CAP 38. "nunca es tarde"

332 64 5
                                    

Narra Taehyung. 

Desperte al sentir unos pequeños besos en cada parte de mi rostro y una voz dulce susurrando mi nombre, la verdad esa noche dormí como nunca que me sentía como nuevo. Apenas abrí mis ojos vi al ser más hermoso del mundo, Irene y su hermosa sonrisa, me sente sobre la cama para despertarme por completó y ella coloca entre mis piernas una bandeja con un rico desayuno.

- Buenos días, amor mío. -

- Siento que aun estoy soñando, que alguien me pellizque. - Había visto a Irene reír y luego acercarse a mi para dejar un pequeño y dulce beso sobre mis labios. 

- ¿Asi, esta bien?. -

- Creo que necesitaré de esos besos cada mañana, porque será mi desayuno favorito desde hoy. - Nuevamente note a Irene sonreír y admirar esa perfecta sonrisa en su rostro.

- Vamos toma tu desayuno antes que se enfríe. -

- Claro, mi amor. -

- Mi mamá aun no llegó, me pareció raro, pero tu padre dijo que se quedaron en lo de una amiga. - Eso me había hecho acordar que hoy tenía una sorpresa para ella.

- Irene hoy vendrías conmigo a un lugar. -

- ¿A dónde, amor?. -

- Es una sorpresa pero vístete algo formal, es muy especial. -

- ¿Formal? Esta bien, pero sabes que detesto las sorpresas. -

- Vas acostumbrarte conmigo porque siempre te daré sorpresas. -

- ¿Y esta rico el desayuno?. -

- Si, preciosa, ¿tú desayunaste?. -

- Si, con tu papá y hermanos. Lo ayude pobre él no es muy bueno en la cocina como otro niño que conozco. -

- Bueno es que ambos lo intentamos, pero se ve que es hereditario. - Nuevamente Irene comenzó a reír. Pasamos una bonita mañana juntos, Irene había pedido a Seulgi que hoy anotara la clase en la universidad y luego se lo pasará, ya que hoy debía faltar para ver la sorpresa. Mi padre también nos acompañaba así que la niñera vino a cuidar a mis hermanos, y él pidió el día en su trabajo. Apenas todo quedo en orden y Irene terminaba de alistarse, salimos los tres hacia el destino. Los tres hablamos en todo el camino, mi padre se llevaba bastante bien con Irene y me agradaba que sea así ya que en algún futuro planeo que sea mi mujer para toda mi vida. Él viaje no fue largo y cuando llegamos note la cara de Irene algo confundida, los tres salimos del auto y ella se acercó a hablarme.

- ¿Qué hacemos aquí?. -

- Te tengo una sorpresa allí adentro, tú toma mi mano y confía en mi ¿si?. - Note que a Irene no le agradaba volver a entrar a su casa, pero aun así sostuvo mi mano y asintió. Los tres fuimos a llamar a la puerta y desde ese momento comenzaba aquella sorpresa, la madre de Irene nos abrío la puerta a lo que ella se mostro nuevamente sorprendida.

- ¿Mamá que haces aqui?. - Interrogó mientras ingresabamos y derrepente todas las luces de la casa se prendieron. Irene observo todo aquel lugar adornado con algunas cosas festivas y en las escaleras bajaba la sorpresa más importante, pude notar por la expresión de su cara que Irene estaba completamente sorprendida. - ¿Papá?. -

- Yo no tengo palabras, suplicas, ni perdón para decirte cuanto lo siento y lo muy arrepentido que estoy de haber perdido al regalo más hermoso que la vida me pudo dar, que un día lo descuide y mi mundo se vino abajo. - El padre de Irene tomo su mano y note que ambos comenzaban a llorar. - Se que cuando alguien te lastima jamás vuelves hacer la misma e incluso perdonas pero no en tu corazón, pero yo estoy dispuesto a dedicarme todo lo que me quede de vida para remediar el dolor que te cause y las lágrimas que te hice derramar. No soy perfecto, nunca lo fui, pero si pude crear una perfección como vos entonces no me rendiré jamás. - Irene aun estaba sin hablar la emoción la había dejado sin palabras y solo podía llorar. 

- Nunca es tarde para perdonar, ¿verdad papá?. - Irene se lanzó a los brazos de su padre en un cálido abrazó y ambos estaban completamente llorando de la emoción de aquel momento. Siempre supe que Irene no dudaría en perdonarlo ella no es injusta con su corazón.

- Lo siento tanto, prometo que desde ahora en adelante, tú madre y tú serán mi prioridad. - La madre de Irene se unió al abrazó y mi madre se acercó a mi para susurrarme en el oido.

- Hiciste un buen trabajo, estoy orgullosa de ti. - Mi papá también acarició mi hombro.

- Eres un gran chico. - Comento y luego vi al padre de Irene levantarse acercándose a mi.

- Criaron a un grandioso, hijo. Aunque ya te lo dije, volveré a decirlo frente a mi hija que te doy mi consentimiento para que ambos sean felices juntos y se que no esta en sus planes aun casarse pero cuando lo decidan, solo pongan la fecha porque yo seré el padre más feliz del mundo. - El padre de Irene me abrazó y correspondi aquel gran abrazo.

- Gracias, suegro. Prometo que su hija esta en buenas manos. -

- Eso no lo dudo, sin ti hubiera perdido todo, gracias hijo. -

- Era por esto que ayer estabas tan raro ¿no?. - Irene secaba sus lágrimas mientras me regañaba un poco.

- Pues si, quería darte esta sorpresa y que finalmente seas feliz. Irene tu mereces toda la felicidad del mundo y yo quiero ser quién te la de. -

- Gracias por tanto, creo que ahora mi corazón estallará de tanta felicidad. - Todos comenzamos a sonreír.

- Bueno, yo y tú madre ayer nos ausentamos para hoy preparar todo esto y hacer unos platillos riquísimo y que festejemos que finalmente volvemos a los viejos tiempos y qué bueno ustedes dos volvieron a estar juntos. - Mi madre comento.

- Gracias señora Kim y a Usted también señor Kim, siempre me hicieron sentir parte de la familia y no tengo palabras para eso. -

- Tranquila preciosa, tú haces feliz a nuestro hijo y eso ya te vuelve más que especial para nosotros. -

- Ahora vayamos a comer y llenar nuestras pancitas para que el corazón quede más contento. - La madre de Irene hablo y todos fueron al comedor, menos Irene y yo. 

- Eres un tonto, pero lindo ¿sabias?. -

- Si, lo sé. - Me acerque a ella a secar sus lágrimas.

- No se ni como lograste todo esto, pero gracias, me demostraste todo y con actos tan hermosos. Ahora se de lo que hablas ayer y te agradezco que me esperaras. -

- Yo quiero que seas sumamente feliz pero solo conmigo, aunque suene egoísta, siempre haré todo lo posible para verte sonreír. -

- Bueno ahora si, podemos finalmente tener ese futuro que imaginas siempre, una boda, hijos y hacerme tuya siempre que desees. - Cuando Irene dijo todo aquello admití que sentí un calor recorrrer mi cuerpo pero me contuve.

- Ya no habrá obstáculos. - Irene dejo un pequeño beso sobre mis labios.

- ¿Vamos? Nos deben estar esperando para cenar. -

- Yo solo quisiera de cena tus besos. - Volví a robar otro beso de los labios de Irene.

- No hagas eso, están nuestros padres aquí. -

- ¿Ahora te intimidas? Mira ayer a la noche me diste una genial vista a tu cuerpo. -

- Shhhh, van a escucharte tonto, mejor vamosnos. - Me gustaba molestarla, se comportaba tan tierna. Luego ambos fuimos al comedor y pasamos una gran cena familiar, la verdad la última vez que tuve sentado en esa mesa un gran lió se había armado y ahora ver esa mesa, ese momento lleno de risas y sonrisas, me hacía sentir tan bien. Sobre todo cuando veía la sonrisa de Irene al recuperar su familia, sabía que ella necesitaba el amor de su padre y él, el de ella. La tarde la pasamos increíble, mis padres y los de Irene tenían muchas historias antiguas de ellos y de Irene conmigo, lo cuál me agrado escuchar todas, esa tarde por suerte termino mejor de lo que lo imagine. La noche había llegado y parecía que él día paso completamente rápido, tuve que despedirme de Irene, le dije que mañana la vendria a buscar temprano para que volviera a traer sus cosas y la de su madre, así que nos despedimos y ahora dejaría que la familia Bae, pase su momento a solas. Yo lleve a mis padres a casa y ambos insistieron que me quedará así que acepte, pero dormi en la habitación que Irene había dormirdo ya que su aroma me trae tranquilidad y puedo dormir cómodamente.

my best friend's girlfriend;♡ (vrene)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora