Trilogía Lux in Tenebris (I)
A pesar de los años llenos de fama y dinero, Taehyung siempre ha pensado en aquella niña de ojos azules que robó su corazón desde el primer momento en que la vio. Nunca dejó de amarla a lo lejos.
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«No pienso dejar que se rompa»
Lo único que se escucha en la atmósfera son los gritos histéricos por parte del hombre que no sale de mi cabeza. Son acompañados por los sollozos y chillidos de aquella malvada mujer, quien trata de continuar con su actuación de victima por más que ha sido descubierta. No tiene salida, no hay forma que le haga cambiar de opinión. Es algo imposible cuando toda la fachada de «niña buena» que pretendía se ha venido abajo.
Todos se encuentran gritando, peleando entre sí. Reclamos, gritos y sollozos. Me cuesta hablar, debido a que mi mente continúa asimilando la idea de que fui engañada por la persona en que confiaba a ciegas. Mi mejor amiga, a quien le confíe varios secretos, me clavó una fuerte daga por la espalda con el propósito de conseguir lo que ella quería.
«Kaia Thalía nunca me hubiese hecho algo así —pienso con pesar —. Ella hubiese pensado en mí».
Por un momento, deseo llamarla, preguntarle cómo ha estado. Me percato que me encuentro sola, que no existe ninguna mejor amiga a mi lado. Mis ojos se llenan de lágrimas al saber que alejé a la única persona que verdaderamente estaba a mi lado al haberla traicionado. Kaia Thalía sufrió por mis acciones, y nunca me puse en sus zapatos. Pero, ahora que estoy en una situación similar a la nuestra, me reprocho a mí misma por haberle fallado.
Salgo de mis pensamientos al escuchar los sollozos histéricos por parte de Sana. La cabeza me va a estallar de tantas conversaciones paralelas sucediendo en la misma habitación. Estas ceden cuando grito, callándolos a todos. Pia se coloca a mi lado rápidamente cuando la malvada mujer abre la boca, probablemente para callarme, lo que consigue que cierre los labios con miedo. Miro con ternura a la pelinegra, quien me acaba de demostrar que es una verdadera amiga a pesar de conocerla hace muy poco.
—Aquí todos tenemos la culpa —susurro, sintiendo un nudo en mi pecho —. Todos hemos formado parte de algo en este lío. Gritarnos entre sí no va a solucionar nada.
—No, es que no hay nada que hablar —me dice Taehyung, sin dejar de mirar a su enamorada —. No puedo hablar con personas que son mentirosas y que dañaron mi confianza.
—Amor, puedo explicarlo... —empieza a decir ella.
—¡No me llames así! ¡No soy tu amor! —exclama él, con sus claros irises bañados en rabia mezclada con decepción —. El cariño que tenía por ti me cegó todo este tiempo, pero me has demostrado tu verdadero ser. Y no quiero tener nada que ver con la clase de persona que realmente eres.
—L-Lo hice porque tenía miedo de que me dejases...
—Cuando amas a alguien de verdad, lo dejas ir —replica Taehyung, con su mandíbula tensa —. No lo aprisionas a ti egoístamente a pesar de tener en claro que no es lo mejor para ellos. No los traicionas y les clavas puñales por la espalda.