Trilogía Lux in Tenebris (I)
A pesar de los años llenos de fama y dinero, Taehyung siempre ha pensado en aquella niña de ojos azules que robó su corazón desde el primer momento en que la vio. Nunca dejó de amarla a lo lejos.
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«Prometiste esperarme, pero escogiste a alguien más»
Las miradas de todos se posan sobre mí cuando las palabras dejan mis labios. Siento los ojos verdes de mi representante clavados en mí con cada paso que doy, probablemente preguntándose el por qué he decido grabar esta canción. ¿Cuál es su significado? Aquello es lo que preguntan sus ojos. Hago exactamente los pasos indicados por Ji-Sung, quien sonríe orgulloso de mí en la esquina al verme bailar delante del espejo. Mis bailarines, cuyos rostros son cubiertos por las máscaras negras, no pierden ningún segundo para estar en sincronía.
Me dejo caer hacia atrás cerrando los ojos, confiando en ellos a ciegas. Múltiples manos se posan detrás de mi espalda y se aferran en mis pies, para luego subirme al aire. Estiro mi mano derecha, pretendiendo que el cielo es la meta que no puedo alcanzar por más que trate con todas mis fuerzas. Los aplausos llenan el estudio de baile al igual que los chillidos de ánimo.
Cuando soy puesto en el suelo una vez más, colocan la venda negra alrededor de mis ojos, impidiéndome ver. Hemos practicado el mismo baile por más de cuatro horas, por lo que sé que estoy listo para moverme sin ver alrededor del lugar. Llevo ambas manos a mi cuello, pretendiendo sufocarme al mismo tiempo que continúo cantando. Confío en mi propio instinto y empiezo a hacer los pasos de baile que Ji-Sung me ha enseñado. Doy un volantín en el suelo para levantarme rápidamente, girando tres veces en el mismo lugar antes de quedar una vez más mirando hacia la audiencia.
Los aplausos y gritos llenan la habitación cuando me quito la venda lentamente, añadiendo dramatismo en la presentación. Río al igual que los demás cuando Ji-Sung aplaude exageradamente para correr a abrazarme, comentando una y otra vez lo magnífico que luce la coreografía que ha creado para mí en cuestión de dos horas. Como la mayoría, me felicita por mi talento y seguridad en mí mismo para poder bailar con la venda en los ojos. Llevamos en este estudio más de ocho horas, desde las cinco de la mañana. Son la una de la tarde, por lo que el cansancio y las ganas de comer son visibles en el rostro de muchos a pesar de la felicidad del momento.
—Tae —Jason coloca su mano derecha en mi hombro, llamando mi atención —, esta canción es una de mis favoritas. Puede que sea la mejor canción que hayas escrito.
—¿Eso crees? —pregunto, sorbiendo por la nariz —. Es una canción que significa mucho para mí. La escribí ayer en cuestión de cinco minutos, y en serio quiero presentarla hoy en los premios.
Estar en Seúl se siente jodidamente increíble, debido a que no tenemos que preocuparnos por los periodistas corriendo detrás de nosotros. La mayoría de fanáticos con los que nos hemos encontrado han sido amables y eufóricos como todos los demás, preguntándome por autógrafos. Aprecio como Ken parece relajarse una vez que estamos aquí, debido a que el sistema de seguridad funciona mucho mejor.
—Por supuesto que sí vamos a presentarla. Está muy bien producida y Ji-Sung es un genio como siempre en sus coreografías —sonríe complacido —. Solo me encantaría saber quién es la inspiración detrás de tan malvada letra —agrega, haciéndome reír sin ganas —. Espero que todo esté bien con Sana. Ya sabes cómo son los medios.
