Capítulo 34

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Su perfume me envolvía, mis ojos aún seguían cerrados,estaba disfrutano de eso. Una mordida un poco fuerte hizo que abriera los ojos de golpe.

—¡Auch! ¡Andy!—dije llevándo mi mano donde segundos antes, fui mordida.

—Lo siento preciosa—besó mi mejilla y pasó su brazo por mi espalda deslizándolo hasta mi cintura.

—¿Preciosa? Me llamo ______, no preciosa—rodeé mis ojos y cruzé mis brazos, ambos caminamos fuera del pasillo.

Por donde quiera que pasabamos, todos nos miraban anonadados. Es extraño ver a los opuestos juntarse, un oximóron muy complicado, pero la mayoría de veces, así sucede.

Llegamos a donde estaba sentada junto con Jinxx y Sammi, tomé asiento y a un lado de mí, Andy. A Jinxx no le agradó la compañía de Andy, pues a cada rato le dirigía miradas amenzadoras e intimidantes.

Nos mantuvimos en silencio el tiempo restánte del descanzo. Andy no dejaba de acariciar mi espalda, ni de mirarme con ternura y con una sonrisa en su boca.

¿Por qué mierdas a mí? No digo que no sea bonita, pero no soy de su tipo. Si encerio quería un hijo, ¿por qué no se lo hizo a Juliet?

Eso es lo que quiero saber y lo descubriré, creo que si tenemos algo de que hablar. La próxima clase nos toca juntos, asi que puedo platicar con él.

~Más tarde, en el salón de clase~

Andy y yo habíamos llegado juntos al salón, tomé asiento el la segunda fila, hasta adelante, Andy se sentó hasta el final. El salón se empezó a llenar y por último y tarde, nuestro profesor Maggles.

Miré hacía atras discretamente y noté que Andy platicaba con Max, un chico irlandés, buena onda, estudioso, responsable y más que nada, culto. Volví a retomar el frente. Miraba el pintarrón vacio imaginando como sera mi vida después de dar a luz.

—Señorita Pitts, ¿nos puede decir qué ocurrió en los 80's con respecto a la tecnología?—preguntó el profesor notando mi ausencia en clase.

—Ah.. eh.. no lo recuerdo—dije un poco nerviosa. Pude sentir las miradas de los demás sobre mí, como si fuera una principiante. Esta es la primera vez que me pasa esto.

—Bien, no lo sabe señorita Pitts, para mañana me traerá un reporte escrito de 6 hojas con la evolución de la tecnología apartir de los 80, con sus creadores y datos importantes.— ¡agh! Maldita sea la tarea y quién la inventó.

—Si señor Maggles—espeté de mala gana y me volví contra mi asiento en brazos cruzados.

Mientras me perdía en mi mundo de Narnia, un olor imperial invadió mi sentido del olfáto. Miré hacia donde provenía ese exquisito olor y me exalté de ver a Andy a mi lado con una sonrisa que desbordaba de su boca, dejándo al visto sus dientes blancos.

—¿Así que la señorita Pitts tiene tarea? —Preguntó en un tono burlesco, recargó su codo en la mesa y descanzó su cabeza en la palma de su mano.

—Si, maldita sea.—rodié mis ojos y saqué un pequeño cuaderno, en donde hago notas que me pueden servir para entender mejor. Lo abrí y lo hojeé hasta parar en una hoja en blanco.

—Ten—dijo Andy ofreciéndome un boligráfo.

—Gra... gracias Andy—lo tomé y comenzé a escribir lo que el profesor me había dejado de tarea.

Todos incluyendo el profesor nosa miraban confudidos y extrañados. Para mí era incómodo, para Andy... amm... no lo sé, parece que no le afecta.

—Ten, gracias—sonreí estúpidamente y le devolví esu boligráfo, lo tomó y sonrió.

—No hay de que— respondió amable. Mierda, no deja de mirarme. Todos nos ponían atención a detalle, yo no podía mirarlos, el color de mi piel había desaparecido de mi rostro.

Andy acercó su mano a mi mejilla y la acarició con lentitud. ¡Maldito cuerpo traicionero, deja de estremecerte! Un silencio abarcó el aula, el centro de atención solo eramos Andy y yo.

Su mano giró mi cabeza en dirección a la suya y me encontré con esos ojos azules tan profundos, con una sola mirada el color en mi rostro volvió a su normalidad, me sentí protegida por su mirada.. ¿Qué demonios?

Sus labios atraparon a los míos provocándo una chispa en mi cuerpo, algo que hizo que mi corazón se acelerara.

Un suspiro de asombro por parte de los demás alumnos y del maestro, llenó el aula ante el acto de Andy.

No me gustaba ser el centro de atención en clase, esta bien que sea la más popular y de todo, pero ahora todo era diferente. Sentí como si fuera aún más importante si besaba a Andy. Pero la importancia no lo es todo en mi vida, esto era más que importancia, poder, era... un sentimiento, ¿pero que vil maleza pienso?

Reaccioné de mi real y cruel pensamiendo y Andy mordisqueaba mi labio inferior de una manera tan seductora y única. Se sentía bien. Mis brazos yacían alrededor de su cuello, tan idiotizada estaba que ni me dí cuenta. Sus manos sobre mi cintura y una que otra caricia por la espalda.

Nadie se lo creía, miré de reojo al Prof. que estaba en un estado de shock. Me reí bajo los labios de Andy y sonrió. No de la manera que siempre lo hace, si no de una manera tierna que me pudo mostrar la otra cara de la moneda.

Enamorados Por Accidente♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora