*Mañana voy a estar en viaje hacia San Luis y no sé si voy a conseguir WIFI para actualizar así que acá tienen otro capitulo*
Zara dió un sorbo a su bebida y se quedó helada. Se lo quitó de la boca y lo observó.
-¿Qué es esto?- me preguntó sorprendida.
-Té- contesté, alarmada. Zara rodó los ojos.
-De qué sabor es- aclaró- Es el mejor té que he probado.
Suspiré aliviada.
-No lo sé, lo invoqué un té y éste apareció...
De pronto Zara se llevó la taza a la boca y se bebió todo el contenido de un trago. La chica se dejó caer de espaldas y rió.
-Es lo mejor que he tomado- dijo, risueña. Zara se levantó rápidamente gateó por la cama hasta llegar hasta mi- Necesito más- me rogó tomándome por los hombros.
La aparté, parecía borracha más que afectada por una poción.
Zara se paró en la cama y comenzó a saltar.
Oh Dios.
-Ven, Zara- le pedí tomándola del brazo. Sentía que estaba llamando a un perro. Ella obedeció y se sentó a mi lado muy cerca, quizás demasiado cerca. Zara tomó mi cabello y lo llevó hasta adelante.
-Tu cabello es muy lindo- me dijo, ensimismada- como cientos de rayos del sol por la mañana.
Le aparté las manos de mi cabello y las dejé en su regazo.
-Zara, escucha, quiero que hables de mis padres- le dije. Zara se quedó un momento en silencio.
-¿Qué quieres saber sobre ellos?- me preguntó. De pronto estaba más seria y las palabras salían de ella con más dificultad, como si estuviera luchando contra los efectos de la poción. Me dolía ponerla en esa posición pero no me dejaba opción. Se lo había pedido por las buenas.
-Todo lo que sepas- le dije. Zara cerró la boca como si estuviera intentando contener el aire. Su rostro se puso rojo y cerró los ojos, la tomé de los hombros y me acerqué.
-No hay vuelta atrás Zara, deja que salga todo- le dije. Ella abrió la boca y todo el aire dejó su cuerpo. Pude ver el enojo en sus ojos mientras me contestaba.
-Ellos me adoptaron cuando tenía dos años. Mis verdaderos padres eran muy cercanos a ellos y les pidieron que me cuidaran, irónicamente ambos eran Curanderos y estaban trabajando en una nueva poción que terminó enfermándolos gravemente. Mi madre también era Vidente y le explicó a tus padres su teoría acerca de mi: que yo podía ser la próxima Bruja Blanca. Les dijo que tenían que adoptarme pero no podían criarnos a las dos juntas porque sería un peligro para ambas. Dijo que nosotras no pertenecíamos juntas.
-¿A qué te refieres?- pregunté.
-Mi madre creía que algo muy malo podría pasar si nosotras dos nos conocíamos. Es por eso que tus abuelos te llevaron lejos y te mantuvieron oculta. Querían ocultarte del mundo mágico, de las posibilidades de activar tus poderes.
-¿Por qué?- pregunté.
-No lo sé. Nunca me lo explicaron, siempre quise conocerte- admitió.
-¿Porqué tu y la Directora estaban tan empeñadas en protegerme?- le pregunté- Ya era tarde, ya estaba en el Instituto. Tu misma hiciste que me trajeran.
-Quizás fue mi error. Tus padres me advirtieron que no te rastreara pero dos años después de su desaparición estaba tan desesperada por respuestas que te mande a buscar, creí que quizás tú las tenías...que quizás habían ido a buscarte.
-Pero yo no recordaba nada- Zara asintió.
-¿Cómo eran mis padres?- pregunté.
-No lo sé- dijo Zara, sorprendiéndome- No son lo que esperas, te lo aseguro. No preguntes más, no quieres saber.
Sus palabras me asustaron pero había llegado hasta este punto. No había vuelta atrás.
-Dime.
-Tu madre era muy reservada. No hablaba mucho de su vida y mucho menos sobre ti. Era una buena madre en las cosas típicas: me cuidaba, me alimentaba, me educaba pero no estaba en lo sentimental, por eso quizás nunca sentí ese amor maternal. A pesar de todo la quería , ya sabes, era todo lo que tenía - dijo y sus ojos se volvieron vidriosos. Tomé a Zara de la mano y ella me sujetó como si fuera un chaleco salvavidas. Comprendí que decir todo aquello debía ser una tortura para ella y me sentí incluso peor- Tu padre era ambicioso, exigente, hizo todo para convertirme en la mejor. Le debo toda mi formación, aunque igual que tú madre carecía de amor paternal. Creo que tus padres me cuidaron simplemente por mis poderes, Elizabeth, que solo fui un experimento más en su vida y una vez que estuve completa, se marcharon- una lágrima se resbaló por su mejilla y la limpie con mi pulgar
-¿No crees que estén muertos?- Zara negó. Ahora las lágrimas caían sin parar.
-No, creo que me abandonaron- lloró y hundió su cara en sus manos- basta- suplicó.
Y paré.
Me senté más cerca de ella y, dubitativa, envolví mis brazos a su alrededor. Zara se mostró tensa al principio pero poco a poco cedió, dejando caer su cabeza en mi pecho.
No sabía cuánto duraría aquella poción pero si sabía una cosa: Zara no me perdonaría esto.
No me fue difícil imaginar el momento en el que se me escapara del todo, el momento en el que ella me odiara de verdad así que aproveché el momento y la abracé con fuerza, escondiendo mi cabeza entre su pelo. Olía a Vainilla, como siempre. Pero las cosas no eran como siempre.
Lo que había hecho marcaba un antes y después y lo sabía. Había violado su privacidad, había invadido su mente y sus recuerdos y no había persona más reservada que ella en cuanto a sus pensamientos.
Una sensación fría me recorrió, siendo consciente de mi error, abracé a Zara más fuerte mientras lloraba y decidí esperar a que pasara el efecto de la poción. A sufrir cada segundo que pasara lentamente hasta el momento final.
Hasta el momento en el que Zara Evans me odiara.

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Pink Witch
ActionUn misterio de su pasado atormenta a Elizabeth constantemente. Un misterio sobre sus padres. Durante toda su vida, Elizabeth nunca encajó. Para ella, siempre había algo que faltaba, que necesitaba. Es por ello que cuando dos chicas aparecen en su ca...