Abrí la puerta y me quedé atónita.
—Qui... quiero hablar contigo _____—dijo Ashley con la voz quebrada y serio.
—Cla.. claro pasa—dije indicándole que entrara.
—Mejor afuera—me tomó de la mano y cerró la puerta detrás suyo.
—Mmm ¿qué pasa mi amor?—dije tomandole de las dos manos.
—Te lo pediré una sola vez, pero prometeme que no lo volverás a hacer—me miró con un poco de enojo.
—está bien, te lo prometo bebé—fingí una sonrisa.
—Quiero que cuando Biersack me moleste de nuevo, no interrupas ¿ok?—arqueó una de sus cejas y me soltó de las manos.
—¿Pero, por qué?—agaché la mirada.
—Porque yo puedo solo, gracias—se alejó de mi casa sin decir nada más ni despedirse se mí. Sus palabras me dejaron en shock. Entré a casa y Jinxx notó que estaba sorprendida.
—¿Qué te dijo?—preguntó confundido ante mi rostro.
—Que.. que él.. que no me acercara cuando Biersack lo molestese..—dije tibuteando ya que no me encontraba bien.
—¿qué? ¡Ashley morirá en una de esas!—dijo tomandome por los hombros y sacudiendome un poco para que reaccionara.
—Me dijo que él podía resolverlo solo— lo tomé por los costados y le di un empujón para que me soltara.
Jinxx se quedó callado y solo dedicamos miradas.
+
A la mañana siguente, desperté gracias a que Jinxx me golpeó con envase de jugo en la cara, lo busqué cerca de la habitación y no estaba, lo escuché reir debajo de mi cama.
—Sal de ahí tonto—dije divertida al verlo reir debajo de mi cama.
—Deviste ver tu reacción—rió y salió de ahí. Sacudió su ropa mientras reíamos.
—Eres un idiota Jinxx—golpeé su brazo un poco y reí.
—auch! -Rió- ya vistete que hay tormento, digo escuela.—salió de mi habitación y bajó. Tomé unos jeans blancos pegados, una blusa azul tipo V y unos zapatos un poco altos, lo suficiente altos para arrevazar a Jake de estatura. Me vestí, cepillé mi cabello, apliqué un poco de maquillaje y listo, bajé y Jinxx ya me esperaba abajo.
Nos fuimos en mi auto, como siempre.
