«Voy a mostrarle lo que es una familia»
Soy despertado por los gritos que se escuchan en la primera planta. Estiro el brazo para buscar por el cuerpo de Gia Jhalessi, pero soy recibido por la fría superficie de la cama. Abro los ojos y me levanto para buscarla en el baño, pero tampoco se encuentra ahí. Inhalo hondo y tomo los pantalones de pijama que Uriah ha dejado en el pequeño sofá para mí.
Despeino mi cabello y frunzo el ceño cuando al llegar a la sala veo a Seokmin siendo rodeado por los demás. Despierto por completo cuando me percato que está siendo apuntado por armas que son expuestas por Uriah y sus primos. ¿Qué carajos?
No dudo en correr hacia ellos para ponerme delante de él con los ojos abiertos. Uriah me observa confundido, a lo que yo le miro incrédulo. ¿Qué demonios está haciendo? ¿De dónde carajos ha sacado tantas armas y por qué su familia las está utilizando como si se tratasen de simples juguetes? Incluso los niños tienen pequeños cuchillos en las manos con los que no tardan en apuntar a Seokmin.
—¡Uriah! ¡¿Qué carajos estás haciendo?! —exclamo con los ojos abiertos.
Él solo ríe bajo. Habla algo en ruso que no puedo entender y rápidamente sus primos y los niños guardan sus armas, haciendo que Kaia Thalía y Gia puedan respirar tranquilas. Tiene muchas cosas que explicarme después de esto. Está muy equivocado si cree que puede sacar pistolas como si nada y pretender que me olvide de esto.
—Tranquilo Tae, no iba a hacerle nada —me asegura.
—Está loco —dice Seokmin.
—Háblale con más respeto a mi emperador —le ordena el pequeño de Keenan.
—¿Emperador? ¿Qué está mal con ustedes? —pregunta Gia confundida.
—Prometo explicar —dice Uriah. Mir a Seokmin —. Cuando este se vaya de mi hogar por su propia cuenta.
—¿O qué? ¿Me vas a disparar?
—No —sonríe Uriah —. Tengo algo mejor para ti.
Es sorprendente la lealtad que el perro siberiano le tiene a él, ya que cuando chasquea los dedos se pone a su lado para empezar a gruñirle a Seokmin. Blue tiene un blanco en mente, y confirmo que no piensa dejarlo ir a menos que Uriah le ordene lo contrario.
—Blue está en busca de un nuevo juguete —murmura —. Creo que ya le gustaste.
—¡Seokmin! —me volteo para verlo —. ¿Qué carajos haces aquí a esta hora?
—Su padre está preocupado porque no sabe de ella en días —me dice, refiriéndose a Gia Jhalessi —. Quiere verla.
—Yo hablaré con mi padre —le dice ella —. Ahora, por favor, vete. Tú y yo hablaremos luego.
—Pero...
—Por favor —le pedimos ambos.
Mi mejor amigo de la infancia inhala hondo y asiente sin decir más. Se retira no sin antes darle una última mirada a Uriah, ocasionando que Blue le ladre y le haga dar un pequeño salto. El castaño sale del hogar y de inmediato el can regresa a su adorable forma, lamiéndole la mano a Uriah cuando él le acaricia la cabeza.
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Hasta el Infinito ©
RomansTrilogía Lux in Tenebris (I) A pesar de los años llenos de fama y dinero, Taehyung siempre ha pensado en aquella niña de ojos azules que robó su corazón desde el primer momento en que la vio. Nunca dejó de amarla a lo lejos. Regresar a casa después...