ADVERTENCIA: No me hago responsable de todos sus traumas e.e Sí ustedes quieren leer, adelante... :)
Las clases terminaron de lo más normal, Jinxx ya no se viene conmigo de ahora que trae auto, pero sí llega a mi casa, él es que me cuida.
Salí al estacionamiento y Andy estaba recargado sobre su auto con las manos en los bolsillos y mirando a otra parte, dejándome ver su perfil.
Caminé hacía mi auto y justo cuando estaba por abrir la puerta, sentí esas calidas manos rodearme por la cintura. Cerré mis ojos rendida ante esas caricias. Sus labios volvieron a mi cuello para llenarlo de besos y uno que otro mordisco.
Esto es tan jodidamente exitánte. Di media vuelta quedándo frente a frente. Miré sus hermosos ojos y junté mis labios con los suyos,extrañando su sabor. Pasé mis manos por su pecho y las uní detrás de su nuca rogádole que no se separara.
Sus manos estaban inquietas, subían y bajaban por mi espalda hasta mi trasero para apretarlo contra él. Un gruñido se escapó de mi garganta al sentir su erección
—¡Ahhhh! ¡Andy!—gemí inconcientemente al sentir sus manos sobre mi trasero apretandome más para sentirlo.
—Mmmmm—el sonido que provino de su garganta rompió toda aquella barrera que debía separarnos. El beso se hizo más apacionante.
Abrió la puerta de atrás de mi auto y me acostó sobre el sillón, cerró la puerta y subío sobre mi cuerpo. Sus besos son tan exquisitos y sus caricias aumentan el placer, el deseo.
Acaricié su pecho por encima de su playera y podía escuchar sus leves gemidos. Quité su playera y acaricié desde sus brazos hasta su espalda, recorrí su abdomen con la yema de mis dedos haciendolo gemir. Paré justo en la evilla de su fajo y comenzé a desabrocharlo sin dejar de besarlo.
Jugué un poco con su cierre hasta que por fin lo bajé y bajé sus pantalones. Andy quitó mi blusa desesperadamente para después desabrochar mi brasier.
Hundió su cara entre mis pechos y comenzó a lamer hasta llegar a mi pezón y morderlo. Repitió unas veces y luego se fue al otro para hacer lo mismo.
Un mordisco fuerte hizo que me levantara y me sentara rápidamente. Miré a Andy y siguió acariciándome, volvió a acostarme en el sillón y comenzó a besar mi cuello.
Mierda me estoy dejándo llevar, pero es tan exquisito todo esto.
Sus manos desabrocharon mi short y lo bajó junto con mis bragas, se abrió paso entre mis piernas y siguió besándome.
Estaba tan exitada que apuesto que el boxer de Andy ya estaba mojado, abrazé su cadera con mis piernas y lo apreté más a mí. Gemí llena de placer al sentir su miembro ya firme rozándo mi feminidad.
Bajé el boxer de Andy con mis pies y volví a subir mis piernas en su cadera. Acaricié su espalda mientras disfrutaba de sus labios.
Empezó a penetrarme de una manera lenta y suave, cerré mis ojos y heché mi cabeza hacía atras disfrutando del momento. Fue acelerando el rítmo de sus embestidas haciendome gemir su nombre.
—Andy—jadeé arañándo su espalda. Abrí mis ojos y rogué que me besara, unió sus labios a los míos y sus manos acariciaban desde mi trasero hasta mi cintura.
—Diablos ______, te amo con tanta locura—dijo Andy entre besos mientras seguía penetrándome y acariciándome.
—¡Ah! Yo... yo también te amo... Andy—jadeé y busqué sus labios para saborearlos. ¿Encerio dije que lo amo?
—¿Encerio?—preguntó entre besos, sus manos apretraron mi trasero.
—Si, Andy—me aferré a su espalda, estaba a punto de alcanzar el orgasmo. Sus manos subieron a mi cara y acariciaron mis mejillas.
—Te amo _____—susurró antes de besar mis labios.
—¡Ahh! ¡Andrew! ¡Ahh! —Gemí cuando alcanzé mi orgasmo, encajé mis uñas a su espalda y mordí su hombro. Era demaciada la exitación que mi respiración estaba demaciado agitada.
—¡_______! ¡Ah! —Gimió segundos después de mí, al conseguir su orgasmo. Hundió su cabeza entre mis pechos y acaricié su cabello mientras nos relajabamos.
Ambos estabamos cansados y débiles, nuestros cuerpos sudaban y trataban de recobrar fuerzas para levantarse. Lo único que se escuchaba eras nuestras respiraciones agitadas.
¡Vaya ______! Has tenido sexo con Andy en tu coche y en el estacionamiento de la universidad, eso es algo nuevo.
Mientras recobrabamos fuerzas, nos dedicabamos miradas y sonrisas, es como si no fueramos enemigos ni nada relacionado. Cuando recobramos fuerzas, Andy sacó su miembro de mi sexo. Me levante y comenzé a vestirme. Terminé y miré a Andy sentado aún normalizando su respiración
—Vamos vistete, ¿qué esperas?—le entregé su ropa y salí de auto esperando a que se vistiera, por suerte no había nadie cerca. Minutos después salió Andy.
—Bien, nos vemos más tarde preciosa—besó cortamente mis labios— me llamas si quieres que hagamos la tarea juntos ¿ok?— sonrió descaradamente y volvió a besar mis labios. Asentí con la cabeza y se fue. Entré a mi auto y salí de ahí.
Vaya, que día tan raro. Encerio espero que esto solo sea un mal sueño del que no he podido despertar.
