Capítulo 30

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Mientras un incómodo silencio nos invadía, me puse a pensar «Este no es el Andy que yo conosco ¿cómo se atreve a besárme? ¿Ya no somos agua y aceite? Me estoy volviendo loca, odio finamente a mi contrincante y ahora lo odio más que nunca ¡estoy embarazada de él! Maldita sea la hora y el día en que lo conocí, maldita sea esa noche en el antro, maldito sea él...» una leve caricia en mi mejilla hizo que me alejara de mis pensamientos.

—¿Qué piensas?—seguió acariciando mi mejilla con sus dedos. Sentí como me estremecía ante eso.

—Ah, en nada, vamonos—quité su mano y me levanté. Sus brazos se enredaron en mi cintura y me jaló hacia él.

—Oh no, todavía no nos iremos—me sentó sobre sus piernas y con sus brazos a mii alrededor impidió que me fuera.

—¡Andy! ¡Me quiero ir!—traté de soltarme de su agarre pero cada vez me apretaba más y un fuerte dolor en mi vientre hizo que cayera —ahora sí— en los brazos de Andy.

—¿E..estás bi.. bien? —preguntó asustado, me tomó por los brazos y me levantó.

—Si, solo me dolió cuando me apretaste—me senté de nuevo en la banca esperando que el dolor disminuyera.

—¿Segura?—preguntó todavía asustado. Su mirada me decía que estaba muy asustado y preocupado. Encerio creo que me han cambiado a Andy. En vez de preocuparse por mí, solo se burlaría, pero no es así, está preocupado.

—Si, tranquilo—sonreí forzosamente y acaricié mi vientre, sentí exactamente un calámbre. Sobé lentamente relajando los músculos.

—Perdón—bajó la mirada y no entiendo el por qué llevé mi mano a su rostro y acaricié su mejilla. Levantó la cabeza y sonrió. Reaccioné y quité mi mano de su mejilla.

—Está bien, solo fue un calámbre—se acercó a mí nuevamente y me tomó de la cintura. ¡Ay no, otra vez no! Su boca se encontraba a centímetros de la mía, puse la palma de mi mano sobre su cara y lo alejé. Sólo rió y mordió mi palma.

—¡Auch!—grité y alejé mi mano, la limpié en su jean y se echó a reír. Luego volvió a acercarse y fugazmente atrapó mis labios, sus manos acariciaban suavemente mi cintura. Por más extraño que fuera, sentí como el dolor se iba.

«¿Pero qué estoy haciendo? ¿Por qué estoy permitiendo que me bese? Diablos, sus labios son tan...tan deliciosos.. No, vamos _______, no puedes estar pensando eso de tu propio oponente, de seguro estará haciendo esto para enamorarte, después dejarte y con ello llevarse el puesto del número 1 en todo...»

—¡Vaya, vaya, vaya! Yo pensando que estás en la universidad estudiando y no. Te encuentro en un parque besándote con el enemigo —esa voz... ¿de dónde la conosco?.... ¡MIERDA!

—¡Papá!—aventé a Andy y me levanté rápido de la banca. Vi como en el rostro de Andy se formaba una maldita sonrisa. Maldito estúpido, ya sé cual es su maldita intención.

Enamorados Por Accidente♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora