『Si estuvieras en...』

hotel room

Todos siempre se pelearían por ver quien comparte habitación contigo cuando se quedan en hoteles.

[…]

¡Al fin llegamos a L.A!

Eso fue justamente lo que pensé cuando bajamos del avión y sentí el aire fresco de Los Ángeles golpeando mi rostro al estar sobre la espalda de Chanwoo, él llevaba tanto su maleta como la mía. Desventajas de ser el maknae.

Habíamos viajado hasta aquí para participar en la Kcon por lo que todos estábamos en extremo
emocionados, ansiosos e impacientes. Además de que siempre nos poníamos así cuando salíamos de Corea
a cualquier parte del mundo, poder ver a nuestras fans que tal vez sea su única oportunidad de vernos, al estar tan lejos son escasas las veces que nos encontramos por lo que intentamos dar lo mejor para que vivan el mejor día de sus vidas.

—No puedo creer que de verdad estemos aquí —dijo Donghyuk mientras entrábamos en la camioneta—. Es justo como se ve en las películas.

—Estoy ansioso por llegar al hotel.

—Ojala haya piscina —continuó ahora Junhoe con los ojos cerrados y una sonrisa, seguramente imaginándose a él mismo en su fantasiosa piscina.

Escuchando los deseos y aspiraciones de cada uno aquí en L.A el tiempo pasó muy rápido y en un santiamén ya estábamos frente al hotel donde nos hospedaríamos y al parecer otros cuantos grupos de Kpop. Y al
parecer las fans estaban muy bien enteradas de esto pues la entrada estaba atiborrada mayormente de chicas que gritaban y algunas hasta lloraban.

Nuestro mánager abrió un poco la puerta mientras se acercaban varios hombres que al parecer, y por sus físicos, eran guardaespaldas.

—Está bien, ya saben cómo haremos esto. Saldrán dejando a Jia en el medio, Chanwoo y Junhoe estarán junto a ella. Manténgase juntos y todo bien.

Todos asentimos mentalizándonos antes de salir, al no ser la primera vez que estábamos en esta situación
no estábamos tan nerviosos y entonces la puerta se abrió por completo para que saliéramos y WOW cuanto ruido.

A decir verdad todo pasó tan rápido que antes de que me diera cuenta ya estábamos adentro y todo el ruido y las chicas llorando fue reemplazado por un piso brillante de mármol y un olor a… Lujos.

— ¿Acaso tu cabello no estaba recogido? —preguntó Bobby tomando un mechón de mi cabeza y solo entonces me di cuenta.

—Ow, se quedaron con mi liga —me quejé haciendo que el chico bicolor riera y me abrazara.

Pero entonces nuestro mánager volvió dándonos cuatro tarjetas de las puertas para las habitaciones lo que significaba que tendríamos que escoger parejas para compartir habitación. Y empezarán en tres, dos, uno…

— ¡Yo estaré con Jia!