Capítulo 49

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«Narras tú»

De nuevo caí en depresión, Jinxx y mi tía Lawrence siempre estubieron para mí, en especial Jinxx, mi mejor amigo, él que me prefirió a mí, que a su novia, él que canceló citas solo para cuidarme, él que terminó a su novia solo para pasar la mayor parte del tiempo juntos.

Ash y yo tubimos problemas este último mes, él quería saber el motivo por el cual lloraba tanto, el creía que eran síntomas del embarazo, pero no es así. Mi panza ya se empieza a notar, Andy se fue quién sabe a donde. Por ende, terminamos dignamente nuestra relación.

Yo necesito de Andy.

Jinxx me pedía razones para estar así, cuando se las dije... él no estuvo de acuerdo, casi me tacha de loca, pero luego de contarle la historia, él entendió.

Mis razones: Me falta Andy.

Si, así es, todo comenzó gracias a esa última llamada, en donde me dijo que se alejaría.

¿Por qué lo tuve que conocer? ¿Por qué lo amo tanto? ¿Por qué se fue? ¿Qué diablos hago aquí sin él? Lo necesito.

He llorado por él rios... mares. Nunca me sentí tan sola, como ahora me estoy sintiendo. ¿Será su venganza? ¿Esto se tratará de venganza?

Si el juego es así, yo ya no tengo estrategias, ya no quiero jugar.

Ash y yo, emprendimos una buena amistad, si él era feliz, yo lo era, todos mis sentimientos por él acabaron cuando el último beso que tuve con Andy.

Andy... Andy... Andy... Andy...Andy... Andy...

...

—______ despierta—dijo Jinxx moviendo mi brazo. Hoy es mi segunda cita con el doctor, ha sido un camino largo y me quedé dormida en la nueva camioneta de Jinxx.

—Ah, voy...¿me ayudas?—hize puchero para que me ayudase a bajar de tan alta camioneta. Eso de tener 4 meses de embarazo hace que me sienta insegura de mí misma.

—Claro—sonrió y me extendió la mano, la tomé con una mano y con la otra me apoyé en su hombro para bajar.

—Gracias—sonreí y me devolvió la sonrisa, sin duda alguna, es mi mejor amigo.

—No agradescas, vamos—entrelazó su brazo con el mio y caminamos dentro del consultorio.

Entramos al cuarto y nos sentamos a esperar al doctor. Jinxx y yo jugabamos manita caliente—notese que no teníamos nada que hacer—parecíamos niños de primaria, pero no perdemos nada en hacerlo, es muy divertido.

Jinxx es más blanco que la leche... ok no, pero si es de tez blanca. Ver sus manos rojas es divertido y más cuando se queja de ello.

—Señorita Pitts y compañia, pueden pasar—Dijo el doctor  abriendo la puerta para nosotros. Jinxx y yo nos miramos, nos levantamos y entramos.

—¿Nuevo novio ______?—preguntó el Dr. Richmond con confunción. Me sonrojé con la pegunta.

—No, es mi mejor amigo—reí bajo al igual que Jinxx.

—Ajá... y, ¿cuándo conoceré al padre de ésta cria?—tocó mi pansita con ternura y sonreí con tristeza.

—Algún día—solté bajando la mirada. Me miró y vi su gesto de desagrado.

—Sientate aquí—señaló una camilla—Que padre tan desnaturalizado—dijo tomando su rol, miré a Jinxx quien tenía una sonrisa de gracia en si rostro. Rodeé los ojos y rió.

El doctor Richmond es un gran doctor, él tiene la confianza de toda la familia Pitts, los resultados que da, son muy acertados y convincentes. Para su edad aún mantiene su sentido del humor, ha de tener unos 60 años.

—Bueno ______, ¿cómo te has sentido? ¿Ha surguido algo extraño en tu cuerpo?—peguntó checando detalladamente una hoja.

—Pues bien, no he tenido nada de complicaciones y no que yo sepa—me encogí de hombros y sonreí.

—Ok, acuestate por favor—indicó y Jinxx me ayudó a recostarme sobre la camilla, el doctor encendió una pantalla y bajo la tonalidad de la luz. Tomó un aparato y se acercó a nosotros.

—Bien, te haré un eco y te diré la salud y condición de tu hijo ¿ok?—solo asentí con la cabeza y miré a la pantalla.

Colocó el aparato en el centro de mi panza, sobre la pantalla se reflejó el cuerpo de mi niño, obviamente por las ondas de sonido.

—Ok, _______ tu niño pesa, 375 gramos, señal de que lo has alimentado bien—sonrió y prosiguió con ello.

A lo largo de la cita, me concluyó que mi bebé va muy bien en cuestión de peso y crecimiento, se mantiene estable en salud y está completo.

Salí satisfecha de ahí junto con Jinxx, quien no dejaba de decirme la envidia que me tiene porque yo tengo un bebé y él no. Muy tierno.

Subimos de nuevo a la camioneta y partimos a casa. Jinxx encendió la radio y en cuanto sonó la canción comenzó a tararearla, me reí ante eso.

—¿Cómo te sientes?—me preguntó mostrando una media sonrisa. Él sabía bien mi respuesta y entendió el por qué no respondí—Regresará ______ tenle paciencia.

Me limité a asentir y fingir una sonrisa.

Enamorados Por Accidente♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora