04

862 46 54
                                        

«¿Por qué esconder la atracción?»

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

«¿Por qué esconder la atracción?»

Decir que me siento abrumada con las miradas de todos sobre mí es muy poco, a lo que me pregunto si este vestido de dos piezas fue la decisión correcta después de todo. Mi cabello castaño cae en ondas suaves detrás de mis hombros, con mis aretes de plata reluciendo ante cada movimiento de cabeza que doy. Niego con amabilidad cuando uno de los camareros se me acerca para preguntarme si deseo beber algo, a lo que se retira después de asentir. Estoy por reír de los nervios cuando mi mejor amiga viene a mi rescate al llamar mi nombre para rodearme fuertemente con sus brazos. 

Ji-Woo luce hermosa con la ropa que tiene puesta al igual que su maquillaje. Su vestido rosado pálido resalta el color negro azabache de su lacio cabello, el cual se encuentra en una trenza. El maquillaje que ha sido aplicado en su rostro le queda de maravilla, a lo que sonríe sonrojada cuando se lo comento. 

Gino a mi lado sonríe cuando ella también le abraza con la misma emoción, a lo que le dice que se ve increíblemente guapo con su camiseta, la cual marca todos sus músculos. Mi primo hermano ladea la cabeza luciendo encantado, respondiendo que ya tiene más que claro que es extremadamente atractivo para todo el sexo femenino, provocando que los tres riamos. Apoyo la cabeza en su hombro por un par de segundos, a lo que él me acaricia el hombro recordándome que está para mí sí quiero irme. 

—¡Te ves hermosa! —me dice sonriente. 

—No más que tú —la halago. Su sonrisa crece mucho más en su rostro al verme sonreír también, provocando que sus ojos desaparezcan. Luce demasiado adorable cuando hace aquello, debido a que no se percata. 

—Pensé que no ibas a venir por un momento —admite.  

—Yo también —responde Gino —. Pensé que la tendría que arrastrar aquí para saludar a tu hermano. 

Asiento, entendiendo lo que ambos quieren decir. No he salido de mi habitación en estos dos meses a menos que sea para la universidad. Han sido un par de semanas demasiado difíciles no solo para mis padres, sino para mis amigos quienes han estado conmigo encerrados en las cuatro paredes de mi habitación. 

—¡Pero te vas a alegrar con los chicos! Te acuerdas de Hoseok y Seokmin, ¿cierto? —dice Ji-Woo, cambiando de tema.  

—Jaemi y Agi —digo con el ceño fruncido, a lo que ella asiente repetidas veces. 

—Sí, esos son sus apodos —confirma —. Te van a sacar varias risas, son muy divertidos. 

—Venga, quiero saludar a tu hermano después de todos estos años —dice Gino, luciendo verdaderamente emocionado por ver a un viejo amigo de la infancia.  

Ji-Woo nos guía hacia donde se encuentra el grupo de personas que incluye a mis hermanos, quienes rápidamente se abalanzan sobre mí diciéndome lo encantados que están por verme. Mi mirada no puede evitarlo, ya que se dirige a los tres hombres fuera de lugar en toda la mansión no solamente por sus rasgos físicos, sino por la confianza y seguridad que irradia de ellos. Me quedo sin saber que decir. 

Hasta el Infinito ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora