Capítulo 75

319 23 12
                                    

Andy comenzó a subir mi vestido con una mano, mientras que con la otra, sólo acariciaba mis piernas. Dejó de subir mi vestido cuando estaba en mi cintura. El travieso acarició mis nalgas y jadeé ante esas caricias que parecían encender fuego en mi piel.

Se inclinó para besar mis múslos y después morder mis pompas. Eso si que me estaba exitando, hizo a un lado mi braga e introdujo su lengua entre mis nalgas, comenzó a recorrer toda mi separación para después llegar a mi sexo. Metió una mano entre mis piernas, acariciando mi sexo, estimulándome.

Dejó de acariciarme con la lengua y mordió un par de veces más mis nalgas.  Me dió la vuelta y bajó mi braga sin cruzar ni la mirada, hundió su lengua en mi sexo y comenzó a chuparme suavemente.

Me inundé de un placer profundo con cada caricia que su lengua aportaba en mi interior, mordí mi labio reprimiendo mis gemidos totalmente repletos de placer, cerre mis ojos al sentir uno de sus dedos entrar en mí y moverse con lentitud. Su lengua masajeaba mi clitoris con rapidez y su dedo entraba y salía con lentitud llenándome de placer. Podía sentir el orgasmo construirse dentro de mí. Poco a poco su dedo, comenzó a moverse más rápido y poco después, exploté en un orgasmo totalmente diferente a los demás.

—Andy...—gemí acariciando su cabello. Mi respiración estaba un poco agitada. Terminó de beber toda mi escencia y me miró, sus ojos ardían en lujuria, acarició mi cadera sin dejar de mirarme. Esa mirada estaba matándome.

Sus manos siguieron subiendo mi vestido hasta quitarmelo y dejarlo en el suelo, desabrochó mi sujetador y se acomodó entre mis piernas. Oh cielos, podía sentir su erección bajo su pantalón. Lamió mi cuello y dejó pequeños besos hasta llegar a mis pechos, posó su boca sobre mi pezón, lo lamió y mordió hasta dejarlo sensible a él. Hizo lo mismo con el otro.

Volvió a subir lamiendo desde mis pechos hasta mi cuello, subió por mi mentón hasta encontrarse con mi boca y besarme con desesperación, sin duda, yo le devolví el beso con las mismas ganas.

Comenzé a desabrochar su camisa sintiendo como temblaba sobre mi cuerpo con cada acaricia que dejaba sobre su pecho. La quité y acaricié su espalda y hombros sin dejar de besarlo.

Andy se levantó y se quitó la demás ropa hasta quedar desnudo. Se acomodó entre mis piernas y siguió besándome y acariciándome. Enredé mis piernas en su cadera y ambos gemimos al contacto sexual. Ya no resistía más.

—Andy... por favor—gemí y moví mi cadera bajo la suya, sentí como se estremecía y ante eso, gruñó.

—¿Por favor que?—preguntó y lamió mi cuello con sensualidad. Mi cuerpo se estremeció y me arqueé inconsientemente.

—Hazme el amor—dije en un susurro. Se rió y acarició mi mejilla. De un movimiento, entró en mí con suavidad, miré sus ojos y me sonrió, abrazé su cuello con mis brazos atreyéndolo a mí para besarlo.

Aceptó mi beso y abrí mi boca para recibir su lengua. Ambas se buscaban en una danza muy sensual, llenándome por completo mientras me penetraba con suavidad.

—Más rápido..—pedí sobre sus labios, y como si fuese una órden, obedeció y aceleró el ritmo de sus embestidas, acompañadas de los movimientos de mi cadera con la suya.

Me contraje atrapando la virilidad de Andy, mientras este luchaba por seguir embistiendome con rapidez. Gruñía y gruñía sin dejar de besarme mientras me penetraba. Acaricié sus brazos una y otra vez mientras sentía como se empezaba a construir otro orgasmo.

Solté la virilidad de Andy y comenzó a moverse más rápido, devoró mis labios con tanta pasión, sus manos estaban enterradas en mis caderas guiándo mis movimientos con los de él.

De pronto, nos invadió un orgasmo haciendonos gemir nuestros nombres. Andy se corrió en mí mientras me besaba con tranquilidad. Después sacó su miembro de mi y se acostó a mi lado.

—Eso... fue... maravilloso—dijo limpiando el sudor que había en su frente con su antebrazo.

—¿Andy?—Pregunté acariciando su pecho.

—hmm—me miró y acarició mi mejilla.

—Hazme el amor toda la noche—dije sensual pegando su frente a la mía, de nuevo, se acomodó entre mis piernas.

—¿Segura?—preguntó acariciando mis brazos. Alcanzé su boca y le di un pequeño beso.

—Si—respondí. Dicho eso, tomó mis piernas y las subió a sus hombros.

Besó mi vientre y comenzó a penetrarme con movimientos lentos pero en un vaivén que me volvía loca. Besó mi boca mientras hacíamos el amor...

Enamorados Por Accidente♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora