Trilogía Lux in Tenebris (I)
A pesar de los años llenos de fama y dinero, Taehyung siempre ha pensado en aquella niña de ojos azules que robó su corazón desde el primer momento en que la vio. Nunca dejó de amarla a lo lejos.
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«¿No me extrañas?»
La larga y suave tela del vestido de novia cae alrededor del suelo formando un hermoso círculo blanco. El encaje se añade perfectamente a la silueta del maniquí y el velo cae delante del rostro. Con una sonrisa, me aseguro de acomodar cada pequeño detalle de él para dejarlo impecable. Con la abuela hemos estado trabajando en este diseño para una empresaria chilena desde hace muchos meses.
—Gia —la abuela entra al estudio, tomándome por sorpresa —, ya es hora de irnos. Llegaremos tarde a la reunión de tus hermanos si no nos vamos ahora mismo.
El cumpleaños número trece de los gemelos ha sido una fiesta organizada por mi madre desde hace meses. Es uno especial, ya que se están convirtiendo en adolescentes el día de hoy. Aprecio que Taehyung haya hablado con Hoseok y Seokmin para cantar en la fiesta por un par de horas para sorprender a los niños.
Al llegar a mi hogar, todo es un huracán de servidumbre. Las personas se mueven por todo el lugar tratando de acomodar los últimos detalles para la fiesta. La temática es de un superhéroe animado que los gemelos aman. Anpanman, aquel dibujo animado que solía salvar a las personas al darles un pedazo de su cuerpo hecho de pan. Todavía no puedo creer que mamá haya conseguido cada diseño que existe de él.
Cuando subo a la habitación de los gemelos, ellos están terminando de arreglarse delante del espejo. Están vestidos con la misma ropa, como usualmente hacen para confundir a las personas. Kodiak ha insistido en quitarse sus gafas, pero mamá niega con la cabeza y vuelve a ponérselas cuando mi hermano achica los ojos para poder ver mejor ante los dos dedos que Kalian coloca delante de él.
—Pero si lucen hermosos —les digo, a lo que ellos sonríen.
—¿Te gusta nuestra ropa? La abuela la diseñó para nosotros —sonríe Kalian.
Mi abuela sinceramente es la mujer más talentosa que conozco. Los gemelos tienen puestos unos pantalones de color beige con finos hilos blancos a los lados. La camisa blanca de mangas cortas tiene una pequeña insignia en el pecho con el dibujo del superhéroe animado. Ambos tienen un pequeño moño de color blanco alrededor de sus cuellos, y han aplicado gel en sus cabellos para emparejar sus rizos.
—¡Ya ve tú a cambiarte! —me dice Kodiak —. No te vayas a demorar más que entre un rato llegan los invitados.
—Por cierto, ¿dónde está Tae? —pregunta Kalian —. Se fue esta mañana después de decirnos feliz cumpleaños.
—Ha ido a traer unas cosas para ustedes —afirmo, a lo que ellos sonríen ampliamente.
—Yo solo pido una canción —dice Kodi, haciéndome reír —. Que me cante una canción y ya está. Me muero tranquilo.
—No se preocupen. Recuerden que falta mi regalo —les guiño un ojo.
Ellos me abrazan —. Tú ya eres regalo suficiente, Gia Jhalessi.
