Trilogía Lux in Tenebris (I)
A pesar de los años llenos de fama y dinero, Taehyung siempre ha pensado en aquella niña de ojos azules que robó su corazón desde el primer momento en que la vio. Nunca dejó de amarla a lo lejos.
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«Estoy a tu lado en la oscuridad»
Recuerdo la primera vez que pisé un escenario, y la manera en que las venas se me llenaron de adrenalina al escuchar a miles de personas gritar mi nombre con todo su ser. Es un sentimiento indescriptible, incomparable. Nada en el mundo puede asemejarse a lo que tu corazón siente al apreciar el rostro de todas esas personas iluminarse al verte salir dispuesto a cantarles y ayudarlos a olvidarse de todo.
Los gritos resuenan por fuera de todo el estadio, y el equipo de preparación continúa haciendo su trabajo en arreglar los últimos detalles de nuestros vestuarios para quedar perfectos. Me dejo atender por ellos mientras mis labios no paran de cantar diferentes notas junto a Seokmin y Hoseok.
Todos en bambalinas aplauden entre risas al escuchar la harmonía que las tres voces forman con facilidad. Sonrío y saludo a las cámaras que se encuentran grabándonos para nuestras redes sociales.
—Venga, diez minutos para empezar —anuncia mi antiguo representante.
—Todos al centro —pido.
Me coloco en medio de mis mejores amigos como de costumbre. Agradezco en lo más profundo de mi ser que hemos podido solucionar nuestras diferencias en lugar de alejarnos y pelearnos en una noche tan importante. Alivio inunda mi pecho cuando Hoseok posa su mano sobre mi hombro, mirándome atentamente a la expectativa de lo que tengo para decir.
Absolutamente todos en bambalinas forman un círculo junto a nosotros. Sana se coloca al lado de Ken, quien le sonríe invitándola a acompañarnos. Le agradezco por haber venido cuando la llamé. Quiero que cada concierto tenga un detalle especial. ¿Qué mejor sorpresa para nuestros fanáticos que tenernos a ambos cantando juntos? Mi exnovia me sonríe, indicándome que está lista para nuestra presentación.
Nuestros bailarines, quienes están acostumbrados al pequeño ritual que hacemos antes de cada concierto, no tardan en tomarse de las manos de la misma manera en que yo lo hago con mis mejores amigos. Tengo las miradas de cada uno de ellos sobre mí, debido a que es mi última gira con ellos. Mi última experiencia a su lado.
—N-No tengo qué decir —admito, ocasionando que ellos rían. Un nudo se forma en mi pecho y me maldigo en voz baja cuando lágrimas inundan mis ojos —. Solo puedo darles las gracias. Millones de gracias por haber estado conmigo durante ocho años de mi vida y haberme dado memorias que siempre van a ser recordadas como los mejores momentos de mi existencia y mi carrera artística.
»—Es el primer concierto de ocho. La apertura a mi etapa final como líder de este grupo y no puedo estar más que orgulloso de todo lo que hemos conseguido. EIGHTEEN puede ser un trío ante las cámaras, pero en realidad, somos una familia. No seríamos nada sin nuestro equipo de preparación, sin nuestros asombrosos bailarines, sin los valientes guardaespaldas que arriesgan sus vidas por nosotros. Pero, sobre todo, no estaríamos aquí sin Jason.
