Todo iba increíble en mi vida. El Lunes me quitaron las puntadas y me inyectaron un suero que me ayudaría a que la cicatriz desapareciera más rápido. A Nicholas sólo lo revisaron de salúd y gracias a Dios, mi pequeño está muy bien.
Hoy preparabamos la casa para recibir a mis suegros, los Biersack, enemigos de la familia Pitts desde un principio y hereditario... hasta que Andy y yo nos juntamos.
Andábamos de un lado a otro llevando y trayéndo cosas para que la casa se viera decente.
Andy preparaba la cena, un delicioso pavo a la naranja. Debo destacar que cuando Andy cocina, la casa huele a gloria. No sé de donde aprendió a cocinar pero lo hace muy bien.
Nicholas jugaba con las llaves del auto de papá, acostado en el porta-bebé. No era problema mientras yo aseaba la casa.
Dieron las 5, nos dimos un baño y nos vestimos. Andy, como preparaba la cena, tenía que dejar todo impecable, así que se duchó y vistió rápido para baja y acomodar el comedor.
Saqué un vestido rojo straple corto, con un escote pequeño pero que dejaba ver un poco mis pechos. Era el que iba a usar para mi graduación. Me lo puse y resaltaba muy bien mi cuerpo, me pusé unos zapatos de tacón alto, negros. Sequé y ondulé mi cabello. Me puse un poco de maquillaje y por último, mi fragancia favorita.
Miré el reloj y eran las 7. ¡Las 7! No tardaban en llegar los padres de Andy. Vestí a Nico con un conjunto beige y sus zapatitos blancos, todo un principe mi bebé.
Sonó el timbre y mis nervios aparecieron ¿Qué dirán cuando me vean? ¿Y si se arma un pleito? ¿Y si me piden que me aleje de Andy? ¿Qué pensarán de mí? :o todo eso y más preguntas rodaban en mi mente. Tomé a Nicholas en mis brazos y esperé alguna señal de Andy o que yo agarrara valor para salir de la habitación, bajar y dar el frente con los papás de Andy.
—¡Amor!—gritó Andy desde abajo. Mi corazón se aceleró, me sentía a morir en ese instante. Inhalé y exalé un par de veces y bajé con Nicholas en mis brazos.
Cuando toqué planta baja, miré a los tres, que me miraban, no sé si era que estaban sorprendidos o aterrorizados, bueno en el caso de los padres de Andy, por que él, me comía con la mirada, bueno, no me comía, me desnudaba con la mirada haciendome sentir incómoda.
—Buenas noches—me atreví a decir y Andy aterrizó, se puso a mi lado y besó mi mejilla.
—Mamá, papá, ella es ______ Pitts, mi novia y la madre de mi hijo, Andrew Nicholas—Dijo Andy con seriedad. Sus padres me analizaban de pies a cabeza una y otra vez.—______, ella es Amy, mi madre y él Christian, mi padre—Amy extendió su mano hacia mí y yo gustosa la estreché.
—Un gusto—le dije mientras ambas sonreíamos. Chris seguía analizándome, después dirigió la mirada a Andy.
—¿Así que ya no hay rivalidad?—preguntó poniendo amenazadoramente su vista sobre mi novio.
—No, se ha convertido en amor—respondió Andy siendo frío.
—¿De cuándo acá, los enemigos terminan amándose?—arqueó una ceja y se cruzó de brazos.
Amy me miró como si se estubiese disculpando conmigo.—¿Puedo cargar a mi nieto?—preguntó apenada.
—Claro—le entregué a mi nene—Pasemos a la sala—indiqué y Amy me siguió hasta la sala en donde ambas nos sentamos en silencio. Chris parecía regañar a Andrew, sinceramente solo escuchaba murmuros.
Amy comenzó a hablarme de cosas sin mucha importancia, como cuando Andy era un bebé y que era demaciado inquieto y cosas así.
Unos minutos más tarde Andy y Chris entraron a la sala y cada quien tomó asiento con su respectiva mujer. Andy tomó mi mano y entrelazó nuestros dedos haciéndome saber que todo estaba bien.
—Bien, un gusto conocerte ______—por fin habló Chris.
—El gusto es mío, señor—respondí con firmeza.
—Se parece tanto a ti, Andy—dijo Amy conmovida refiriendose a Nicholas. Miré a Andy y estaba sonrojado. Oh Dios, me mega enamoré de verlo así.
—Ay mamá—se quejó y sonrió apenado. Mordí mi labio y me acerqué a él para besarle la mejilla.
—Es un niño precioso—confesó mientras acariciaba suavemente su mejilla.
—Gracias Ma—dijo Andy mostrando una sonrisa.
Después de unos minutos en silencio, Andy y yo nos levantamos.
—Bien, vamos a cenar, tengo hambre—dijo Andy sobando su panza. Dicho eso, fuimos al comedor y nos sentamos. Dejé a Nicholas sobre el porta-bebé a mi lado.
Andy sirvió la cena. Ya listo, conversamos de cosas sin mucha importancia, lo típico.
Acabada la cena, conversamos un rato sobre el comedor. Más tarde, los padres de Andy se despidieron, claro, procuraron volver. En realidad, me llevé bien con ellos.
Andy yo juntamos el comedor y arreglamos la cocina. Miré el rejol y pasaban de las diez de la noche. Saqué a Nicholas del porta-bebé y subí a la habitación para darle de cenar.
Me quité los tacones y me acomodé para darle de cenar a Nicholas. Minutos más tarde que quedó dormido y lo dejé sobre su cuna que se encontraba al lado de nuestra cama.
Me acosté bocabajo y cerré mis ojos para descanzar un poco. Andy subió y se sentó a mi lado subiendo mis piernas sobre las suyas.
