía.

—¿Qué me pasa? Lo de siempre, sangre por las venas, saliva por la boca, lágrimas por los ojos, latidos al corazón... ya sabe, lo escencial—agitó su mano con desdén mostrandose desinterezado por mi pregunta. ¿Por qué me está hablando de "usted"?

Quería verlo, así que bajé el gorro que cubría su cabeza y quité sus lentes, él seguía sin mirarme.

—Andy, mirame... por favor— pareció entrarle por un oído y salirle por el otro ¡no obedeció! Tomé su barbilla y giré su cabeza en mi dirección, pero éste es muy astuto y guió su vista a otra parte—mirame—insistí de nuevo. Suspiré y comenzé a acariciarle el cuello, subí hasta su oreja y cerró los ojos, bajé a su mejilla y delinié sus labios con mi pulgar.

—Mirame—volví a insistirle, pero parecía darle poca importancia. Volví a delinear sus carnozos labios y tomé su barbilla nuevamente—Andy—susurré antes de besar sus labios, pero no correspondió, en cambio apretaba su boca.

Batallé un par de veces en encontrar sus labios, sin embargo, no me rendí—¡Andy te extraño!—chillé y volví a besar sus labios, él abrió los ojos de golpe y correspondió el beso de manera desesperada.

Cada movimiento de sus labios con los míos, me hablaba, me decía lo mucho que me extrañaba, lo mucho que le hacía falta... lo mucho que me ama. Ese beso fue un flechazo total a mi corazón, galopaba con la fuerza de mil caballos, casí sentía que se me iba a salir del pecho.

Después de una larga sesión de besos, me separé un poco de él.

—Basta, Andy tenemos que hablar—dije contra sus labios. Me miró y sonrió divertido.

—Uno más y hablamos—Sin dejarme decir una palabra, cerró sus labios entorno a los míos, aún que el beso era lento, se podía sentir lleno de pasión, algo que me llenó por completo. Agregó ese último toque exitante al beso: el mordisquear mis labios antes de darlo por terminado.

Enamorados Por Accidente♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora