Capítulo 71 (parte 1)

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—Doctór, hemos perdido al bebé.

—¿Ella está con vida?

—Su pulso es de -1.1, no podemos hacer nada, en cualquier momento se nos va.

—Manten las esperanzas Celine, tenemos que sacar ese bebé, anestesienla.

—¡Ha despertado!

—¿Qué? ¡Anestecienla!

—Doctór su pulso ha aumentado.

—¿A cuánto?

—A 20 porciento.

—Tenemos esperanzas, anestecienla, sacaremos al bebé con cesarea.

—Aquí está la anestecia.

~Más tarde~

—Listo, Celine y Jess, cosanla y pongale el suero.

—¿Qué hará con el bebé?

—Ya sabré qué hacer.

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Desperté al sentir piquetes en la palma de mi mano.

—Ya despertó—dijo una enfermera con tono elevado. Esperen ¿una enfermera? Me percaté de que estaba en un hóspital... ¡¿EN UN HÓSPITAL?! D:

Miré a mi alrededor y paré en mí, me asusté, me enojé ¡ME ASUSTÉ!—¡¿EN DÓNDE ESTÁ MI BEBÉ?!—grité y la enfermera se asustó, seguido me miró con tristeza.

—Señorita, lo lamento mucho—salió de la habitación. No entendía nada, de pronto mis ojos se inundaron en lágrimas.

—No, mi bebé no.. ¡MI BEBÉ NO!—me tiré a llorar sobre la camilla mientras apretaba mi vientre ahí fue donde me dí cuenta de que me hicieron cesarea, pues traía una venda y me dolía cada que me apretaba.

Me preguntaba ¿qué hacía aquí?... entonces recordé, Jake hizo esto, mi propio hermano me quizo matar...

¡ESTÚPIDO PATÁN DE MIERDA! ¡POR SU MALDITA CULPA PERDÍ A MI HIJO! ¡DESGRACIADO!

Lloraba como nunca lloré en mi puta vida, nada me tranquilizaba, entraron unas enfermeras a quererme tranquilizar ¡Pero nadie pudo hacerlo!, Perdí lo que más anhelaba y perder un hijo es como perder la vida, no tienen idea de lo que se siente, es una tortura.

Unos minutos más tarde, Andy entró con los ojos hinchados y rojos. Me abrazó y no hubo nada que nos detuviera, ambos lloramos sin dejar de abrazarnos, jamás en la vida lo vi llorar, pero ahora me doy cuenta de que se ve tan hombre llorando.

Sentí que perdí todo, sentí como mi corazón se apachurraba y se secaba para caer en cenizas, lloraba como si no existiera mañana, me dolía demaciado.

—Senorita, necesitamos que su esposo venga conmigo—negé con la cabeza y lo apreté más fuerte al igual que él comigo.—Está bien, ¿cuál es el nombre de su hijo?—Rompí en llanto.

—Andrew Nicholas—respondió Andy entre sollozos.

—Gracias—salió de la habitación y Andy me acostó sobre la camilla, él se acostó encima de mí sin dejar de abrazarme y fue lo único que pudo tranquilizarme, el calor de su cuerpo, su escencia.. él.

Cerré los ojos ya que me pesaban y quedé dormida sintiendo las caricias de Andy por mi cintura, lo hacía de una manera tan suavesita que me tranquilizaba completamente.

~Una hora más tarde~

—Señorita despierte—dijo la enfermera mientras movía mi brazo ligeramente. Abrí los ojos y me puse sobre mis codos, recuerdo que Andy estaba arriba de mí y ahora... no está.

—¿Dónde está Andy?—le pregunté y ella sonrió, la miré confundida, la chica abrió la puerta y en ese momento Andy entró.

Mis ojos volvieron a nublarse al ver a  Andrew con una enorme sonrisa, miró hacia sus brazos y sonreí entre lágrimas. Él estaba ahí, Andy se caminó hacia mí y me entregó a nuestro pequeño, no pude evitar llorar. Él estaba conmigo, en mis brazos y más que nada, con vida.

—Amor, pensé que te había perdido—dije mientras acariciaba su cabesita, su piel tan suavesita y sencible. Me he enamorado a tal grado de que mi corazón haya revivido, lo sentía palpitar con fuerza.—Pero Dios es grande, tuvo piedad y aquí estás conmigo. Te amo mi amor. Gracias Dios—Dije mientras le entregaba cientos de besos. En ese instante me sentí llena de vida.

Me permito decirles que soy la mujer más feliz del mundo, no podía creerlo, mi Nicholas estaba conmigo, Andy sonreía y lloraba de felicidad, al igual que yo.

Miré a Andy y correspondió sonreímos ampliamente y después me dió un beso, un tierno beso.

El doctor entró con una sonrisa satisfecha.

—Mañana la daremos de alta señorita—asentí y sonreí agradecida, muy agradecida.

—Gracias doctór—le agradecí. Sonreí y besé la frente de mi Nicholas.

—No es nada, es nuestro deber salvar vidas—me guiñó—la espero el Lunes de la próxima semana para quitarle las puntadas y para checar a Nicholas. Como sabe nació unas semanas antes de lo previsto y sabemos que no está del completo preparado, por suerte, está bien, está completo y todos sus órganos estan en muy buen estado—comentó con una sonrisa en su rostro. Eso me hizo más feliz de lo que ya estaba. Haré lo posible para que pueda tener una vida sin complicidades.

—De acuerdo, gracias nuevamente doctór—dije alegre mientras acariciaba las mejillas rosadas de mi mini Andy.

—No es nada. Bueno, los dejamos—salió junto con las dos enfermeras que estaban en la habitación.

—¿Cómo supiste qué estaba aquí?—pregunté. La duda me mataba, el saber cómo carajo llegué aquí.

Andy suspiró—Tu papá me llamó y me dijo que estaba en nuestra casa pero... que tú... no estabas con vida y... no sé si deba decirtelo _______—se alejó un poco de mí. Suspiróu con una gran pesadez, no entendía.

—Dímelo—pedí.

—Jake tampoco.

Enamorados Por Accidente♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora